La BBC denuncia intimidaciones del Gobierno de Blair por la guerra de Irak

El director de informativos de la BBC, Richard Sambrook, hizo p¨²blica ayer una carta de nueve folios en la que denuncia que el Gobierno brit¨¢nico "intent¨® intimidar a la BBC por su informaci¨®n sobre los acontecimientos que llevaron a la guerra y durante el conflicto mismo". Sambrook se neg¨® a presentar las disculpas exigidas por Downing Street y ratific¨® la validez de la informaci¨®n, basada en una fuente de los servicios secretos que sostiene que el Gobierno de Tony Blair exager¨® las pruebas que ten¨ªa sobre el arsenal del ex presidente iraqu¨ª Sadam Husein.

El enfrentamiento entre el Gobierno de Tony Blair y la BBC es el m¨¢s grave desde la llegada de los laboristas al poder y ha sido comparado por la prensa con el que enfrent¨® a la corporaci¨®n con Margaret Thatcher en los a?os ochenta. La crisis estall¨® cuando el corresponsal pol¨ªtico de BBC Radio, Andrew Gilligan, afirm¨® que, seg¨²n una fuente de alto nivel de los servicios secretos, el Ejecutivo manipul¨® un informe para incluir el dato de que Sadam Husein pod¨ªa lanzar un ataque con armas de destrucci¨®n masiva en 45 minutos.

El Gobierno ha negado con insistencia que obligara a sus servicios secretos a incluir ese dato, que se ha revelado falso. Semanas atr¨¢s, el ministro de Asuntos Exteriores admiti¨® que el dato se bas¨® en una sola fuente, pero insisti¨® en que en ese momento pareci¨® cre¨ªble.

Ayer, en su segunda comparecencia ante la Comisi¨®n de Exteriores de los Comunes, que estudia esas acusaciones, Straw reconoci¨® que el dato de los 45 minutos no figuraba en la primera versi¨®n del informe, aunque asegur¨® que eso se deb¨ªa a que el dato no lleg¨® hasta pocas semanas antes de que el informe se publicara. Straw mantuvo un duro enfrentamiento con el presidente de la comisi¨®n, el laborista Donald Anderson, al negarse a aceptar la petici¨®n de ¨¦ste de que el jefe de los servicios secretos comparezca ante la comisi¨®n. Straw s¨®lo admite que esa comparecencia sea ante el Comit¨¦ de Inteligencia y Seguridad, que se re¨²ne en secreto. "Usted est¨¢ de hecho utilizando una cuesti¨®n jurisdiccional para impedir que este comit¨¦ tenga acceso a lo que puede ser un testimonio decisivo", le espet¨® Anderson al ministro.

El director de informativos de la BBC subray¨® en la carta de nueve folios enviada ayer a Alastair Campbell, director de Comunicaciones y Estrategia de Tony Blair, que Straw hab¨ªa reconocido que el dato de los 45 minutos fue incluido a posteriori, un dato que refuerza a quienes creen que el Gobierno alter¨® los informes para hacerlos m¨¢s atractivos, "m¨¢s sexys".

La carta es respuesta a las exigencias del Gobierno de que la BBC se disculpe, lanzadas por Campbell el mi¨¦rcoles al comparecer en el Comit¨¦ de Asuntos Exteriores, reafirmadas por el mismo Campbell en una carta enviada el jueves a la BBC y ayer de nuevo por el portavoz oficial de Tony Blair.

El texto de Richard Sambrook asegura que la BBC no tiene posici¨®n sesgada en contra de la guerra de Irak y denuncia que la corporaci¨®n est¨¢ convencida de que "el n¨²mero 10 intent¨® intimidar a la BBC por su informaci¨®n sobre los acontecimientos que llevaron a la guerra y durante el conflicto mismo". "Nuestra obligaci¨®n era presentar un cuadro imparcial y usted no estaba en situaci¨®n de juzgar si era imparcial", le reprocha a Campbell.

Trabajo de los inspectores

Sambrook revela los reproches del director de Comunicaciones de Blair: "En marzo me escribi¨® una carta para sugerirme que hab¨ªamos dado demasiada importancia al voto que se recordar¨¢ como la mayor revuelta parlamentaria en la historia moderna". Asegura que las falsedades descubiertas en el segundo informe del Gobierno sobre Irak daban credibilidad a las acusaciones sobre presuntas falsedades en el primero. Da cuenta de las informaciones, tambi¨¦n cr¨ªticas hacia el Gobierno aparecidas enmedios como The Observer, The Independent, The Guardian, Times, Washington Post y Sunday Times, as¨ª como las manipulaciones de la informaci¨®n de espionaje denunciadas en su d¨ªa por el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, y por el ex ministro Robin Cook.

La BBC se niega, en consecuencia, a presentar disculpas a Alastair Campbell y ratifica su confianza en el periodista objeto de las denuncias, Andrew Gilligan. "Tenemos que pensar que est¨¢s llevando a cabo una vendetta personal contra un periodista concreto, con cuyas informaciones has estado a menudo en desacuerdo", concluye el director de informativos de la BBC.