Nostalgia positiva
Sin duda, no pod¨ªan haber escogido un escenario mejor para retornar directamente al ¨¦xito. En su casa, Madrid, los Hombres G se mostraron casi tan aplaudidos como David Beckham, el otro triunfador del d¨ªa. Previamente hab¨ªan sido teloneados por Mikel Erentxun, que ofreci¨® cuarenta y cinco minutos de canciones, entre las que brillaron las de su carrera en solitario y, como no pod¨ªa ser menos, alguna que otra pieza de Duncan Dhu, que el donostiarra supo deslizar con habilidad para que el aplauso del respetable le cubriera tambi¨¦n a ¨¦l.
Sin embargo, la apoteosis total estaba destinada a David, Dani, Javi y Rafa, quienes, desde que se les ve¨ªa acceder al escenario, eran ya aclamados por un respetable rendido al recuerdo y a las innumerables canciones del todo conocidas que el grupo atesora.
Hombres G
Hombres G y Mikel Erentxun. Plaza de Las Ventas. Madrid, 1 de julio.
Contando con algunos m¨²sicos de refuerzo, el cuarteto se despach¨® a gusto con un largo repertorio de treinta canciones que les tuvieron en el escenario durante m¨¢s de dos largas horas.
Comenzaban con dos bombas, como fueron en su d¨ªa Voy a pas¨¢rmelo bien y El ataque de las chicas-cocodrilo, y all¨ª nadie se priv¨® de lanzarse en tromba a cantar estrofas y estribillos. Primaban las voces femeninas, pero tambi¨¦n hab¨ªa mucho espectador de g¨¦nero masculino y perteneciente a varias generaciones que disfrut¨® con los temas del grupo.
Uno de los mejores momentos del concierto, lo constituy¨® la interpretaci¨®n de Dos
imanes, canci¨®n que, si bien es de las menos conocidas, atesora toda la enjundia adolescente y rom¨¢ntica de Hombres G.
Entre lo m¨¢s criticable, el n¨²mero de temas interpretados, ya que entre treinta canciones es m¨¢s f¨¢cil encontrar trucos y defectos que entre veinte.
Ganas de fiesta
Pero las ganas de fiesta del p¨²blico y la posibilidad de entonar a voz en cuello Su¨¦ltate el pelo, Visite nuestro bar, Marta tiene un marcapasos, Venezia o Devu¨¦lveme a mi chica se impusieron sobre cualquier veleidad o defecto de un grupo que regresa para pas¨¢rselo bien y, de paso, hacer generosa caja, que tampoco es asunto balad¨ª. Y es que, a veces, la nostalgia est¨¢ bien hasta para el m¨²sico.
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