Luigi di Bella, m¨¦dico inventor de una pol¨¦mica terapia contra el c¨¢ncer
El nombre del doctor Luigi di Bella, muerto ayer en un hospital de M¨®dena a los 90 a?os de edad, quedar¨¢ asociado para siempre a una de las pol¨¦micas m¨¦dicas m¨¢s apasionadas y furiosas que se han visto en Italia en los ¨²ltimos tiempos.
De noviembre de 1997 al mismo mes de 1998, su nombre ocup¨® las primeras p¨¢ginas de los diarios, y concentr¨® la atenci¨®n de los informativos de radio y televisi¨®n, gracias a la nueva terapia contra el c¨¢ncer, experimentada por el anciano profesor y lanzada a la fama gracias al libro-testimonio de un m¨¦dico amigo, en el que se recog¨ªan decenas de casos cl¨ªnicos tratados con ¨¦xito por Di Bella.
Peque?o de estatura, vestido con una eterna bata blanca -el color de su abundante cabellera-, el doctor Di Bella adquiri¨® en el plazo de unos pocos meses las dimensiones gigantes de un cham¨¢n, un hechicero capaz de exorcizar el mal m¨¢s temible que ha conocido la humanidad en el ¨²ltimo siglo.
Admirado por decenas de miles de personas, pacientes o familiares de enfermos de c¨¢ncer, vilipendiado por colegas incr¨¦dulos y tratado con desconfianza por el entonces Gobierno de El Olivo, el m¨¦todo Di Bella se abri¨® camino a golpe de orden judicial, como la dictada por el juez de Maglie, en el sur de Italia, a finales de 1997, por la que se obligaba a los centros de salud locales a administrar la cura del doctor Di Bella a todo paciente oncol¨®gico que la solicitara.
Nacido el 17 de julio de 1912, en una localidad cercana al Etna, en Catania (Sicilia), en el seno de una familia numerosa, estudi¨® Medicina en Bari, y profundiz¨® sus conocimientos en Parma y M¨®dena, donde se estableci¨®.
Di Bella ofreci¨® al mundo cient¨ªfico y a los pacientes una cura revolucionaria contra el c¨¢ncer, supuestamente eficaz e infinitamente menos agresiva que la tradicional quimioterapia. De ah¨ª su ¨¦xito. La poci¨®n que propon¨ªa se basaba en una mezcla de melatonina, somatostatina y retinoides, sustancias muy caras para la Seguridad Social y poco fiables para la medicina tradicional.
La pol¨¦mica sobre la eficacia de la cura Di Bella fue tan fuerte que acab¨® convirti¨¦ndose en una batalla pol¨ªtica. El centro-izquierda tom¨® una actitud contraria al profesor, mientras el centro-derecha le apoy¨® hasta el final.
Aun as¨ª, la mayor¨ªa de los onc¨®logos m¨¢s reputados de Italia miraron desde?osos a la terapia milagrosa, aunque el desbordante apoyo popular oblig¨® pr¨¢cticamente a la entonces ministra de Sanidad, Rosy Bindi, a ordenar un plan de experimentaci¨®n con 600 pacientes que, desgraciadamente para Di Bella, fracas¨®.
El m¨¦dico nunca lo acept¨®. Asegur¨® que el protocolo de f¨¢rmacos hab¨ªa sido administrado err¨®neamente e insinu¨® que los pacientes hab¨ªan sido mal seleccionados s¨®lo para hundir sus experimentos. Verdad o mentira, lo cierto es que el fracaso de la experimentaci¨®n acab¨® con su notoriedad.
Di Bella sigui¨® practicando la medicina en la que cre¨ªa y recibiendo a centenares de pacientes en su peque?o laboratorio de M¨®dena, rodeado de colaboradores fieles y de sus dos hijos, uno de ellos, Giuseppe, m¨¦dico como ¨¦l, se convirti¨® en su portavoz oficial.
Problemas cardiacos y respiratorios acabaron con su vida ayer, sin haber conseguido un sitio en la historia con may¨²sculas, aunque s¨ª en la cr¨®nica dom¨¦stica italiana.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.