Un pueblo sin parados
Finestrat contrata a sus dos ¨²nicos desempleados, y a uno de ellos le toca un coche en un sorteo el mismo d¨ªa
Cuando Jos¨¦ Miguel Llorca, alcalde de Finestrat (Marina Baixa) escuch¨® la expresi¨®n pleno empleo desconoc¨ªa que ¨¦sta se usa en el argot pol¨ªtico-econ¨®mico para describir a una comunidad cuya tasa de paro es inferior al 5%. Llorca se aferr¨® a la literalidad de la expresi¨®n. "Pleno empleo es eso, pleno empleo", comenta. Y ahora, despu¨¦s de conseguir un trabajo a los dos ¨²nicos parados que quedaban en su pueblo, puede presumir y presume de que en Finestrat no hay ni un s¨®lo parado. Y es que a ninguno de los 2.550 habitantes de Finestrat en edad de trabajar le falta faena.
Quiz¨¢ por su pasado de inmigrante en Francia, donde pas¨® 20 de sus 62 a?os, este peculiar alcalde est¨¢ obsesionado con que nadie de su pueblo se vea obligado a emigrar por motivos laborales. Por eso, cuando se construy¨® el pol¨ªgono industrial, oblig¨® a los empresarios a contratar a trabajadores del municipio a trav¨¦s de una bolsa de empleo que cre¨® en el Ayuntamiento. Hubo facilidades para que las empresas se instalaran en el pol¨ªgono, pero tambi¨¦n ese requisito insalvable. Esa bolsa se fue vaciando hasta quedar a cero.
Finestrat es un pueblo rico: un presupuesto de 12 millones de euros para 2.550 habitantes
Fue la semana pasada cuando Jos¨¦ Francisco Ivars y Manuel Ventura, los dos ¨²nicos parados que quedaban en pueblo, fueron contratados temporalmente por el Ayuntamiento. Ivars ha superado los 50 a?os, una edad cr¨ªtica para encontrar un empleo. Estaba desesperado, sin trabajo, "a punto de echarse a la calle para pedir limosna", recuerda el alcalde.
Pero su suerte cambi¨® la semana pasada: el mismo d¨ªa en que encontr¨® trabajo fue agraciado con un coche en un sorteo de Benig¨¢s, la empresa que distribuye el butano en la zona. La fortuna quiso que su papeleta saliera elegida entre 25.000 concursantes. Ayer por la tarde, Benig¨¢s le entreg¨® el premio, un utilitario Hyundai que Ivars podr¨¢ matricular con su primer sueldo.
El Ayuntamiento de Finestrat es rico. El gobierno local, del PSPV, maneja un presupuesto de 12 millones de euros al a?o. 12 millones para 2.550 habitantes dan para mucho. Incluso para pagar las ortodoncias a todo el que lo necesite y para que los jubilados tengan pod¨®logo y fisioterapeuta gratis. A¨²n se estira m¨¢s la caja municipal: el Ayuntamiento paga los libros de texto a los escolares de Primaria y financia parte del alquiler de los pisos a los estudiantes universitarios. El transporte para los que van y vienen al campus de Alicante es gratis.
Llorca se ocupa estos d¨ªas de hacer balance de su gesti¨®n -es alcalde desde 1979, a?o en el que el presupuesto municipal era de siete millones de las viejas pesetas- y explica su ambicioso programa electoral en seis idiomas. ?l se maneja bien en castellano, valenciano y franc¨¦s, y un pol¨ªglota que ha contratado traduce al ingl¨¦s, al holand¨¦s y al noruego propuestas como esta: "El municipio financiar¨¢ el agua mineral embotellada y el alquiler de la televisi¨®n que el hospital p¨²blico comarcal, en La Vila Joiosa, les cobra a los enfermos del pueblo ingresados en ese centro".
El programa electoral en materia educativa tampoco tiene desperdicio: mediante un peculiar baremo el Consistorio ofrece compensaci¨®n econ¨®mica a los estudiantes que saquen buenas notas. Los escolares cobrar¨¢n a partir del notable.
Al pueblo no le iba mal, pero ahora le va mejor. La construcci¨®n del parque tem¨¢tico Terra M¨ªtica a tiro de piedra de su t¨¦rmino municipal le ha procurado unas infraestructuras viarias de capital. Tiene playa, tiene monta?a y un bonito y cuidado casco antiguo. Y un buen pu?ado de urbanizaciones que contribuyen con los impuestos al bienestar del municipio.
Llorca dice que es una persona de obsesiones variables. Otrora el paro ora la educaci¨®n. "El que saque matr¨ªculas de honor se llevar¨¢ una buena prima", asegura para incentivar a los estudiantes.
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