Un colista a 84 horas del l¨ªder

El Tour acaba de nacer. A los primeros participantes que se atreven con el reto se les conoce como touristes-routiers, algo as¨ª como cicloturistas. No son, ni mucho menos, profesionales. Al principio no hay equipos ni patrocinios comerciales. Cada cual corre para s¨ª mismo. Tanto es as¨ª que cada ciclista debe reparar sus propias aver¨ªas en plena etapa y cuidar de su bicicleta durante el resto del d¨ªa. Por cierto, que por aquel entonces las bicicletas pesaban unos 20 kilos (las de ahora apenas superan los nueve) y no ten¨ªan cambios. En 1909 un avispado fabricante inventa las ruedas con dos pi?ones, uno a cada lado. As¨ª, cuando llegan las subidas, el ciclista debe bajarse de la bici y montar la rueda al rev¨¦s.

Son tiempos heroicos. Y el Tour, una verdadera aventura. De los apenas noventa ciclistas que toman la salida, s¨®lo un tercio consiguen llegar a Par¨ªs. En promedio, cada vencedor de aquellos a?os tarda unas 137 horas en acabar el Tour, repartidas en s¨®lo 11 etapas. Y el ¨²ltimo clasificado, 84 horas m¨¢s... Es decir, que en el mejor de los casos cada etapa dura unas 12 horas: empieza al alba y acaba al atardecer. Y los ¨²ltimos llegan bien entrada la noche...O sea, que los ciclistas apenas tienen tiempo para recuperarse de un d¨ªa para otro. Para colmo, quedan a¨²n muchas d¨¦cadas para que la organizaci¨®n suministre l¨ªquidos a los ciclistas que les permitan hidratarse sobre la bicicleta. Estos se alimentan e hidratan como pueden. En los bares, fuentes o arroyos que encuentran por el camino. Como todav¨ªa no se sabe nada de nutrici¨®n, no son conscientes de la importancia de comer hidratos de carbono (pasta, arroz, pan) en abundancia, imprescindibles para aguantar esfuerzos muy intensos.

A¨²n as¨ª los participantes de aquella ¨¦poca son buenos atletas, capaces de alcanzar rendimientos muy respetables. Como el primer gran escalador de la historia, Henri Pottier. En 1905 sube el Ballon de Alsacia (un puerto respetable, de 9 kil¨®metros de distancia y 6,3% de desnivel medio) a una velocidad promedio de 20 kil¨®metros por hora. Y eso que su bicicleta pesa unos 20 kilos, la subida no est¨¢ asfaltada y Pottier tiene tendinitis...

Antes de que el Tour nazca, y en sus primeros a?os, se producen importantes avances en el conocimiento del cuerpo humano. Por ejemplo, en 1904 el cient¨ªfico ruso Pavlov es galardonado con el Premio Nobel de Medicina y Fisiolog¨ªa en reconocimiento a sus estudios sobre la fisiolog¨ªa de la digesti¨®n. El mismo premio recibe, dos a?os despu¨¦s, el cient¨ªfico espa?ol Ram¨®n y Cajal, por sus grandes descubrimientos sobre la estructura del sistema nervioso.

Sin embargo, poco -o casi nada- se sabe sobre fisiolog¨ªa del ejercicio, ni sobre nutrici¨®n o medicina deportivas. Por tanto, poco pueden apoyar estas ciencias al rendimiento de los ciclistas. Eso s¨ª, las ciencias del deporte est¨¢n a punto de nacer. De hecho, antes del nacimiento del Tour, en 1899, George Wells Fitz imparte a sus alumnos de Harvard lo que se considera oficialmente como la primera asignatura de Fisiolog¨ªa del Ejercicio. Y poco antes, un ingenioso estudiante de medicina franc¨¦s, Bouny, dise?a la primera bicicleta est¨¢tica (o ciclo-erg¨®metro) para evaluar la condici¨®n f¨ªsica de los deportistas. Con los a?os, el pedaleo en ciclo-erg¨®metro ser¨¢ el modelo de estudio m¨¢s habitual para analizar cient¨ªficamente las respuestas y adaptaciones del cuerpo humano al ejercicio.

Alejandro Luc¨ªa es profesor de la Universidad Europea de Madrid