Apellidos con peso
Los hijos de Futre, Aquino, M¨¢gico Gonz¨¢lez, Urban y Sabonis siguen los pasos de sus padres en el deporte espa?ol
Fabio Jorge Pinto, extremo derecho, fich¨® a los ochos a?os por el Atl¨¦tico de Madrid. Ahora tiene 12, y su apellido es Futre. "Tiene m¨¢s responsabilidades por llamarse as¨ª", dice su padre, Jorge Paulo, jugador del Atl¨¦tico entre 1987 y 1983 y en la temporada 1997-98, y ex director deportivo del club. "Tiene casta y mucho car¨¢cter, y es muy r¨¢pido, como yo, aunque todav¨ªa es muy pronto. Ahora lo m¨¢s importante es el colegio y que disfrute de cada partido", a?ade Futre padre.
- ?Dennis o Tcheryshev?
La misma edad que Fabio tiene Tcheryshev, Dennis, delantero en el infantil B del Real Madrid, hijo de Dimitri, ex delantero ruso del Sporting de Gij¨®n y del Burgos. Dennis se form¨® en la escuela de Mareo, pas¨® de ah¨ª al Sporting, el Burgos, la selecci¨®n de Castilla y finalmente el Real Madrid. Una hora despu¨¦s de jugarse un encuentro amistoso entre las selecciones auton¨®micas de Madrid y Castilla, un ojeador del conjunto blanco llam¨® a Dimitri: "Queremos fichar a tu hijo". "La gente ya no habla de m¨ª, habla de ¨¦l", cuenta Dimitri, "me ven y dicen 'mira, ¨¦se es el padre de Tcheryshev'. Como jugadores somos distintos, Dennis tiene m¨¢s calidad y m¨¢s ganas, yo era m¨¢s explosivo".
Tcheryshev, padre, aconseja a Tcheryshev, hijo. Primero sobre los peligros de la profesi¨®n: "No tengo que dejar que se crezca, eso fue lo que me pas¨® a m¨ª. Con 13 a?os yo pensaba que era una estrella, y perd¨ª amistades". Y luego, claro, sobre el arte del regate: "Peque?o, te acercas mucho al defensa, y as¨ª no puedes driblar. Deja dos o tres metros y te vas por velocidad. Y no puedes tirar siempre con la izquierda, tienes dos piernas. Mira lo que hace Ra¨²l, control y pase, control y pase". Dennis, admirador de Zidane y Figo, aprende, y duda todav¨ªa en qu¨¦ nombre pondr¨¢ en su camiseta, Dennis o Tcheryshev. "Tcheryshev, mejor", se encarga de decir el propio Dennis delante de su padre.
- "Urban, a ver si eres la mitad de bueno que tu padre". La herencia de delanteros sigue con Piotrek, un chaval de 16 a?os, cadete en Osasuna, que entrena a un equipo de f¨²tbol sala y quiere estudiar Educaci¨®n F¨ªsica. Su padre entrena a un equipo juvenil, y el a?o que viene dirigir¨¢ a Osasuna B, en Segunda Divisi¨®n B. Su padre es uno de los mejores delanteros de la historia de Osasuna: Jan Urban, jugador rojillo entre 1989 y 1994 -luego pas¨® a Valladolid y Toledo-, recordado por ejemplo por marcar tres goles en el Bernab¨¦u en un 0-4 al Madrid. "Por dentro siente algo, piensa 'a ver si consigo lo que ha hecho mi padre', y eso es presi¨®n. La gente le dice que ya va bien si es la mitad de bueno que yo", cuenta Jan Urban. ?Y se parecen? "Mi mujer dice que somos id¨¦nticos. Piotrek tiene muy buena visi¨®n de juego, maneja bien las dos piernas, y es casi m¨¢s alto que yo. Es r¨¢pido en carrera larga, y ha crecido tanto en dos a?os que ha de estabilizarse. Le falta fuerza para mover ese cuerpo".
Piotrek, o Pedro como le llamaban sus compa?eros, lleg¨® a Espa?a con dos a?os y medio. Ahora bromea con jugar en el Bar?a, su club preferido, y la selecci¨®n polaca ha preguntado por ¨¦l. "Mi padre me ha dejado el list¨®n muy alto", cuenta Piotrek, acostumbrado a los comentarios: "A veces me harto de que me digan que soy el hijo de tal. Lo dicen por fastidiar".
