El pillo de Dos Aguas

A H¨¦ctor Barber¨¢ Vall (Dos Aguas, Valencia, 2 de noviembre de 1986) le encantaba de peque?o el trial. La tierra, los botes sobre la moto, el polvo. Su t¨ªo Vicente le compr¨® a los seis a?os su primera moto de trial, una Ossa. Y poco despu¨¦s ya despuntaba como uno de los mejores en las carreras entre chicos de su edad. Desde que a los dos a?os aprendi¨® a montar en bicicleta -"de dos ruedas, sin apoyos", recuerda su padre, Salvador-, a H¨¦ctor le apasion¨® la velocidad.

Barber¨¢ iba para figura del trial, un deporte menos reconocido que el motociclismo, pero hace cinco a?os su carrera dio un volantazo. Acudi¨® con sus padres, Salvador y Mari, al circuito valenciano de Cheste. La organizaci¨®n buscaba pilotos para competir en las carreras de promoci¨®n y los t¨¦cnicos descubrieron un diamante en bruto. El peque?o H¨¦ctor nunca se hab¨ªa subido a una moto de velocidad, nunca hab¨ªa rodado sobre el asfalto, s¨®lo conoc¨ªa el trial; pero entre m¨¢s de 400 pilotos termin¨® cuarto, y toda su afici¨®n por la tierra y el barro qued¨® en segundo plano. Comenz¨® su carrera en el motociclismo. Una carrera fulgurante. En 2001 gan¨® el campeonato territorial de 125 cc y en 2002 recibi¨® una invitaci¨®n de Dorna, la empresa organizadora del Campeonato del Mundo, para competir en los tres grandes premios celebrados en Espa?a: Jerez, Montmel¨® y Cheste.

En el entorno de Barber¨¢ ped¨ªan m¨¢s, y su mentor, Juli¨¢n Miralles, ex campe¨®n de Europa de 80 cc, consigui¨® que el piloto disputara toda la temporada. Los resultados no han tardado. Tras subir al podio en el pasado premio de Holanda, ayer escuch¨® en Donington Park el himno espa?ol desde lo alto del caj¨®n. Por primera vez en su carrera, el piloto de Aprilia se hab¨ªa situado durante la carrera en primera posici¨®n, y por primera vez cruz¨® la meta por delante de todos los dem¨¢s corredores de 125 cc.

"A¨²n no me lo creo, hasta que no me empiece a reaccionar no me lo creo", dijo Barber¨¢ tras la prueba, "en esta l¨ªnea, trabajando mucho, podemos ganar algunas carreras m¨¢s". "Quiero felicitar al equipo y saludar a mis padres, que no han podido estar aqu¨ª", a?adi¨® el valenciano. Sus padres vibraron con la carrera en el bar que regentan en Dos Aguas, en la planta baja del edificio donde viven. M¨¢s de 100 personas llenaron el local. "Ha sido muy fuerte, impresionante", contaba ayer el padre, Salvador, emocionado por el triunfo de su hijo. "Lo hemos vivido con mucha tensi¨®n y nervios. No sab¨ªa si est¨¢bamos so?ando o era realidad. La gente chillaba cuando se pon¨ªa el primero, gritaba 'campe¨®n, campe¨®n', y algunas personas que no son de la familia se han puesto a llorar cuando gan¨®". Al cruzar la meta, la barra del bar en Dos Aguas se llen¨® de copas de champa?a y los vecinos dispararon tracas al cielo.

Mientras tanto, H¨¦ctor, un chico poco hablador, callado, permanec¨ªa en Inglaterra "un poquito en una nube", y "muy contento". Hab¨ªa comenzado la carrera en segunda l¨ªnea de salida, y un par de vueltas despu¨¦s ya aguntaba los "achuchones" en el quinteto que se iba a jugar el triunfo: los italianos Cecchinello, Perugini y Dovizioso y los espa?oles Barber¨¢ y Pedrosa. "No debe arriesgar. La salida ha sido buena y el ritmo que est¨¢ marcando es r¨¢pido", dec¨ªa el director de su equipo, Jorge Mart¨ªnez Aspar, durante la carrera.

Barber¨¢ aguant¨® y disfrut¨® luego del triunfo. Habl¨® con su padre por tel¨¦fono y record¨® sus inicios, lo mucho que le gustaba el trial, su debut con 15 a?os en el circuito de Suzuka, en Jap¨®n, cuando viaj¨® por primera vez en avi¨®n, y las piller¨ªas que hac¨ªa hace no tanto para ir en moto. Sin que se dieran cuenta, H¨¦ctor cog¨ªa las motos de los chicos que aparcaban frente al bar de su padre. Ya entonces ten¨ªa prisa por competir, por ganar.