"Si EE UU divide demasiado a Europa, se quedar¨¢ sin aliados"
En 1979, Thierry de Montbrial puso en marcha en Par¨ªs el IFRI (Institut Fran?ais de Relations Internationales), un organismo creado siguiendo el modelo de los llamados think tanks (laboratorios de ideas) anglosajones, alemanes o entonces sovi¨¦ticos. En ese casi cuarto de siglo el IFRI se ha labrado un prestigio merecido.
Pregunta. ?C¨®mo pueden adaptarse instituciones como la que usted dirige a un contexto como el impuesto por la Administraci¨®n Bush, que se desinteresa de los foros internacionales?
Respuesta. Hace 30 a?os que conozco a los que hoy son los grandes actores de la pol¨ªtica estadounidense, a los Richard Perle, Condoleezza Rice o Paul Wolfowitz. Es importante seguir dialogando, lo peor es cortar los puentes. EE UU tiene que comprender que necesita de sus aliados europeos. Por ejemplo, el coste de la ocupaci¨®n estadounidense de Irak supone diariamente un precio que duplica al que se puede obtener de la venta del petr¨®leo extra¨ªdo en el pa¨ªs. Dejo de lado las inversiones necesarias para la reconstrucci¨®n. El pueblo estadounidense no soportar¨¢ mucho tiempo esto ni que esos 150.000 o 200.000 militares sean v¨ªctimas de ataques m¨¢s o menos importantes, pero que no es exagerado prever. Adem¨¢s, la actual Administraci¨®n neoconservadora tampoco ser¨¢ eterna. Seg¨²n su punto de vista, algunos de los aliados europeos hemos adoptado posiciones antiestadounidenses por el simple hecho de no estar siempre de acuerdo con ellos.
P. Pero, una vez desaparecida la URSS, es l¨®gico que EE UU considere prioritario debilitar y dividir a la UE.
R. La guerra en Irak hay que mirarla como un cient¨ªfico observa un experimento. La hip¨®tesis estadounidense es que la victoria militar desembocar¨¢ en la instauraci¨®n de la democracia en el pa¨ªs, desactivar¨¢ el terrorismo de origen sirio, favorecer¨¢ la pacificaci¨®n entre los palestinos e Israel e impulsar¨¢ la modernizaci¨®n de las monarqu¨ªas de la zona. Si ¨¦se es el resultado, mejor para todos. Pero, al margen del argumento econ¨®mico, que ya he apuntado, y de que el mundo de la pol¨ªtica y el de los laboratorios se rigen por leyes distintas, es m¨¢s f¨¢cil mejorar la situaci¨®n en Oriente Medio con la ayuda de una UE fuerte y unida que sin ella. EE UU puede dividirnos, pero eso se volver¨¢ contra ellos, como un bumer¨¢n.
P. La actitud de EE UU respecto a la UE ha ido evolucionando. Defendieron su formaci¨®n, luego quisieron limitarla y ahora parecen querer hundirla.
R. La actitud de EE UU sobre la cuesti¨®n ha sido siempre esquizofr¨¦nica. Conviene no exagerar las diferencias entre ayer y hoy. Hace a?os que reclaman que Europa aumente el gasto militar, pero si lo hace se inquietan ante esa nueva potencia. Desean un aliado fuerte, pero no saben asumir las consecuencias. Pero puede que baste con recordar el comportamiento estadounidense ante la creaci¨®n del Sistema Monetario Europeo. Se manifestaron ferozmente en contra, intentaron que no se pusiese en marcha. Luego, con el euro, han sido m¨¢s prudentes, pero el n¨²mero de art¨ªculos publicado al otro lado del Atl¨¢ntico asegurando que era imposible hacer una moneda ¨²nica y que ser¨ªa un fracaso, es incontable. EE UU tiene que elegir entre un aliado fuerte e independiente y unos aliados d¨®ciles pero d¨¦biles. Y si nos dividen demasiado, se quedar¨¢n sin aliados.
P. Los problemas de la llamada convenci¨®n para elaborar una Constituci¨®n europea prueban que la UE se basta para dividirse.
R. La UE ha aceptado el reto de ampliarse antes de reformar sus instituciones. Lo ideal hubiera sido proceder a la inversa, pero la UE es adepta a buscar soluciones en pleno drama.
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