Eminem arrasa con su rabia rapera en una gira por 11 ciudades europeas

Las entradas se pusieron a la venta con meses de antelaci¨®n y se agotaron en horas. Eminem act¨²a hoy en Par¨ªs, y los pr¨®ximos s¨¢bado, domingo y lunes en Londres, en la gira que le llevar¨¢ por 11 ciudades europeas y que comenz¨® el d¨ªa 13 en la ciudad alemana de Essen. El pol¨¦mico artista ha vendido 16 millones de copias de su disco The Eminem Show y se ha convertido en un icono para muchos j¨®venes. La gira coincide con la publicaci¨®n de una biograf¨ªa no autorizada, La oscura historia de Eminen (Ma non troppo), un repaso a su turbulenta historia.

Si hay algo que no soporta Eminem (Kansas, Misuri, 1974) es que lo comparen con Elvis Presley. Pero resulta inevitable: ambos han sido capaces de reinar en un g¨¦nero musical inventado por los afroamericanos. El rapero blanco vive uno de los momentos m¨¢s dulces de su carrera. Es compositor de sus propias canciones y su vida es tema recurrente en sus letras. Sus discusiones con su ex esposa -fue arrestada recientemente con coca¨ªna en el bolso- y las acusaciones contra su progenitora son mundialmente conocidas. Lleva medio cuerpo tatuado, ha sido detenido en un par de ocasiones por posesi¨®n de armas y su vocabulario est¨¢ plagado de palabras como zorra, cabr¨®n o marica -"un insulto que no pretende ser literal", seg¨²n ha declarado-, pero con apenas cuatro discos en el mercado, se ha convertido en un fen¨®meno, como antes lo fueron Michael Jackson o Madonna.

En su gira europea, Eminem viaja con los teloneros 50 Cent, Obie Trice, D12 y DJ Green Lantern. En medio de impresionantes medidas de seguridad -no dejan pasar con c¨¢maras fotogr¨¢ficas-, el espect¨¢culo comienza con la voz de Eminem rapeando, pero a lo largo del concierto y sin interrupciones se van turnando en el escenario todos los hiphoperos. Los discos, The Eminem Show y algunas de las canciones de la banda sonora de 8 Millas, considerada por muchos como un filme autobiogr¨¢fico, son repasadas a lo largo del concierto. Espa?a, donde actu¨® el pasado noviembre en la fiesta de la MTV, no est¨¢ incluida en la gira.

Las actuaciones de Eminen llegan casi al mismo tiempo que su biograf¨ªa no autorizada, del periodista norteamericano, Nick Hasted. La oscura historia de Eminem es una narraci¨®n oral, contada a trav¨¦s de entrevistas -desde las compa?eras de colegio a la chica que trabaj¨® con ¨¦l en una pizzer¨ªa-, pero todas las declaraciones del rapero est¨¢n tomadas de entrevistas de revistas musicales.

La historia de Marshall Mathers -compuso su apodo (M&M pronunciado) con sus iniciales- es espeluznante. El periodista describe con crudeza la infancia de un ni?o abandonado por su padre y criado por una madre incapaz de comprender a su hijo y que en m¨¢s de una ocasi¨®n no supo muy bien qu¨¦ hacer con ¨¦l. Sin dinero y sin rumbo transcurrieron los primeros a?os de Marshall Mathers, un chico obligado a llevar una existencia errante de colegio en colegio. Fue perseguido por bandas de chicos borrachos y adictos a las drogas y recibi¨® multitud de palizas. "Se met¨ªan conmigo en todos lados. En el camino hacia la escuela, en el colegio. Me estaban jodiendo siempre. Yo era un ni?o normal y t¨ªmido. Era alguien jodible". La rabia como respuesta al modo como fue tratado impregna sus canciones. "Si hay algo que la m¨²sica puede dar, es motivaci¨®n para darse cuenta de que todo es posible, siempre que se luche por ello sin echarse atr¨¢s. Yo no ten¨ªa nada que me importara hasta que encontr¨¦ algo que amar, la m¨²sica. Y eso lo cambi¨® todo".

Es sorprendente c¨®mo un adolescente con una autoestima tan fr¨¢gil consigui¨® triunfar cantando rap, un g¨¦nero en el que no destacaban los blancos. En ocasiones, fue abucheado por un p¨²blico de raza negra, en cuanto cog¨ªa un micr¨®fono para participar en las t¨ªpicas luchas de rimas entre raperos. Luego se acostumbr¨® a escuchar un "no est¨¢ mal para tratarse de un blanco", pero cuando se hizo mayor empez¨® a pensar: "Qu¨¦ co?o significa eso? Nadie puede elegir el color de su piel". El ¨¦xito, la fama y el dinero no han conseguido, sin embargo, cambiar la dureza de su mirada.