El euro puede esperar
El ministro del Tesoro, Gordon Brown, anunciar¨¢ ma?ana que el Reino Unido no cumple "todav¨ªa" las condiciones para integrarse en el euro. Es una decisi¨®n cantada. Hace tres meses parec¨ªa muy dif¨ªcil, pero no imposible, que Blair pudiera forzar la convocatoria de un refer¨¦ndum. Pero la crisis de Irak, que ha vuelto a hacer del continente un rival del Reino Unido, convierte en una tarea imposible que el Gobierno pueda ganar un refer¨¦ndum.
No es el ¨²nico obst¨¢culo. Hay problemas pol¨ªticos, como el creciente escepticismo de Brown hacia el euro, siempre ligado a sus propias aspiraciones a suceder a Blair. Problemas econ¨®mico-pol¨ªticos como la crisis que atraviesa Alemania y que convierten a la zona euro en un mal ejemplo a seguir. O el mandato del Banco Central Europeo, que le obliga a centrarse en el control de precios en perjuicio de los est¨ªmulos al crecimiento. O la aspiraci¨®n brit¨¢nica a que el continente reforme sus econom¨ªas para hacerlas m¨¢s abiertas y con un mercado laboral m¨¢s flexible como en el Reino Unido. Y hay tambi¨¦n problemas puramente econ¨®micos como el diferencial en tipos de inter¨¦s y sus efectos sobre el hipersensible mercado de la vivienda.
Desde el punto de vista t¨¦cnico, el tipo de cambio parec¨ªa hace muy pocos meses el principal obst¨¢culo para la integraci¨®n de la libra en el euro. Cuando empezaron a circular los billetes y monedas del euro, el 1 de enero de 2002, la libra cotizaba a 1,62 euros, equivalentes a 270 pesetas. Estos d¨ªas bastan 1,40 euros para comprar una libra, equivalentes a 235 pesetas, y lleg¨® a estar a menos de 230 pesetas en el momento de mayor fortaleza del euro, hace dos semanas.
Eso quiere decir que la libra ya est¨¢ lo bastante debilitada como para que la industria brit¨¢nica acepte esa paridad como el cambio definitivo frente al euro. Pero el Gobierno no parece decidido a aprovechar esa ocasi¨®n y el euro se hace esperar.
Ahora el problema no es el tipo de cambio, sino el tipo de inter¨¦s. Y sobre todo sus efectos sobre el delicado sector inmobiliario. La vivienda est¨¢ por las nubes, pero sigue creciendo a tasas desbocadas. No tanto como el 30% que lleg¨® a alcanzar en oto?o-invierno, pero todav¨ªa en torno al 25% anual. La subida se explica en parte por la ca¨ªda de tipos de inter¨¦s, los m¨¢s bajos en Gran Breta?a desde los a?os cincuenta, con una tasa del 3,75%.
Sin embargo, esa tasa sigue siendo muy alta comparada con el 2% de la zona euro, por lo que algunos expertos creen que el ingreso en la moneda europea llevar¨ªa a una ca¨ªda de tipos que inyectar¨ªa a¨²n m¨¢s presi¨®n al alza al mercado brit¨¢nico. Otros creen, en cambio, que la entrada en el euro llevar¨ªa a los inversores brit¨¢nicos al mercado continental en busca de precios bajos, lo que provocar¨ªa un crash de la vivienda en Gran Breta?a.
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