Greenpeace defiende su protesta ante la juez y acusa al Gobierno de persecuci¨®n

Greenpeace acus¨® ayer al Gobierno de someter a la organizaci¨®n a "una aut¨¦ntica persecuci¨®n" por protestar contra la tala ilegal de madera tropical y anunci¨® que estudia las v¨ªas legales y pol¨ªticas para responder al expediente sancionador y el aval de 300.500 euros que le exige el Ministerio de Fomento. Los activistas que se encadenaron al mercante Honour defendieron en el juicio su protesta; la Fiscal¨ªa pidi¨® multas por desobediencia y coacciones.

El abogado de Greenpeace Espa?a, Jos¨¦ Manuel Marraco, afirm¨® en los pasillos del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 7 de Valencia que la organizaci¨®n ecologista "est¨¢ sufriendo una aut¨¦ntica persecuci¨®n" y critic¨® la apertura del expediente sancionador por parte de Fomento antes de resolverse la v¨ªa penal iniciada ayer con el juicio contra los cinco activistas que ocuparon el pasado viernes el Honour y el capit¨¢n del Rainbow Warrior. El ministerio exige un aval de 300.500 euros antes de dejar zarpar de Valencia al buque de la ONG, el Rainbow Warrior. Esta cantidad corresponde a la multa m¨¢xima que podr¨ªa imponer a Greenpeace por dificultar la entrada en el puerto del buque Honour. La organizaci¨®n considera irregular que se fije la cifra m¨¢xima y tambi¨¦n la posibilidad de que se sancione a Greenpeace por la v¨ªa penal y la administrativa, por lo que estudia respuestas "jur¨ªdicas y pol¨ªticas" a la situaci¨®n.

El abogado subray¨® que el expediente lo ha firmado el director general de la Marina Mercante, Jos¨¦ Luis L¨®pez-Sors, "imputado por el caso del Prestige". Marraco tambi¨¦n destac¨®, por inusual, la participaci¨®n del delegado del Gobierno, Juan Cotino, en el operativo de la Guardia Civil que puso fin a la acci¨®n ecologistas en el Honour. Miguel ?ngel Soto, responsable de la campa?a de bosques, record¨® que Valencia es el principal puerto de entrada de madera tropical del Mediterr¨¢neo occidental. "El sector de la madera y el mueble de la Comunidad Valenciana est¨¢ haciendo negocios sucios en ?frica y est¨¢ comprando madera a las empresas vinculadas con la destrucci¨®n de los bosques", dijo Soto.

En el juicio, el mando de la Guardia Civil que dirigi¨® la operaci¨®n para poner fin a la protesta, declar¨® que el barco de la ONG desobedeci¨® "reiteradamente" la orden de parar motores, por lo que fue abordado "con grave riesgo" de los agentes. Una vez a bordo, el capit¨¢n del Rainbow Warrior, Joel Steward, "se encerr¨® en el puente de mando", pero luego sigui¨® las instrucciones de la Guardia Civil.

Steward asegur¨® que hab¨ªa parado el barco antes de la intervenci¨®n policial y que lo puso de nuevo en marcha para evitar colisiones con las patrulleras de la Guardia Civil y el Honour. Antes de celebrarse la vista, Steward afirm¨® que los activistas de Greenpeace "no son delincuentes, los culpables del problema son otros y lo importante es la destrucci¨®n de los bosques". Los otros tres ecologistas juzgados -dos de ellos ya no est¨¢n en Espa?a y delegaron su representaci¨®n en el abogado- explicaron que no se opusieron a ser desencadenados del Honour, y que no pretend¨ªan "menospreciar la autoridad" de la Guardia Civil, sino "dar a conocer a la opini¨®n p¨²blica el problema de la tala ilegal de los bosques en ?frica".

La Fiscal¨ªa pidi¨® para Steward 180 euros de multa por una falta de desobediencia. Para el resto, por una falta de coacciones, solicit¨® 60 euros de multa. La defensa pidi¨® la absoluci¨®n.