La nueva colecci¨®n Thyssen mira al futuro
Francesca von Habsburg, hija del bar¨®n, presenta en Dubrovnik su fondo de obras contempor¨¢neas
Humo sobre Dubrovnik. El de los fuegos artificiales con los que el pasado jueves se inaugur¨® el festival de verano de esta hermosa ciudad croata, que ha pasado tristemente a la historia reciente por sufrir un brutal bombardeo y asedio en 1991 por parte de las fuerzas serbio-montenegrinas durante la guerra de los Balcanes. Mientras miles de personas observaban el fuego festivo que iluminaba parcialmente los tejados extra?amente nuevos y relucientes de la ciudad amurallada -pr¨¢cticamente el ¨²nico signo que el turista advierte ahora de los m¨²ltiples da?os sufridos durante la guerra-, en el Museo de Arte Moderno de Dubrovnik se celebraba una recepci¨®n oficial con motivo de la presentaci¨®n en este centro municipal de la primera exposici¨®n de la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo de Francesca von Habsburg, archiduquesa de Austria e hija del fallecido bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza.
"Se puede amar y tener una fuerte conexi¨®n con las cosas sin ser su propietario"
La exposici¨®n tiene car¨¢cter tem¨¢tico y re¨²ne treinta obras de artistas internacionales
La presentaci¨®n en sociedad de esta nueva colecci¨®n Thyssen, que se centra en los nuevos medios y mira al siglo XXI, no se realiz¨® en Dubrovnik por casualidad. "La primera vez que vine a Dubrovnik, en septiembre de 1993, tardamos tres d¨ªas en llegar porque a¨²n hab¨ªa guerra y las comunicaciones eran muy complicadas", explica Francesca von Habsburg. "La ciudad estaba pr¨¢cticamente sitiada, con todos los edificios protegidos por monta?as de sacos de arena y las obras de arte, como importantes retablos procedentes de las iglesias de los valles cercanos, almacenadas sin condiciones en un subterr¨¢neo lleno de humedad. La situaci¨®n era desastrosa y pens¨¦ que, si no se restauraban inmediatamente, seguramente ser¨ªan irrecuperables. Todos me dec¨ªan que era una locura plantear nada cuando hab¨ªa riesgo de guerra, pero encontr¨¦ un grupo de restauradores muy buenos que, bajo la supervisi¨®n del florentino Stefano Scarpelli, accedieron a participar en este proyecto".
En 1994, la Fundaci¨®n ARCH -una entidad fundada por Francesca von Hagsburg, con sede en Salzburgo, que ha desarrollado otros proyectos de conservaci¨®n del patrimonio cultural y art¨ªstico en China, India, Turqu¨ªa, Marruecos, Escocia y Austria- instal¨® un instituto de restauraci¨®n en el antiguo monasterio franciscano de la ciudad, en el que todav¨ªa se encuentra, aunque desde 1998 es ya un centro gubernamental. "Equipamos el instituto con un presupuesto inicial de 420.000 d¨®lares y empezamos el trabajo de restauraci¨®n de estas grandes obras de los siglos XIV y XV de algunos grandes artistas renacentistas d¨¢lmatas, como Lovro Dobric¨ºvic o Nikola Bozidarevic", indica Von Habsburg, que advierte que las obras estaban en mal estado no s¨®lo por la guerra, sino tambi¨¦n "por la negligencia en su cuidado en los a?os anteriores y por las p¨¦simas restauraciones que hab¨ªan sufrido en el siglo XIX". Una vez restaurados, los cuadros fueron devueltos a sus lugares originales, iglesias o monasterios, pese a que tuvo que vencer la resistencia gubernamental que quer¨ªa resituarlas en el museo. "A ra¨ªz de este proyecto pas¨¦ mucho tiempo en Dubrovnik y poco a poco me fui enamorando del lugar. Buscaba aqu¨ª una residencia y entonces me hablaron de un monasterio franciscano del siglo XV en la isla de Lopud, que finalmente pude alquilar a la orden por 99 a?os. Ahora estoy en proceso de restaurarlo y mi intenci¨®n es crear all¨ª una residencia para artistas a los que encargar¨¦ proyectos espec¨ªficos para el lugar".
El paso de la defensa del patrimonio cultural al arte contempor¨¢neo ha sido natural. "No pienso abandonar la recuperaci¨®n del patrimonio", aclara. "Seg¨²n la Unesco, en los ¨²ltimos cien a?os hemos perdido el 50% de nuestro patrimonio, que ha sido destruido por erosi¨®n, vandalismo, mala explotaci¨®n tur¨ªstica o las guerras, que han abundado en este siglo. Intento que se hable lo m¨¢s posible del tema. En 1997, por ejemplo, hice un proyecto en Salzburgo en el que diferentes artistas contempor¨¢neos proyectaban im¨¢genes relacionadas con el patrimonio junto a obras suyas. Era una manera de unir las dos cosas. Lo organic¨¦ junto a Peter Weibel, actual director del ZKM de Kalsruhe, que me ha ense?ado c¨®mo los j¨®venes artistas utilizan la tecnolog¨ªa para hacer unas obras de arte fascinantes y provocativas".
