B¨¦lgica retira la validez universal a la ley que permite juzgar genocidios
La norma despert¨® la ira de la Administraci¨®n de Estados Unidos
La nueva revisi¨®n, por segunda vez en menos de tres meses, de la ley de competencia universal se ha convertido en el principal objetivo del Gobierno belga incluso antes de que se haya constituido ante las iras que la norma ha despertado en EE UU. El primer ministro en funciones, el liberal flamenco Guy Verhofstdat, anunci¨® ayer que ser¨¢ sustancialmente modificada a fin de evitar la persecuci¨®n de ciudadanos de pa¨ªses dem¨®cratas.
"No obedece a presiones norteamericanas", se jact¨® Verhofstdat al explicar el proyecto, que este fin de semana han urdido liberales y socialistas, los dos socios de la anterior coalici¨®n y que lo ser¨¢n tambi¨¦n de la pr¨®xima. El objetivo era hacerla menos pol¨¦mica, darle un nexo cien por cien belga, y en definitiva suavizar una ley que otorga desde hace 10 a?os a la justicia belga competencia universal en delitos de genocidio, cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad.
Sin embargo, el ministro de Exteriores, Louis Michel, tambi¨¦n liberal y un pol¨ªtico de verbo apasionado, asumi¨® las presiones al confesar que "se trata de recoger las preocupaciones de los pa¨ªses" que se han visto afectados. Incluso Michel ha sido v¨ªctima de los amplios espacios que contempla la disposici¨®n y afronta una querella por una venta de armas a Nepal por parte del anterior Gobierno.
Seg¨²n Verhofstdat, la ley se aplicar¨¢ ante todo si el autor del presunto delito es de nacionalidad belga o residente en B¨¦lgica o si la v¨ªctima es tambi¨¦n belga o con una residencia en este pa¨ªs de al menos tres a?os. Pero, sobre todo, y aqu¨ª es donde se cercena el esp¨ªritu hasta ahora de la norma, los tribunales belgas s¨®lo podr¨¢n aceptar demandas contra ciudadanos de pa¨ªses donde ese tipo de delitos no est¨¦n contemplados ni tengan garant¨ªas de un juicio justo.
EE UU ha criticado con dureza la ley y ha pedido que sea archivada ante el rosario de demandas que han sido interpuestas contra lo m¨¢s selecto del poder pol¨ªtico y militar norteamericano.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, mont¨® en c¨®lera cuando estuvo hace dos semanas en Bruselas. Dijo que su Gobierno hab¨ªa decidido congelar la contribuci¨®n a la construcci¨®n de la nueva sede de la OTAN, que debe levantarse en la capital belga, hasta que la disposici¨®n no desaparezca.
"No es una amenaza es un hecho", sentenci¨® Rumsfeld. "Nadie va a poder venir tranquilo aqu¨ª", coment¨® al enumerar que entre los demandados figuraban entre otros George Bush padre, Colin Powell, por la primera guerra del Golfo (1991), y el general Tommy Franks. D¨ªas atr¨¢s llegaron nuevas demandas contra George W. Bush, su consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair.
El caso m¨¢s controvertido de esta ley ha sido, sin duda, el del actual primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, contra el que un grupo de ciudadanos belgas y palestinos presentaron una demanda por su presunta responsabilidad cuando era ministro de Defensa en la matanza de refugiados palestinos en L¨ªbano en 1982. La demanda est¨¢ congelada al menos hasta que deje la jefatura de Gobierno.
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