"Si logro que los lectores se sientan enfermos, s¨¦ que he reconstruido la realidad"
Nana, la quinta novela del escritor norteamericano Chuck Palahniuk (Pasco, Washington, 1962), es tremenda: Carl Streator, un periodista, est¨¢ escribiendo un reportaje sobre la muerte s¨²bita infantil, tema que conoce bien porque un hijo suyo muri¨® a causa de ella. Pronto descubre que en todas las casas en donde ha muerto un beb¨¦ en esas circunstancias hay un ejemplar del mismo libro, una antolog¨ªa de poemas, que contiene una nana mort¨ªfera: mata a quien la escucha. Streator se da cuenta de que es tan poderosa que no hace falta recitarla, sino que s¨®lo con memorizarla y odiar a alguien intensamente, cae fulminado. Casi sin quererlo, se carga a un mont¨®n de personas, y entonces se plantea el dilema: ?qu¨¦ hacer? ?Destruir todos los ejemplares del libro o utilizar el destructivo hechizo?
"La literatura es uno de los pocos espacios que nos quedan para intervenir en la realidad"
Es una novela sobre el poder de la palabra y la informaci¨®n, en la que Palahniuk mezcla el g¨¦nero de horror con el fant¨¢stico y la ciencia-ficci¨®n. Como en sus anteriores libros -El club de la
lucha (Muchnik), El superviviente (Muchnik), Asfixia (Mondadori), Monstruos invisibles (DeBolsillo)-, hay en Nana (Mondadori)una enorme carga de violencia, violencia que le ha acompa?ado buena parte de su vida. Su padre muri¨® asesinado; su abuelo mat¨® a su esposa y luego se suicid¨®.
Pregunta. La violencia es una constante de su obra.
Respuesta. En todos mis libros tiene que haber alguna forma f¨ªsica de violencia. Tengo la teor¨ªa de que los lectores masculinos quieren verse f¨ªsicamente envueltos en ella, y si logro hacer que se sientan enfermos a nivel mental, f¨ªsico y emocional, entonces s¨¦ que he reconstruido la realidad.
P. Tanto con Nana como con sus otras novelas intenta competir con los medios audiovisuales.
R. Eso es lo que hago. Amo los libros, y todo lo dem¨¢s -los videojuegos, la m¨²sica, las pel¨ªculas- es el enemigo. Quiero que la gente sea seducida por la literatura como lo he sido yo.
P. Los libreros y los editores espa?oles lo contratar¨ªan ahora mismo para sus campa?as de fomento de lectura.
R. Lo m¨¢s interesante de todo esto es que la lectura y los libros se han convertido en lo m¨¢s cool entre los j¨®venes. Han reemplazado lo que antes estaba de moda, los videoclips. Le¨ª una serie de art¨ªculos en The Wall Street Journal que lo explicaban muy bien: ahora hay una especie de competencia entre los chicos por llevar encima el libro m¨¢s adecuado.
P. ?A qu¨¦ se debe?
R. Creo que se remonta a la publicaci¨®n de Generaci¨®n
X, que es una de las ¨²ltimas novelas en que se ha experimentado con la forma f¨ªsica del libro. Logr¨® captar a gente joven que antes no se interesaba por la lectura. Adem¨¢s, con Internet se ha recuperado el h¨¢bito de comunicarse por medio de la escritura.
P. Usted tambi¨¦n experimenta. En Superviviente, un tipo cuenta su historia en la caja negra de un avi¨®n que va a estrellarse. O el libro de notas del protagonista de Asfixia.
R. Me parece fascinante que una caja negra cuente una historia. Siempre me ha interesado el hecho de que la gente cuente historias y la forma en que las cuenta. Todas las actividades humanas, desde la literatura, la m¨²sica o la arquitectura, son formas de contar. Una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles es decidir en cada libro qu¨¦ forma voy a dar al argumento. Lo m¨¢s importante es no confiar en las historias simples, aquello de "hab¨ªa una vez..." o "¨¦rase una vez...". A m¨ª lo que me importa es qui¨¦n y por qu¨¦ est¨¢ contando una historia.
P. En Nana se plantea el poder de la palabra. ?Es peligrosa?
R. Puede serlo. Vivimos en una ¨¦poca en que, en muchas ocasiones, la informaci¨®n sustituye a la verdad.
P. ?Qu¨¦ pretendi¨® usted al escribirla?
R. Lo mismo que con mis otras novelas: la literatura es uno de los pocos espacios que nos quedan para intervenir en la realidad.
P. Ha dicho repetidamente que escribe como quien hace un exorcismo.
R. Al escribir mis pensamientos m¨¢s oscuros e incomunicados estoy contando los de todos, y al decirlos, podemos re¨ªrnos y nos exorcizamos.
P. ?Por ejemplo?
R. El placer de matar. Todos so?amos alguna vez con matar, y si podemos contarlo, nos re¨ªmos y as¨ª nos exorcizamos. Otro ejemplo, yo ten¨ªa mucho miedo a morir, as¨ª que decid¨ª ver la muerte de cerca y fui a trabajar como voluntario en un asilo de enfermos terminales. Lo ¨²nico que hac¨ªa era llevarles en coche cuando quer¨ªan ver el mar antes de morir. Aprend¨ª mucho. Lo primero, que la muerte es algo natural. Luego, que cuando se acerca la muerte se alcanza una gran sabidur¨ªa: no se puede hacer nada respecto al pasado; y que con la poca vida que queda se pueden hacer cosas maravillosas. La primera parte de El club de la lucha est¨¢ inspirada en esos pacientes.
P. ?Busca en sus novelas racionalizar el mundo?
R. Trato de hacerlo. Hay siempre alguien que quiere salvar el mundo. Sin ir m¨¢s lejos, s¨®lo hay que ver esa operaci¨®n de libertad para los iraqu¨ªes. Es la ¨²ltima burla.
Babelia
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