Simenon y la hija muerta
Diga lo que diga Mercedes Abad, no soy ning¨²n erudito simenoniano. Soy un buen aficionado del escritor belga, del que he le¨ªdo -empec¨¦ a leerlo a la tierna edad de 10 o 12 a?os- toda su producci¨®n literaria o, para ser m¨¢s exacto, toda aquella publicada con la firma de Georges Simenon. Pero no soy ning¨²n erudito. Los eruditos -esos universitarios norteamericanos que escriben una biograf¨ªa de mil y pico p¨¢ginas sobre Simone de Beauvoir sin olvidarse de mencionar cu¨¢ntos caf¨¦s se tomaba al d¨ªa o en que d¨ªa del mes le ven¨ªa la regla- jam¨¢s los he soportado. De Simenon, me interesa infinitamente m¨¢s el escritor que el personaje, o dicho de otro modo, me interesa infinitamente m¨¢s lo que le ocurre a la viuda Couderc, tal como me lo cuenta Simenon en su novela hom¨®nima, que lo que le ocurre a Simenon tal como me lo cuenta ¨¦l mismo en sus Memorias ¨ªntimas.
El mismo d¨ªa en que Mercedes Abad alababa mi erudici¨®n simenoniana en la espl¨¦ndida cr¨®nica sobre Sherlock Holmes, el se?or Proubasta y el Gremio de Tenderos Revendedores de Barcelona que public¨® en este peri¨®dico, me llegaba una carta del se?or Calzada, de Matar¨®, en la que me inclu¨ªa un escrito de Rosa Montero sobre Simenon aparecido en el suplemento dominical de EL PA?S hace un par de a?os. El se?or Calzada se mostraba indignado por ese escrito en el que Montero confiesa: "En un arranque de furia arroj¨¦ a la basura las Memorias ¨ªntimas de Simenon (...), un tipejo muy desagradable". Seg¨²n Montero, "la obra empieza con una carta escrita a su hija Marie-Jo, suicidada algunos a?os antes. Simenon explica que escribe su autobiograf¨ªa en recuerdo y honor de esa hija muerta, pero el propio texto le traiciona. Se dir¨ªa", escribe Montero, "que s¨®lo piensa en s¨ª mismo, y que la hija, y la muerte de la hija, no son sino un adorno m¨¢s de su persona. Lo mismo que todas las mujeres que pasan por su vida, a las que manipula despiadadamente". En su carta, el se?or Calzada me pide mi opini¨®n como "experto simenoniano".
Recuerdo haber le¨ªdo esas M¨¦moires intimes el mismo a?o en que se publicaron, en 1981. Estoy de acuerdo con Montero en que Simenon s¨®lo piensa en s¨ª mismo, pero no creo que la muerte de su hija le resultase indiferente, m¨¢s bien al contrario: Simenon qued¨® tocado despu¨¦s del suicidio de Marie-Jo. Si no recuerdo mal, en el libro acusa a su ex mujer y madre de Marie-Jo, Denyse Ouimet, de la mayor¨ªa de los traumas que llevaron a su hija al suicidio. Incluso menciona una escena, que luego fue censurada, en la que la madre se masturba ante la hija, de 11 a?os, y le dice que despu¨¦s de ver lo que hace su madre ya no hallar¨¢ placer con ning¨²n hombre. Escena contada, grabada por su hija en una cinta, y que la madre neg¨® que hubiera ocurrido jam¨¢s. Total, que si Simenon no era ning¨²n angelito y se sent¨ªa culpable como padre, la tal Denyse Ouimet tampoco era una santa. La ex de Simenon se veng¨® de las M¨¦moires intimes publicando, bajo seud¨®nimo (Odile Dessane), Le phallus d'or , "retrato ¨ªntimo de un hombre c¨¦lebre", que a buen seguro har¨¢ las delicias de Montero.
Fue a ra¨ªz de la publicaci¨®n de las M¨¦moires cuando Bernard Pivot entrevist¨® a Simenon en su celebre programa televisivo Apostrophes. Una entrevista dur¨ªsima, en la que Pivot le hizo escuchar una cinta con la voz de Marie-Jo y en la que el periodista se comport¨® con el escritor como se habr¨ªa comportado el comisario Maigret con un sospechoso de asesinato. Hay un momento en el que Simenon est¨¢ a punto de echarse a llorar y, cr¨¦anme, no precisamente l¨¢grimas de cocodrilo. A?os m¨¢s tarde, Pivot, al volver a ver aquel programa, reconocer¨¢ que tal vez se pas¨® y pedir¨¢ disculpas a Simenon. Lo cierto es que despu¨¦s de esa entrevista, como dice Pierre Assouline, Simenon dej¨® de ser el hombre de las 10.000 mujeres para convertirse en el padre al que se le suicid¨® la hija.
El v¨ªdeo de esa entrevista puede hallarse en algunas librer¨ªas barcelonesas (yo lo vi en Laie), con subt¨ªtulos en castellano (Editrama / Videoteca de la Memoria Literaria). Gonzalo Herralde, es decir, Editrama (Ediciones Trasbals Multimedia), me dice que es posible que la entrevista se pase en junio, en el programa Millennium (Canal 33), seguida de un debate sobre Simenon con la presencia de su hijo John (nacido en 1949, cuatro a?os antes que Marie-Jo). Conf¨ªo en que as¨ª sea. Mientras tanto, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, 21 de mayo, se anuncia un coloquio en la FNAC sobre la obra de Simenon, con Eduardo Mendoza y Mercedes Abad, entre otros; coloquio que sirve para arropar la nueva edici¨®n de sus obras, la del centenario, de su editor espa?ol: Tusquets. Y el 10 de junio, en el Instituto Franc¨¦s, se inicia un ciclo de pel¨ªculas adaptadas de novelas de Simenon. Dicho esto, a los simenonianos de coraz¨®n, m¨¢s que de erudici¨®n, yo les recomendar¨ªa la exposici¨®n Maigret, travers¨¦es de Paris, un recorrido con Maigret por las calles del Par¨ªs de los a?os treinta a los cincuenta. En la Biblioth¨¨que des Litt¨¦ratures Polici¨¨res, 48-50 Rue du Cardinal Lemoine, Par¨ªs (hasta el 20 de septiembre). Seguiremos informando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.