- Maric y Maric, el entrenador en casa. El apellido Maric tambi¨¦n se ha perpetuado. Zoran, campe¨®n de Europa con el Estrella Roja, jug¨® en el Celta y en el Compostela, equipo al que entren¨® hace dos temporadas. Su hijo Goran, de 19 a?os, marca goles en el juvenil de Divisi¨®n de Honor del Celta y en el filial en Segunda B, tras jugar antes en el Compostela y el Barcelona. Goran naci¨® en Yugoslavia, pero el f¨²tbol le trajo a Espa?a hace ya 15 a?os. Incluso contesta al tel¨¦fono con acento gallego. "A mi padre s¨®lo lo he visto en v¨ªdeos. A m¨ª me gusta mucho jugar arriba, me va el gol". Como otros, Goran ha vivido la cara y la cruz de un apellido con historia. "Mi padre me entren¨® en los cadetes, y lo pas¨¦ fatal. Si jugaba, dec¨ªan que era porque mi padre era el entrenador; y si no jugaba, lo ten¨ªa que ver en casa. Con 14 a?os no entend¨ªa que mi propio padre no me sacara a jugar".
- El Toro Aquino: "Piensan que juega porque es mi hijo". La misma coincidencia viven Daniel Aquino, padre, y Daniel Aquino, hijo. El Toro Aquino, argentino de Enterr¨ªos de 37 a?os, jug¨® en el Murcia, Albacete, Betis, Rayo Vallecano, M¨¦rida, Lorca y el a?o pasado en el Relea Las Palas. Ahora es entrenador de infantiles en el Murcia, y al salir de casa se encuentra en el vestuario con Daniel Aquino, su hijo. "Es consciente del apellido que lleva", cuenta el padre, "ha de hacerlo muy bien porque yo era bastante conocido. La gente piensa que juega porque es mi hijo, pero lo soporta. Como jugador tiene cosas m¨ªas, como la forma en que le da al bal¨®n".
- El arte de 'El Magiquito de San Fernando'. Para parecidos, cuentan, el de Jorge Werner y su padre, Jorge M¨¢gico Gonz¨¢lez. "Dicen que tengo sus gestos", dice Jorge, centrocampista del Chiclana B, en Segunda Regional. Hasta hace dos a?os no conoc¨ªa a su padre, el gran M¨¢gico Gonz¨¢lez, ex jugador del C¨¢diz, y ahora lleva el apellido Werner, fruto del matrimonio de su madre con otro hombre cuando Jorge ten¨ªa ocho a?os. "Me llaman El Magiquito de San Fernando", cuenta Jorge, de 19 a?os, entre risas. "Dicen que mi padre era un figura, lo he visto en v¨ªdeos. Ahora hablo bastante con ¨¦l, desde El Salvador. Me da consejos, me dice que tenga cuidado con la gente, y que me cuide. Me lo dice porque ¨¦l no se cuidaba".
Como M¨¢gico, Jorge, un chico distra¨ªdo, tambi¨¦n llega tarde a veces a los entrenamientos, o entra al campo con sue?o. "Cuando no juego, me da igual el f¨²tbol, pero con una pelota en los pies no me paro, me olvido del sue?o, y la gente se sorprende. En eso soy como mi padre".
- "He pagado los resentimientos por llevar el apellido Gatti". Otros han cambiado de estilo. Incluso de posici¨®n en el campo. Como Lucas Gatti, centrocampista de 25 a?os del Badajoz, hijo de El Loco Gatti, m¨ªtico portero argentino. Lucas lleg¨® a Espa?a en diciembre, tras jugar en Argentinos Juniors, Boca Juniors, San Lorenzo y el Dundee, escoc¨¦s. "Nunca me dio por ser portero, mi padre no me lo inculc¨®, y la porter¨ªa no me gustaba. A veces me pongo los guantes, pero s¨®lo en plan cachondeo", dice Lucas.
En su caso, el apellido Gatti fue una losa en Argentina. "Siempre me lo dec¨ªan con mala intenci¨®n, y yo no entro en esas tonter¨ªas. Es la t¨ªpica frase f¨¢cil y barata. Me he topado con entrenadores que han coincidido con mi padre, y como su forma de ser no gustaba yo he pagado los resentimientos. Menos mal que mi padre me ha hecho creer en m¨ª mismo", explica Lucas. "Le dije a mis hijos que no fueran al arco. Lucas tiene condiciones para jugar en el medio. Le entra el f¨²tbol por la cabeza y le sale por los pies, es muy inteligente", cuenta desde Argentina su padre, Hugo Gatti. "En mi pa¨ªs mi apellido le cerr¨® la puerta. Es un apellido muy fuerte y ¨¦ste es un pa¨ªs muy sangu¨ªneo. ?l ha pagado la envidia hacia m¨ª", a?ade El Loco, de 58 a?os. Otro de sus hijos, Federico, mediapunta de 21 a?os, jug¨® seis meses en la Ponferradina.
