Viaje al pasado
Menciona Eduardo Haro Tecglen, periodista rojo, el bochorno que le produce ese espect¨¢culo primaveral de la pol¨ªtica espa?ola, en la que s¨®lo hay esc¨¢ndalos inmobiliarios, corrupciones y leyes hechas a la medida para eternizarse en el poder y seguir chupando, y yo me digo que s¨ª, que ¨¦ste es un pa¨ªs de sinverg¨¹enzas, y el ¨²nico consuelo -de tontos- es que los dem¨¢s, nuestros vecinos, son tan sinverg¨¹enzas como nosotros, pues en Italia legislan para favorecer a Berlusconi, en Francia para impedir que Chirac vaya a la c¨¢rcel por chorizo y en Inglaterra para que nadie le tosa a Blair por haber mentido ante el parlamento en el bluf de las armas de destrucci¨®n masiva.
Hace bochorno en el aire de esta Valencia h¨²meda de junio y tambi¨¦n en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos que tratan del acontecer nacional, pero hete aqu¨ª que una noticia me hace de pronto olvidar el presente y me transporta a los a?os en que yo sal¨ªa de la ni?ez. Se trata de la exposici¨®n Lester-Freeman: Una visi¨®n personal, que consiste en una serie de fotograf¨ªas expuestas en el Centro Valenciano de Cultura Mediterr¨¢nea -la antigua Beneficencia, que es un lugar muy querido para m¨ª, pues fue all¨ª donde situ¨¦ el convento de mi novela Hijas de Eva-, fotograf¨ªas que recrean el fuera de campo de las dos pel¨ªculas que Richard Lester hizo con los Beatles, A Hard Day's Night y Help, cuyos t¨ªtulos de cr¨¦dito fueron dise?ados por el fot¨®grafo Robert Freeman.
Varios a?os antes de estas dos pel¨ªculas, en 1962, el locutor chileno Ra¨²l Matas -?qu¨¦ habr¨¢ sido de ¨¦l?- hizo que mi generaci¨®n descubriese la existencia de quienes en aquel momento, de manera ef¨ªmera, aqu¨ª denominamos el cuarteto de Liverpool o incluso Los Escarabajos (por confusi¨®n entre beetle y beatle). Eran los tiempos de la radio, la televisi¨®n s¨®lo lleg¨® a provincias tres o cuatro a?os despu¨¦s y, hoy, cuando aquel hervor no es m¨¢s que recuerdo, he pensado en lo mucho y lo poco que cambi¨® el panorama.
Vi A Hard Day's Night en el cine Olimpia de Granada, hermoso local del siglo XIX que hoy ha sido reemplazado por un miserable edificio de apartamentos. La guerra del Vietnam estaba en sus inicios, Kennedy acababa de morir, los especuladores espa?oles iniciaban la destrucci¨®n del medio ambiente -hoy ya casi conclusa con el enladrillado de todas las costas del pa¨ªs-, ETA no hab¨ªa nacido, el mayo franc¨¦s se estaba cocinando en los bulevares de Par¨ªs y a Franco le quedaban diez a?os de regencia.
?Qu¨¦ sigue igual? Los sinverg¨¹enzas, por supuesto, que entonces gobernaban en dictadura y ahora en democracia; la ley del cemento armado y las guerras de agresi¨®n, siempre en nombre de la libertad.
?Qu¨¦ ha cambiado? La capacidad de asombro, por encima de todas las cosas. Es muy posible que la memoria, esa amiga infiel, me est¨¦ enga?ando, pero creo que antes era m¨¢s dif¨ªcil -o menos f¨¢cil- embaucar al personal. La rueda del tiempo nos hizo a todos embarrancar en diferentes playas. Los hay que entonces so?aban con la revoluci¨®n y hoy lucen m¨¢scara de triunfador; otros cr¨ªan malvas en el cementerio y otros, por fin, siguen todav¨ªa gritando no pasar¨¢n, incluso si saben por experiencia que s¨ª, que siempre pasan. Pasaron al final de la guerra del 36, pasaron en la transici¨®n y ahora acaban de pasar en las ¨²ltimas elecciones.
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