Sadam sigue vivo en las calles de Bagdad
Mientras los soldados de EE UU buscan al dictador, decenas de leyendas y chascarrillos circulan sobre su paradero
?ste es un chiste que circula por Bagdad: una mujer est¨¢ sentada en una esquina y regala a todo el mundo una cucharada de yogur y un peque?o pedazo de pan. Disfrazado de mujer, con el bigote afeitado, Sadam Husein pasa junto a ella y, como tiene hambre, le pide comida. En vez de darle la raci¨®n habitual, le ofrece diez cucharadas y diez trozos de pan. "?Por qu¨¦ me das m¨¢s que a los dem¨¢s?", dice Sadam. Y la mujer replica: "?No me reconoces, imb¨¦cil? Soy tu vicepresidente Taha Yasin Ramad¨¢n". Aparte de los c¨®digos humillantes en una sociedad como la iraqu¨ª -disfrazarse de mujer, afeitarse el bigote, huir en vez de luchar-, la broma refleja bien el estado de la cuesti¨®n sobre el paradero del dictador iraqu¨ª: nadie tiene ni idea de d¨®nde se encuentra. Salvo en los territorios chi¨ªes del sur y kurdos del norte, podr¨ªa estar en cualquier lado.
Soldados estadounidenses, ciudadanos corrientes, opositores, periodistas de todo el mundo buscan una respuesta a la pregunta del mill¨®n. Los portavoces oficiales estadounidenses se limitan a asegurar que "prosigue la b¨²squeda" y a mostrar su seguridad en que "tarde o temprano ser¨¢ detenido". Soldados e iraqu¨ªes creen que ha elegido Bagdad, una ciudad ca¨®tica e inmensa de m¨¢s de cinco millones de habitantes, para esconderse, y que tuvo varios meses, incluso a?os, para preparar su escondite, desde que supo que la guerra era inevitable. Lo que nadie cree es que haya muerto.
En el barrio de Al Mansur, uno de los m¨¢s lujosos de Bagdad, en la noche del 4 al 5 de abril, justo detr¨¢s del conocido restaurante Al Sa¨¢, cayeron cuatro misiles de una tonelada cada uno y borraron del mapa cuatro casas, toda una manzana. Murieron 16 personas. Los servicios de espionaje de EE UU cre¨ªan que Sadam y sus dos hijos, Qusay y Uday, estaban all¨ª. "Es imposible. No les han matado aqu¨ª. Ya hubiesen encontrado los restos", se?ala Mohamed Ibrahim ante el inmenso agujero y la monta?a de escombros. Muchos bagdad¨ªes se han acercado en estas semanas por Al Mansur para comprobar si Sadam yace en ese lugar. Pero est¨¢n convencidos de que ya hubiesen identificado sus restos. La supuesta carta que envi¨® a un diario ¨¢rabe en Londres, fechada el 7 de mayo, es considerada otra prueba de que sigue vivo.
El principal rumor que circula es que el dictador lleg¨® a un acuerdo con los estadounidenses para dejar el pa¨ªs, llev¨¢ndose como m¨ªnimo 1.000 millones de d¨®lares en efectivo del banco central iraqu¨ª. Esta historia, narrada tanto en Jordania como en Irak, le sit¨²a en Rusia o en Bielorrusia. Los que creen en ella se?alan que, gracias a este pacto, se evitaron los combates en Bagdad y se rindi¨® Tikrit sin luchar.
Pero la fuga rusa no es la hip¨®tesis m¨¢s disparatada que se narra en la capital. Adahamiya es un barrio de mayor¨ªa sun¨ª. Se dice que en la calle que da nombre al barrio, enfrente de una panader¨ªa, apareci¨® Sadam en p¨²blico por ¨²ltima vez el 8 de abril. Muchos son los vecinos que dicen haberlo visto aquel d¨ªa y los que aseguran haber tenido noticias suyas mucho m¨¢s tarde. "Un taxista al que conozco pase¨® a Sadam por todo Bagdad hace dos d¨ªas", relataba el viernes pasado Saif Abulaziz, un vendedor de pinturas. "Le pag¨® un mill¨®n de dinares (unos 10.000 d¨®lares) y le dijo que iba a volver", agreg¨®.
En otros lugares, el hecho de que Sadam no haya aparecido ni vivo ni muerto es una fuente de temor muy seria. En Basora, Amnist¨ªa Internacional ha documentado amenazas de antiguos miembros del Baaz a notables chi¨ªes para que no entren en la vida p¨²blica. Amenazaban con la vuelta de Sadam. Los chi¨ªes fueron a relatarlo aterrorizados a la organizaci¨®n humanitaria.
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