62 esculturas recorren la trayectoria de Jorge Oteiza como 'obrero metaf¨ªsico'

El artista vasco Jorge Oteiza (Orio, Guip¨²zcoa, 1908-San Sebasti¨¢n, 2003) ha conseguido un espacio de honor en la escultura contempor¨¢nea, vaci¨¢ndola de materia y llen¨¢ndola de metaf¨ªsica. Las 62 esculturas que configuran Oteiza, el obrero metaf¨ªsico, la muestra que hasta el 31 de agosto puede contemplarse en el centro de exposiciones de La Fontana d'Or de Caixa de Girona, en la ciudad catalana, permiten recorrer los hallazgos y la trayectoria del escultor, fallecido el pasado mes de abril. Se trata, por cantidad y calidad, de una de las m¨¢s importantes exposiciones que se han dedicado al creador, entre otras muchas obras, de las esculturas para la Bas¨ªlica de Ar¨¢nzazu.

Las obras, en peque?o y mediano formato, creadas entre los a?os 1935 y 1975, han sido aportadas en su mayor parte, en una compleja y dif¨ªcil negociaci¨®n, por coleccionistas privados. En algunos casos proceden de centros muse¨ªsticos como el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid o el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba). Los materiales, que no constitu¨ªan el centro de las preocupaciones art¨ªsticas de Oteiza, van del hierro a la piedra, pasando por la madera, el alabastro, el metacrilato, el cemento coloreado o el bronce.

La muestra, que sigue un orden cronol¨®gico, comienza con piezas de sus inicios, entre las que se encuentra la serie maclas. Otro ¨¢mbito muestra obras que se inscriben en el constructivismo. Algunas obras se exponen al p¨²blico por primera vez. Es el caso de Zazpiak, una pieza creada en la d¨¦cada de 1970 y que fue fundida en 2000 bajo la supervisi¨®n del autor. La exposici¨®n permite comprender la importante exploraci¨®n del espacio desarrollada por Oteiza, y presta tambi¨¦n una especial atenci¨®n a los escritos del autor sobre la teor¨ªa del arte, filosof¨ªa, antropolog¨ªa, e incluso se detiene en sus incursiones po¨¦ticas.

El comisario de la muestra, Antonio Niebla, asegura que el impetuoso genio creativo de Oteiza le ha convertido, si no en el mejor escultor contempor¨¢neo, s¨ª "en el que ha abierto m¨¢s puertas a la escultura". Niebla, que mantuvo con Oteiza diversas entrevistas preparatorias de la muestra, le define como un personaje "temperamental, controvertido, pol¨¦mico, contradictorio, ir¨®nico, pero tambi¨¦n honesto y generoso". El comisario, que ha redactado un texto en el cat¨¢logo en el que aborda el lado humano del creador, recuerda, como ejemplo de su postrero vitalismo, que en una ocasi¨®n iniciaron ambos un almuerzo de trabajo en un restaurante a las dos del mediod¨ªa y que la animada sobremesa, con dos botellas de vino y una docena de ostras de por medio, se prolong¨® hasta las siete de la tarde. Durante este tiempo, Oteiza, a sus 93 a?os, compagin¨® un clarividente an¨¢lisis de la realidad social con pullas a diestro y siniestro, con elogios a las nalgas de una camarera. "?l era as¨ª, vivi¨® a sangre y fuego toda su vida", concluye.

La exposici¨®n viajar¨¢ a Murcia y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Para despu¨¦s, los responsables de la muestra, que ha despertado una enorme expectaci¨®n entre los grandes centros muse¨ªsticos europeos, han recibido demandas de Par¨ªs, Roma, Lisboa y Berl¨ªn.