El terremoto causa mil muertos en Argelia
Las autoridades temen que el n¨²mero de v¨ªctimas aumente en los pr¨®ximos d¨ªas
Ha sido el peor terremoto en Argelia en los ¨²ltimos 23 a?os. El pa¨ªs viv¨ªa anoche a¨²n conmocionado por una tragedia que se ha cobrado al menos 1.100 muertos y cerca de 7.000 heridos, seg¨²n anunci¨® el Ministerio del Interior. Un se¨ªsmo de 6,8 grados en la escala de Richter sacudi¨® la capital, Argel, y sus alrededores a las 20.44 del mi¨¦rcoles, hora peninsular espa?ola. Las autoridades temen que la cifra de v¨ªctimas aumente en los pr¨®ximos d¨ªas, pues puede haber numerosos cuerpos sepultados bajo los escombros. La sacudida principal del mi¨¦rcoles fue seguida de numerosas r¨¦plicas, algunas de hasta 4 grados en la escala de Richter -300 hasta mediod¨ªa de ayer-, que han debilitado a¨²n m¨¢s las estructuras de las edificaciones.
Mois¨¦s Belloch, presidente de la ONG espa?ola Bomberos sin Fronteras, alertaba anoche en Argel, poco antes de dirigirse hacia su primera misi¨®n de rescate, sobre la importancia de actuar con rapidez en la localizaci¨®n de supervivientes. "Se ha perdido ya un tiempo preciso en estas 24 horas", pero tambi¨¦n reconoc¨ªa que "es muy dif¨ªcil movilizar en tan corto plazo a los equipos de voluntarios y conseguir los permisos y los vuelos para desplazarse". El responsable de esta organizaci¨®n, bombero profesional en Alzira (Valencia), se encuentra al frente del equipo de 15 especialistas en rescate que han participado ya en misiones internacionales en Turqu¨ªa y en El Salvador. Mientras acariciaba a la perra Tara, un nervioso ejemplar de labrador, se dispon¨ªa a iniciar su primera misi¨®n. A su lado, Elena Gonz¨¢lez Romero, de 33 a?os, experta en cat¨¢strofes de Cruz Roja espa?ola se preparaba tambi¨¦n para abordar su misi¨®n internacional. "Es mi primer terremoto", manifest¨®. Los expertos estiman que la posibilidad de hallar supervivientes se mantiene durante 72 horas.
"?No olvid¨¦is a Rachid!"
Alaridos de terror. Gritos y llantos entre los residentes de la torre D, en un barrio al este de Argel, durante los eternos segundos que dur¨® el terremoto. La torre D ten¨ªa 14 pisos. Sesenta familias viv¨ªan en ella. Las de los pisos superiores se lanzaron corriendo escaleras abajo en cuanto sintieron la primera sacudida. En la oscuridad m¨¢s absoluta, la corriente el¨¦ctrica qued¨® cortada nada m¨¢s comenzar el se¨ªsmo, las mujeres y los ni?os abandonaban sus hogares presos del p¨¢nico.
Una joven que se hab¨ªa desvanecido de terror era evacuada a la calle por sus familiares. Las ancianas se dejaban caer en brazos de las j¨®venes, temblando de p¨¢nico.
"?El viejo Rachid! ?No olvid¨¦is al viejo Rachid! Ayudad a su mujer a trasladarle abajo", gritaba una mujer en la oscuridad. Los vecinos se precipitaron dentro del apartamento del viejo paral¨ªtico para trasladarlo fuera del edificio.
"?Mam¨¢, mam¨¢!, ?no me dejes aqu¨ª!", gritaban los ni?os aterrorizados, pegados a las faldas de su madre muerta de p¨¢nico.
Los hospitales no daban ayer abasto para atender a los heridos. Las familias se agolpaban en el hospital Mustaf¨¢, de Argel. La polic¨ªa tuvo que dispersarlos ante el caos que provocaban.
"Quiero ver a mi hermano. Quiero saber si est¨¢ vivo o muerto. Por favor, d¨¦jenme entrar", suplicaba Ahmed, de 40 a?os, llegado desde Ruiba hasta Argel en busca de noticias. "Hay tantos heridos que somos incapaces de contarlos", aseguraba exhausto un m¨¦dico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.