- Songo'o, en el Bar?a, y Pintinho en el Sevilla. Franck Steve Songo'o, hijo del ex portero del Deportivo Jacques Songo'o, tambi¨¦n se ha quitado los guantes. Franck, de 15 a?os, no juega en el Depor, lo hace en el cadete A del Barcelona. Y no est¨¢ bajo los palos. Es un extremo derecho r¨¢pido y fuerte, al que todos conocen como Franck y que vive en La Mas¨ªa desde que hace cuatro a?os el Bar?a lo fichara tras un torneo de alevines en Brunete.
En Sevilla, mientras, todav¨ªa recuerdan a Carlos Alberto Pintinho, centrocampista internacional brasile?o que jug¨® cuatro temporadas en el equipo andaluz en los a?os 80. Hasta hace seis meses, su hijo, tambi¨¦n centrocampista, apodado Pintinho como ¨¦l (significa pollito), jugaba en el Sevilla. Lo dej¨® por orden del padre, en castigo por las malas notas. Tambi¨¦n el hijo de Daniel Carnevalli, portero del Las Palmas entre 1973 y 1979 y actual delegado del club canario, prob¨® suerte en el Ourense; y Vlada y V¨ªctor Djukic, hijos del central del Valencia, juegan en el equipo valenciano; y los dos hermanos de Eto'o siguen sus pasos en el Mallorca?
- Sabonis y sus pases "de NBA". Adem¨¢s del f¨²tbol, tambi¨¦n el baloncesto es un deporte de herencias. En M¨¢laga, por ejemplo, juega todav¨ªa Sabonis. S¨ª, Zygimantas y Tautuydas Sabonis, de 12 y 11 a?os respectivamente, hijos de Arvydas Sabonis, el ex jugador de Valladolid y Real Madrid y ahora en el Portland Trail Blazers de la NBA. Sus hijos Yygui y Tuty, como les llaman los compa?eros, juegan en la Escuela Guindos de M¨¢laga, y Unicaja tiene una opci¨®n de compra sobre ellos cuando lleguen a infantiles. "Tuty es muy extravertido. Yo lo veo un gran jugador, aunque un poco flojo en los entrenamientos. Es un gran pasador, t¨¦cnicamente muy bueno y muy buen tirador", dice su entrenador, Javier P¨¦rez.
La familia Sabonis, menos el padre, vive en Torremolinos, a 13 kil¨®metros de M¨¢laga, e intenta huir de comparaciones. Los ni?os tienen dificultades para hablar espa?ol, y acuden a un colegio ingl¨¦s. "Cuando vamos a cualquier sitio a jugar, todo el mundo se les queda mirando, hasta los ¨¢rbitros", cuenta P¨¦rez. Tanto les molestan a los chicos esas miradas que Yygui, el mayor, dice a los jueces de mesa que no es el hijo de Sabonis para que no les molesten. "Tuty hace pases que no son normales. Sus compa?eros le dicen: 'd¨¦jate de pases de NBA'. Da asistencias que no veo ni yo", dice su entrenador.
- La punter¨ªa yugoslava de Stefan Ivanovic. Mientras en M¨¢laga se frotan los ojos y las manos con los Sabonis, en Vitoria no pierden de vista a los Ivanovic. Dusko entrena a la primera plantilla del Tau; su hijo Stefan es un escolta de 1,98 metros y 16 a?os que asombra en el equipo junior. "Es uno de nuestros mejores jugadores. Su t¨¦cnica individual es excelente, como buen yugoslavo", dice su entrenador, David Gil. Stefan fue campe¨®n de Euskadi con la selecci¨®n junior alavesa, ha sido seleccionado por el combinado yugoslavo junior, y en pretemporada se entren¨® un mes con el primer equipo del Tau, que entrena su padre.
"Dicen que tiene talento, buena mu?eca como yo", afirma Dusko, su padre. "Me es muy dif¨ªcil opinar sobre mi hijo. Espero que mi apellido no le influencie, que lo gane todo por ¨¦l. Yo era un escolta tirador, Stefan es m¨¢s alto y polivalente, lleva con un bal¨®n desde que naci¨®". Dusko Ivanovic jug¨® en Girona y Vitoria, y Stefan lleva 13 a?os en Espa?a. Habla perfectamente espa?ol y se atreve con el euskera, va a ver jugar a equipos de otras escuelas, posibles rivales, y se siente "un vitoriano m¨¢s". "Si fuese espa?ol, podr¨ªa ser jugador de ACB", explica su t¨¦cnico.
Ivanovic espera seguir los pasos de otras dos ilustres familias del baloncesto, los Brabender y los Luyk. Como en muchos otros casos, su apellido est¨¢ cargado de historia.
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