La Real festeja su peor partido
El conjunto donostiarra se convierte en l¨ªder tras ganar al Recreativo, que le dio una lecci¨®n futbol¨ªstica
Probablemente, para ganar la Liga hay que ganar este tipo de partidos: cuando todo sale mal, cuando el rival da un ba?o de proporciones espectaculares, cuando se marca un gol de churro y cuando se depende del portero para que lo haga valer, es decir, cuando uno se juega el partido de la temporada en el momento m¨¢s importante del a?o. Entonces s¨ª, si uno gana es que tiene madera de campe¨®n aunque su f¨²tbol haya sido de corcho, por lo blando en el pase, o de hormig¨®n armado, por lo espeso de su juego.
Porque resulta que el Recreativo, en posiciones de descenso, le dio una lecci¨®n de f¨²tbol en toda regla al nuevo l¨ªder del campeonato. El problema de los equipos peque?os es que les falta lo que les reduce el tama?o: delanteros en condiciones, goleadores natos, esos que se quedan los equipos grandes y los buscan por los cinco continentes. Con uno, o con la mitad de uno de ¨¦sos, el Recreativo le hubiera mandado a la Real a galeras a remar. Con lo que juega Viqueira, convertido en capo del centro del campo, ese tipo de jugador que sin correr est¨¢ en todas partes y siempre con el bal¨®n cosido al cord¨®n de la bota, un mediogoleador se hubiera hinchado a meter goles.
REAL SOCIEDAD 1 - RECREATIVO 0
Real Sociedad: Westerveld; L¨®pez Rekarte, Kvarme, J¨¢uregui, Gabilondo; Karpin, Xabi Alonso, Aranburu, De Pedro (Barkero, m. 87); Nihat (Boris, m. 78) y Kovacevic.
Recreativo: Luque; Esp¨ªnola, Alex (Gallego, m. 70), Loren, Pern¨ªa; Javi Garc¨ªa, Viqueira, Bermejo (Arp¨®n, m. 51), Camacho; Benitez (Kaiku, m. 78) y Ra¨²l Molina.
Goles: 1-0. M. 8. Tiro desde fuera del ¨¢rea de Nihat que Luque intenta atajar en la escuadra, en vez de despejar, y se cuela mansamente.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Amonest¨® a Loren y expuls¨® (m.90) a un miembro del banquillo el Recreativo.
26.000 espectadores en Anoeta.
Pero el Recreativo no lo tiene y la Real s¨ª. Y la Real tiene la autoestima por las nubes y lo que se llama la suerte del campe¨®n, que es como se puede llamar al gol que marc¨® Nihat al comienzo del partido. Un tiro previsible que se acomod¨® al exceso de confianza de Luque, que lo quiso atrapar, en vez de desviar, en condiciones dif¨ªciles.. De eso vivi¨® la Real y a partir de ah¨ª naci¨® el Recreativo. Al Recre le bast¨® tejer una tela de ara?a en el medio campo que asfixi¨® a Xabi Alonso. Su lugar no lo tom¨® nadie. A menudo acostumbra a hacerlo Aranburu, m¨¢s gris, pero tambi¨¦n efectivo. Ayer, como el resto, tampoco era su d¨ªa.
Extra?amente, la Real no daba un pase en condiciones, como si en el partido le fuera el descenso y no el t¨ªtulo, algo siempre m¨¢s gratificante y el mejor ant¨ªdoto para los nervios.
As¨ª que el Recreativo decidi¨® ponerse a jugar al f¨²tbol. Le dio el mando y el bal¨®n a Viqueira, que se lo tom¨® con calma, pero sin pausa, a sabiendas de que era el d¨ªa perfecto para tocar el bal¨®n y encerrar poco a poco a su rival, cada vez m¨¢s confundido, m¨¢s atascado
Y ocurri¨® que ?lex dispar¨® al larguero y que Westerveld le sac¨® un mano a mano a Javi Garc¨ªa, en dos tiempos, cuando asomaba junto a la raya de gol otro jugador recreativista. Y que el bal¨®n era del equipo de Alcaraz, que saltaba, giraba, se mov¨ªa en la banda y despu¨¦s cruzaba los brazos como si no pudiera entender tanta fatalidad.
La Real se raj¨®. Intent¨® reconstruirse tras el descanso y cuando vio que todo segu¨ªa igual (es decir que Xabi no encontraba su sitio y que Kovacevic y Nihat hac¨ªan la guerra por su cuenta), decidi¨® defender aquel tesoro que el turco hab¨ªa hallado en el lugar y el momento m¨¢s inesperado.
Defender se llama la figura, juntar l¨ªneas y dejar que el tiempo corra y que el Recreativo asuma que le faltan delanteros para ganar partidos como ¨¦stos. Ha aprendido la lecci¨®n de c¨®mo jugar bien al f¨²tbol, pero el gol lo tiene pendiente para otro a?o.
La Real decidi¨® racanear, no el esfuerzo, s¨ª el f¨²tbol y la actitud positiva. Tuvo quiz¨¢s algo de equipo peque?o y el partido se le hizo largo, largu¨ªsimo, agon¨ªstico. Fue la peor versi¨®n de la Real, algo as¨ª como el derecho al petardazo que los grandes (y la Real lo es esta temporada) se conceden en ocasiones.
S¨®lo Kovacevic, en su islote particular, dio se?ales de la Real en el ¨¢rea contraria: un bonito cabezazo, un mont¨®n de carreras, un disparo ante Luque y, sobre todo, una chilena en el ¨¢rea grande que roz¨® la escuadra. De haber sido gol, Anoeta le hubiera nombrado rey de San Sebasti¨¢n. Pero no lo fue y la Real sigui¨® sufriendo con su f¨²tbol espeso, lento y r¨¢cano y el Recreativo con su f¨²tbol bello pero inocente falto de eso tan sencillo que se llama gol. El f¨²tbol tiene esas cosas: que el vicecolista de una lecci¨®n de juego y que el l¨ªder acabe escondiendo el bal¨®n en el bander¨ªn de c¨®rner para perder tiempo. Pero as¨ª se ganan las Ligas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.