Ahora confiesa que vive un flirt con el arte contempor¨¢neo que le ha llevado a crear esta colecci¨®n que pretende "apoyar realmente a los j¨®venes artistas a trav¨¦s de esta fundaci¨®n joven que apuesta por la exploraci¨®n y el riesgo". "Con la restauraci¨®n me he llevado muchas satisfacciones, sobre todo cuando ve¨ªa la alegr¨ªa de la gente cuando volv¨ªan estas obras restauradas a su lugar original. No creo que sea necesario poseer todo lo que uno ama, se puede tener una fuerte conexi¨®n con las cosas sin ser su propietaria. Prefiero hacer proyectos interesantes que puedan cambiar con el tiempo. En la colecci¨®n tambi¨¦n quiero optar por el riesgo. No se trata de comprar y comprar. Este a?o, por ejemplo, no he comprado nada en subastas ni en el mercado secundario, prefiero ir a ferias o galer¨ªas y, sobre todo, trabajar directamente con los artistas".
La exposici¨®n que ahora presenta en Dubrovnik es una selecci¨®n de 30 obras del poco m¨¢s del centenar que ha coleccionado estos dos ¨²ltimos a?os. Es una muestra tem¨¢tica que lleva por t¨ªtulo Brightness (Resplandor) en alusi¨®n, explica,
a "la luminosa y explosiva belleza del mundo en el que vivimos en contraste con las disfunciones actuales de nuestra sociedad".
La luz es el tema o el material de trabajo de las obras de esta muestra que incluye instalaciones, v¨ªdeos, fotograf¨ªas, proyecciones y animaciones de artistas como, por ejemplo, Bill Viola, Doug Aitken, Angela Bulloch, Fischli and Weiss, Andreas Gursky, Cindy Sherman, Olafur Eliasson, Douglas Gordon, Julian Opie, Salla Tykk?, Mariele Neudecker, Pipilotti Rist o Candice Breitzen. Esta ¨²ltima ha adaptado su pieza Diorama a esta exposici¨®n al situar los nueve monitores en los que aparecen diversos personajes de la serie Dallas en una habitaci¨®n decorada con el mobiliario de los a?os setenta de una de las habitaciones del hotel Argentina, el ¨²nico que permaneci¨® abierto en Dubrovnik durante los bombardeos serbios de 1991.
"Tita tiene que mostrar sus cuadros en un edificio aparte"
Desde marzo del pasado a?o, Francesca von Habsburg forma parte del patronato del Museo Thyssen de Madrid. "Si mis hermanos y yo no hubi¨¦ramos cedido parte de nuestra herencia, hubiera sido imposible hacer el museo", indica la archiduquesa, que reivindica un papel m¨¢s activo de la familia en la gesti¨®n de la colecci¨®n. Considera positivo que se ampl¨ªen las salas de exposici¨®n temporal y se abran nuevos servicios, pero mantiene sus reticencias respecto a la fusi¨®n de la colecci¨®n familiar con la reciente colecci¨®n de la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza, m¨¢s centrada en el arte del siglo XIX.
"La colecci¨®n de Tita tiene algunos puntos fuertes, con algunas obras muy buenas que en parte fueron compradas por mi padre o mi abuelo", explica. "Pero despu¨¦s hay nombres importantes que no est¨¢n representados con sus mejores obras. Creo que Tita tiene que hacer su colecci¨®n y mostrarla en un edificio aparte, y despu¨¦s, si sigue comprando, veremos en algunos a?os si hay manera de que algunas obras se integren en la gran colecci¨®n familiar. Pero no es algo autom¨¢tico".
Confiesa que le encantar¨ªa mostrar su colecci¨®n de arte contempor¨¢neo en Madrid. "No tengo prisa en presentarla en las grandes ciudades, a¨²n no estoy preparada, pero en el museo familiar, ?por qu¨¦ no? Lo que no acepto es lo que me dijo Tom¨¢s Llorens, que no ten¨ªa cabida el arte contempor¨¢neo. Es un museo de la colecci¨®n Thyssen, y hay una nueva generaci¨®n que puede contribuir a ella siempre que las obras tengan calidad. Por mucho que la l¨ªder de la fundaci¨®n sea Tita, y me parece bien que as¨ª sea, lo que no puede ser es que decidan cu¨¢ndo empieza o acaba la colecci¨®n. A ellos les interesa la pintura, y de una determinada ¨¦poca, pero es s¨®lo una opci¨®n que no es exclusiva".
Babelia
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