Armstrong tiene un plan
Andan los armstr¨®logos excitados estos d¨ªas. Cuanto m¨¢s investigan m¨¢s se acercan a la conclusi¨®n de que el fen¨®meno tiene un plan, un plan que est¨¢ funcionando a la perfecci¨®n, para que el Tour del Centenario sea el m¨¢s perfecto jam¨¢s trabajado. Creen los armstr¨®logos que si su hombre anda escondido estos d¨ªas, como si hubiera dimitido de su papel de patr¨®n del Tour, no es m¨¢s que el disimulo de un jugador de p¨®quer que finge no llevar m¨¢s que una pareja de cuatros; creen tambi¨¦n que si no fue el primero de su equipo en el pr¨®logo de la torre Eiffel no fue debido a una debilidad s¨²bita o a un malestar o mala forma, sino a una maniobra de puro c¨¢lculo cuyo resultado se ver¨¢ hoy, despu¨¦s de la contrarreloj por equipos, el primer d¨ªa serio del Tour 2003.
Reimplantada el a?o 2000, la contrarreloj por equipos ha sido, sin embargo, m¨¢s prueba para engordar la autoestima o para fortalecer psicol¨®gicamente a mentes asustadizas que ejercicio determinante-por las diferencias de tiempo conseguidas- para la general final. De ellas ha surgido el mito de la perfecci¨®n del ONCE-Eroski -y alg¨²n maillot amarillo transitorio para los hombres de Manolo Saiz- y el de la invulnerabilidad del US Postal, el equipo de Armstrong, que no necesit¨® ganar ninguno de los tres a?os anteriores para imponerse en Par¨ªs.
Pero este a?o, el del Tour del orgullo, Armstrong tiene un plan. Despu¨¦s de la exhibici¨®n del pr¨®logo -cuatro del US Postal entre los 13 primeros, premio a la estrategia lograda de salir a por todas para colocarse primero en la general por equipos y poder partir hoy los ¨²ltimos de la rampa que estrenar¨¢ el Tour, gentileza de la Vuelta a Espa?a-, pocos dudan que el US Postal no s¨®lo quiere ganar el pr¨®logo, sino que lo ganar¨¢ -aunque acuciado por el Bianchi de Ullrich y Casero y por el ONCE, un poco m¨¢s lejos-, con lo que uno de sus hombres se vestir¨¢ de amarillo. Y ah¨ª es donde reluce el genio del americano: al haber quedado detr¨¢s, por un calculado segundo, de su compa?ero Pe?a en el pr¨®logo, Armstrong no se convertir¨¢ en el l¨ªder de la carrera, con lo que se ahorrar¨¢ horas de protocolo en el podio, de controles y de conferencias de prensa. Se ahorrar¨¢ el trabajo del l¨ªder.
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