"Nos gustar¨ªa poder mirarnos a la cara sin usar un espejo"

Ladan y Laleh Bijani nacieron en Ir¨¢n el 17 de enero de 1974. Los casos de siameses unidos por la cabeza se dan s¨®lo una vez cada dos millones de nacimientos y, en esta oportunidad, la estad¨ªstica llev¨® sus nombres. Su convivencia ha estado marcada por peque?as y grandes negociaciones. "No ha sido una tragedia, pero somos personas distintas y tenemos ideas diferentes", se?al¨® Laleh antes de la operaci¨®n. As¨ª, de un tira y afloja, surgi¨® la elecci¨®n de su carrera. Ladan, de car¨¢cter dominante, quiso estudiar Derecho. A Laleh le gustaba m¨¢s Periodismo, pero termin¨® aceptando los deseos de su hermana. Ambas se licenciaron en Teher¨¢n. No estuvo tan mal, declararon con humor, porque pod¨ªan "conversar durante los ex¨¢menes".

Hace siete a?os decidieron intentar separarse. Consultaron a un equipo de m¨¦dicos alemanes que rehus¨® realizar la operaci¨®n por los riesgos que implicaba. No claudicaron y en junio de 2002 el hospital Raffles de Singapur dio el s¨ª. "No tenemos miedo", contest¨® Ladan cuando le preguntaron por la posibilidad de que alguna, o las dos, pueda morir en el quir¨®fano. "Creemos que Dios va a ayudarnos". El caso cobr¨® dimensi¨®n nacional cuando el presidente iran¨ª, Mohamed Jatam¨ª, declar¨® el domingo que el pa¨ªs entero rezaba por ellas.

"Nos gustar¨ªa poder mirarnos a la cara sin tener que usar un espejo". As¨ª resumieron sus esperanzas ambas poco antes de la operaci¨®n.