Inaudita

Hecha a mayor gloria de algunos de los c¨®micos m¨¢s populares del cine italiano (y, por lo visto, merecidamente desconocidos aqu¨ª), Christian de Sica, Massimo Boldi o el d¨²o I Fichi d'India; con alguna incrustaci¨®n hispana -Paula V¨¢zquez-, que no en balde se trata de una coproducci¨®n (por cierto, ?qu¨¦ hace Andr¨¦s Vicente G¨®mez enfangando su buen hacer con un t¨ªtulo como ¨¦ste?), y protagonizado, ah¨ª es nada, por un feliz b¨ªgamo que hace m¨¢s felices a¨²n a sus dos delicadas, bell¨ªsimas esposas, ?ltimas vacaciones es una pedestre, insolvente comedia de enredos, vieja en por lo menos dos mil a?os: muchas de sus gracias vienen directamente del teatro cl¨¢sico grecolatino.

Decir con ella que representa lo m¨¢s paleol¨ªtico de la mentalidad patriarcal ser¨ªa hacerle un favor, porque ser¨ªa tomarla como un objeto art¨ªstico m¨¢s o menos serio. Pero, en realidad, se trata del cat¨¢logo de chistes memos -mariquitas en celo, dobles sentidos sexuales, objetos que se pierden y se buscan, casualidades que no vienen a cuento: todo el stock- m¨¢s incre¨ªble que le ha tocado sufrir a este cronista tal vez en toda su vida. Es zafia, es est¨²pida, es inaudita: es, le entran a uno ganas de afirmar, el cine de masas que se merece el pa¨ªs que vota a Berlusconi..., aunque, claro, su padrino mora entre nosotros, y tampoco es el caso de ver la paja en ojo ajeno.