Resistir
La sociedad valenciana en las ¨²ltimas elecciones se pod¨ªa haber manifestado con mayor contundencia, pero en ning¨²n caso con m¨¢s claridad. La mayor¨ªa de los electores que fueron a votar decidieron seguir como hasta ahora a lo largo de los pr¨®ximos cuatro a?os. Y esta soluci¨®n de continuidad, dentro del marco democr¨¢tico, es la que tiene mejor acogida en los sectores econ¨®micos y empresariales. Conocidos los cauces y los procedimientos, soslayado el v¨¦rtigo que se deriva de todo cambio de rumbo, queda determinado que casi todo se prolongar¨¢ como estaba previsto.
La oposici¨®n anda alborotada y buscando chivos expiatorios. Podemos llegar a la conclusi¨®n -barata por otra parte- de que el Bloc tiene la culpa y que su resurrecci¨®n pasa por aliarse con Izquierda Unida. Si el Bloc como ¨²nica fuerza nacionalista acepta ese abrazo del oso podr¨ªa acceder a un pesebre, pero habr¨ªa firmado su sentencia de muerte y la de esa leg¨ªtima opci¨®n c¨ªvica que pretende mantenerse ajena a cualquier obediencia centralista. La oposici¨®n, con el PSPV-PSOE a la cabeza, no ha transmitido un proyecto convincente de pa¨ªs, aderezado con la fiabilidad para dar el salto, caer de pie y evitar los riesgos que emite quien no se muestra con la convicci¨®n suficiente para ejercer como alternativa de gobierno. Una canci¨®n de la guerrilla peruana repet¨ªa hasta la saciedad que salvo el poder todo es ilusi¨®n.
La conclusi¨®n pol¨ªtica de este 25 de mayo no pod¨ªa haber sido m¨¢s coincidente con las preferencias de los empresarios y no porque mande uno u otro partido, sino contemplada como garant¨ªa de continuidad, sin vac¨ªos de poder dilatados y atomizados. En los ¨¢mbitos empresariales se reconoce aquel principio de que "mane qui mane, al?at mat¨ª".
Las minor¨ªas dom¨¦sticas salieron mal paradas aunque, se quiera o no, conforman el panorama pol¨ªtico valenciano. Trescientos concejales, algunas alcald¨ªas y el 4,65% de votos auton¨®micos as¨ª avalan al Bloc. El hecho de que el Estatuto sit¨²e los m¨ªnimos para entrar en las Cortes en el cinco por cien es un factor que lesiona el elemental derecho a sentirse representados. El 8 por cien de los votantes y m¨¢s de 200.000 votos quedan marginados despu¨¦s de estos comicios, si sumamos los resultados auton¨®micos obtenidos por el Bloc-EV y Uni¨®n Valenciana.
Bertolt Brecht escribi¨® un poema que terminaba diciendo: "quien haya sido derribado, ?que se alce! / quien est¨¦ perdido, ?que luche! / ?C¨®mo podr¨¢n detener a los que conocen su situaci¨®n? / Pues los vencidos de hoy son los vencedores de ma?ana / y el nunca se convierte en "ahora mismo".
El dilema es que no sabemos con certeza qui¨¦n es vencedor y qui¨¦n vencido, pero si lo contemplamos desde la cantidad y la intensidad de las parcelas de poder, el balance est¨¢ claro. S¨®lo caben dos posturas: autoenga?arse o comenzar a hacer las cosas mejor desde el d¨ªa siguiente. Todo y todos somos importantes. Mediante pactos se han configurado las p¨¢ginas m¨¢s brillantes de nuestra historia pol¨ªtica. Cada cual debe ser lo que es, porque una cosa es la imbecilidad y otra bien distinta, resistir.
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