Imbroda

Mientras el Barcelona, el Pamesa y el Estudiantes confirmaban su superioridad y dejaban al Unicaja y el Tau como protagonistas del ¨²nico y apasionante debate abierto en los cuartos de final de la Liga ACB, el Madrid oficializaba el eres un buen tipo, pero no te queremos por aqu¨ª, con Javier Imbroda, un entrenador que ha escenificado en menos de un a?o lo ef¨ªmera que es la gloria en el deporte.

Hace doce meses, Imbroda estaba en la cumbre. Dirig¨ªa con acierto a una selecci¨®n espa?ola de j¨®venes talentos y ten¨ªa rendido a sus pies al Madrid. Nadie dudaba de que el equipo nacional estaba en buenas manos. Pocos cuestionaron que el Madrid no acertase con su contrataci¨®n. Ahora, Imbroda est¨¢ en su casa, pregunt¨¢ndose d¨®nde se torci¨® su suerte, cu¨¢l fue el error de partida, c¨®mo es posible que teni¨¦ndolo todo se haya quedado sin nada. La respuesta s¨®lo la sabe ¨¦l y, desde fuera, lo ¨²nico que queda es el comentario a toro pasado, siempre m¨¢s f¨¢cil.

Lo cierto es que tuvo una oportunidad y no ha cumplido con las expectativas creadas. Todo el mundo tiene derecho a presentar sus alegaciones, a dar su versi¨®n de los hechos, pero los resultados dictan sentencia. Imbroda fue responsable de la formaci¨®n del equipo y ha sido responsable del curso de los acontecimientos. No ha sido el ¨²nico, ni mucho menos, pero s¨ª ten¨ªa el suficiente peso para cargar, y lo ha hecho, con las consecuencias de una temporada tan nefasta por lo ocurrido y por c¨®mo ha ocurrido.

Este asunto ha vuelto a demostrar que el Madrid y el Bar-?a son dos clubes muy especiales, sometidos a una presi¨®n extrema con la que hay que saber convivir. La sensaci¨®n trasmitida por Javier ha sido de incomodidad con estas exigencias, de complicaciones para asumir todo lo que supone ser entrenador del Madrid, metido en dif¨ªciles relaciones con los jugadores, a los que apunt¨® en varias ocasiones sin la reacci¨®n apetecida. Pasaron los meses y, en vez de ir a mejor, se consum¨® lo inimaginable.

No hay duda de que Imbroda es un buen t¨¦cnico, pero no ha convencido -a Lolo Sainz el primero- de que sea el id¨®neo para el Madrid. No es un dem¨¦rito, pues en estos equipos no siempre triunfan los m¨¢s cualificados. ?O acaso Pesic es mejor que Aito o Maljkovic, predecesores frustados en la b¨²squeda azulgrana de la Copa de Europa? Quiz¨¢s es una cuesti¨®n de estar en el lugar justo en el momento preciso. En el caso de Imbroda, no se ha cumplido ni una cosa ni la otra.