La firma espa?ola Tecnol¨®gica (TLc) controla la obsolescencia de las naves espaciales
La reducci¨®n del ciclo de vida de la electr¨®nica obliga a la industria del espacio a gestionar la compra de millones de componentes
La r¨¢pida evoluci¨®n tecnol¨®gica envejece los equipos electr¨®nicos antes de que vean la calle. Es la obsolescencia. La empresa espa?ola Tecnol¨®gica de Componentes Electr¨®nicos (TLc), se dedica a supervisar el suministro de piezas electr¨®nicas de los futuros veh¨ªculos que aprovisionar¨¢n la Estaci¨®n Espacial Internacional, las Automated Transfer Vehicle (ATV), naves autom¨¢ticas no recuperables que iniciar¨¢n sus vuelos en septiembre de 2004.
Buena parte de los componentes empleados en los equipos electr¨®nicos fueron dise?ados hace muchos a?os. A menudo, los procesos de dise?o y producci¨®n acaban siendo obsoletos y caros, y los fabricantes se niegan a seguir d¨¢ndoles soporte. El envejecimiento es un factor cr¨ªtico en proyectos espaciales: en ¨®rbita no hay manera de actualizar los sat¨¦lites.
Los componentes electr¨®nicos, el¨¦ctricos y electromec¨¢nicos (componentes EEE) son todo tipo de materiales activos (microcircuitos, transistores y diodos) y pasivos (condensadores, conectores electromec¨¢nicos, resistencias, cristales, fusibles) utilizados en los equipos electr¨®nicos para el espacio.
Los veh¨ªculos ATV se ir¨¢n fabricando y lanzando en distintas fases. Todas las unidades se desarrollan bajo el mismo patr¨®n. Las piezas deben ser id¨¦nticas o, como m¨ªnimo, similares. "Ahora estamos en un per¨ªodo de espera, y hemos de poner especial cuidado con la obsolescencia por haber reducido el equipo dedicado al programa", explica Francisco Guti¨¦rrez, director del departamento de ingenier¨ªa y gesti¨®n de materiales de TLc.
El segundo grupo de ATV se construir¨¢ e ir¨¢ lanzando en una etapa posterior. Un equipo, en el que tambi¨¦n participa la empresa alemana TESAT, vigilar¨¢ el mercado de piezas EEE para evitar la aparici¨®n de problemas antes de iniciar la segunda fase de abastecimiento.
Tecnol¨®gica, fundada en 1986, es una empresa de aprovisionamiento coordinado a terceros de componentes EEE de alta fiabilidad para el espacio y defensa. Su servicio de ingenier¨ªa global cubre todo el ciclo de vida del producto: desde la adquisici¨®n a la ingenier¨ªa, la garant¨ªa, el control de calidad, los ensayos y la log¨ªstica de env¨ªos.
La Agencia Europea del Espacio y fabricantes como Alcatel, Astrium o Saab-Ericsson son sus principales clientes. Con instalaciones centrales en Sevilla, dispone de oficinas y laboratorios en Madrid y un centro operativo a trav¨¦s de Hirex en Toulouse. Es la ¨²nica empresa espa?ola miembro del Component Obsolescence Group, una organizaci¨®n de 160 socios del sector aeroespacial, ferroviario y plantas nucleares.
Los fabricantes de componentes emiten distintos avisos sobre obsolescencia: el Last Time Buy (¨²ltima oportunidad de compra de piezas que se dejar¨¢n de fabricar), las prealertas (cae la demanda o producci¨®n de una tecnolog¨ªa concreta) y los anuncios tard¨ªos de obsolescencia.
TLc ha dise?ado una base de datos de obsolescencia que incluye todas las notificaciones o eventos, sean o no oficiales. Clientes o no pueden comprobar la situaci¨®n de una pieza: si est¨¢ en riesgo de quedar anticuada, si la obsolescencia es definitiva, la ¨²ltima vez que TLc comprob¨® la disponibilidad y acciones previstas.
Cuando hay una ¨²ltima fecha de compra, Tecnol¨®gica analiza si esos componentes son ¨²tiles para sus clientes y organiza una compra conjunta para negociar y abaratar precios. Comprobar la salud de un componente es b¨¢sico: un tipo especial de microprocesador o de memoria puede costar 6.000 euros. Son cien veces m¨¢s caros de lo normal porque se fabrican pocas piezas y deben resistir radiaciones y cambios extremos de temperaturas. La segunda herramienta accesible por la red es el cat¨¢logo de componentes. Incluye desde datos t¨¦cnicos (radiaci¨®n que soportan los EEE, fiabilidad, uso dado y problemas previos, etc.) a estados de obsolescencia.
Al producirse una alerta, el sistema emite un mensaje y enlaza autom¨¢ticamente a una base de componentes alternativos. As¨ª, los clientes estudian qu¨¦ pasos dar. El mercado de la gesti¨®n de la obsolescencia de componentes EEE ocupa a pocas compa?¨ªas. En Estados Unidos destaca TRW; en Europa, adem¨¢s de Tecnol¨®gica y TESAT, la brit¨¢nica ICG y la italiana Top-Rel.
La costosa reingenier¨ªa
El ciclo de vida de las tecnolog¨ªas es cada vez m¨¢s corto: Boeing es capaz de entregar un sat¨¦lite en tres meses, un a?o m¨¢s tarde de haberlo ideado. Todo por la presi¨®n del agresivo mercado de telecomunicaciones. Hasta la NASA peca de falta de previsi¨®n. Harta de buscar debajo de las piedras unos dichosos procesadores de ordenador, los viejos Intel 80386, necesarios para su sistema de transbordadores espaciales, puso un anuncio en eBay. Pero el Jet Propulsion Laboratory de la NASA es muy conservador, seg¨²n Guti¨¦rrez. Realiza muchos ensayos con piezas comerciales para ver bajo qu¨¦ condiciones se pueden utilizar.
El ciclo de vida es tan corto que no da tiempo a calificar los componentes (significa que alcanzan el estatus espacial oficial como componente de vuelo) y por eso cada vez m¨¢s se echa mano de materiales comerciales, lo que est¨¢ llevando a una revoluci¨®n del mercado. La industria aeron¨¢utica tambi¨¦n debe luchar contra la obsolescencia.
El bombardero B-52 de Estados Unidos ya es el abuelo de los aires: las ¨²ltimas unidades que se construyan no se retirar¨¢n hasta el a?o 2040, 90 y pico a?os despu¨¦s de que el primero echara a volar.
Buena parte del dise?o original se mantiene y una de las salidas es la reingenier¨ªa: aprovechar los sistemas al m¨¢ximo y actualizarlos en la medida de lo posible. Sin embargo, los expertos no recomiendan la reingenier¨ªa (es cara) ni almacenar grandes cantidades de componentes (se deterioran). La mejor soluci¨®n para evitar el desfase tecnol¨®gico es dise?ar equipos modulares. Un grupo del departamento de Defensa debe ahora intentar resolver el redise?o de los nuevos cazas F/A-22 Raptor: actualizar la electr¨®nica, que ha envejecido desde que se dise?aron, costar¨ªa mil millones de d¨®lares
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