"El escarabajo es la memoria de la vida", afirma el artista belga Jean Fabre
El creador exhibe dibujos, v¨ªdeos y sus c¨¦lebres esculturas con insectos en la Mir¨® de Barcelona
Ernst J¨¹nger combinaba la literatura y la guerra con la entomolog¨ªa y durante la invasi¨®n de Francia recog¨ªa escarabajos de la patata a la par que rescataba cartas de amor de los blindados destruidos. No menos ins¨®lita y fecunda es la relaci¨®n del polifac¨¦tico artista flamenco Jean Fabre (Amberes, 1958) -al que la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona consagra ahora una exposici¨®n- con los insectos, especialmente esos "escarabajo joya" (Buprestidae) que son la materia prima de muchas de sus creaciones. "El escarabajo es la memoria de la vida", dijo ayer Fabre.
La exposici¨®n de Jean Fabre se inaugura ma?ana y podr¨¢ visitarse hasta el 12 de octubre. Se titula Gaude succurrere vitae -Al¨¦grate de ayudar a la vida- y la integran casi 150 obras entre dibujos, esculturas y v¨ªdeos, que componen un recorrido alucinante y perturbadoramente polis¨¦mico, con refencias insoslayables a Kafka, a los maestros flamencos, al Egipto fara¨®nico o a los viejos gabinetes de ciencias naturales. Entre el material que se exhibe figuran piezas impactantes como dibujos hechos con sangre del propio Fabre (algunos muy escatol¨®gicos), una escultura de un personaje ¨¤ la Magritte tocado con bomb¨ªn, erizado de chinchetas y con panceta en las pantorrillas -reminiscencia de la performance en que el artista se lijaba las piernas hasta dejarlas en carne viva- o una vitrina con insectos y ara?as metamorfoseados en seres on¨ªricos: una ara?a-br¨²jula o una cigarra con vitola.
Sin embargo, son las esculturas hechas totalmente o en parte con escarabajos -generalmente los bell¨ªsimos cole¨®pteros del g¨¦nero buprestidae, millares de ellos- lo m¨¢s destacable de la exposici¨®n: una enorme bola de ¨¦litros verde met¨¢lico que remite a la del escarabajo pelotero o un cementerio de dos docenas de cruces-espadas (que hacen pensar en Cirlot) flanqueadas por calaveras con peque?os animales disecados (un patito, un armi?o o un periquito) en sus mand¨ªbulas. Dos obras sobresalen: el impresionante El apicultor, un h¨¢bito de monje confeccionado tambi¨¦n con cole¨®pteros y que, inspirado en Brueghel, resulta inquietante en su gesto como de segar con guada?a (hay otros trajes de quitina: uno de noche, otro de buf¨®n), y el ata¨²d hecho con escarabajos del que emergen las alas, el cuello y las patas de un cisne. Para Fabre, el escarabajo, pese a la simbolog¨ªa general que lo identifica con oscuridad, muerte y plaga, no tiene connotaciones negativas. Muy al contrario, "es una memoria imprescindible de la vida en este planeta", y le ofrece al artista "la idea del exoesqueleto, de una nueva piel para el ser humano".
La exhibici¨®n incluye filmes de Fabre muy interesantes como el que muestra el encuentro del artista con Sloterdijk o los centrados en el mundo coreogr¨¢fico, del que Fabre es una estrella mundial: William Forsythe bailando en un viejo museo de patolog¨ªas anat¨®micas o Wim Vanderkeybus tratando de mimar movimientos de insectos en un imposible ballet de Gregor Samsa.
Fabre, que presentar¨¢ en Barcelona, en el marco del festival Grec, del 17 al 20 de julio, su espect¨¢culo Je suis sang, una reflexi¨®n visionaria sobre "el cuerpo l¨ªquido", recalc¨® que la danza y los escarabajos no son, contra lo que pudiera parecer, antit¨¦ticos. "Mis estudios entomol¨®gicos son aplicables a la cin¨¦tica humana, ofrecen una nueva interpretaci¨®n del movimiento en escena, al igual que de la escultura". El artista subray¨® que el leit motiv de su trabajo es la "conciliaci¨®n de elementos, hechos y teor¨ªas de procedencia distinta".
Fabre, que conoci¨® a J¨¹nger y departi¨® a menudo con ¨¦l, especialmente sobre arte y sobre la m¨ªmica de las mariposas, dijo que prepara un libro de sus conversaciones con el escritor.
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