Categor¨ªa totalizadora

La organizaci¨®n de un ciclo pian¨ªstico dedicado a los j¨®venes valores siempre ser¨¢ intento positivo, incluso para quienes no gustamos demasiado de dividir a los artistas por la edad. De cualquier modo, aqu¨ª est¨¢n algunos sucesores de la generaci¨®n de los Volodos o los Kissin, nietos art¨ªsticos de Barenboim o Pollini. Se llaman, ci?¨¦ndonos al ciclo de Scherzo, Cristina Marton (Rumania), Javier Peria?ez (Espa?a) y Andrea Bacchetti (G¨¦nova).

Con un sonido limpio y transparente, un mecanismo virtuosista pero desnudo de vanidad, un criterio personal y al mismo tiempo riguroso, Bacchetti deja asomar su sensibilidad musical poco amiga de excesos. As¨ª sus suites de Bach (la francesa en sol mayor o la inglesa en mi menor) entendidas con sobriedad estil¨ªstica pero enteramente desde el piano, llenaron la primera parte del programa y valieron al pianista genov¨¦s muy largos aplausos.

Los hubo, muy justamente, para los Encores del fallecido Luciano Berniosiempre, capaz de soluciones originales. No de otra manera cre¨® su inmensa y perfecta obra Mozart, que nos lleg¨® en una preciosa versi¨®n de la Sonata en do mayor, K. 397, y otra, m¨¢s intensa por la demanda de los pentagramas, de la Fantas¨ªa en re menor, K. 397. Para final, una de las m¨¢s hermosas sonatas de Prokofiev, la n¨²mero 4 en do menor, (D'apr¨¦s des vieux cahiers), estrenada por el mismo compositor en Petrograd. Bacchetti desentra?¨® toda la complejidad de su contenido. Las ovaciones se multiplicaron y dieron lugar a un par de propinas.