Punto redondo
Env¨ªo de tropas: a nadie puede extra?ar que cuando se celebr¨® el Consejo de Ministros para decidir el env¨ªo de un cuerpo expedicionario, estuviese ya decidido. El barco aparejado, las marchas ensayadas por las bandas. A nadie le extra?¨®: lo dijo Aznar, punto redondo. ?sta es una ¨¦poca de punto redondo. Bush "da por zanjado" el tema de qui¨¦n se equivoc¨® con las armas de Irak, que ni siquiera puede definirse m¨¢s que con la vaguedad de "masivas" (?t¨®xicas, gaseosas, nucleares?), si fue o no la CIA. Se acab¨®. Debe tener la evidencia de que nadie se va a atrever a decir que no, que el incidente no ha terminado. Apenas acababa de decir Aznar que "se encontrar¨¢n", y yo supongo que entre las tropas habr¨¢ investigadores especializados en encontrar lo oculto y en interrogar a los renuentes, y las encontrar¨¢n. Ellos son as¨ª: y Blair, uno de los "tres tristes trogloditas" del trabalenguas de las Azores, no se da por vencido.
En agosto no se conjetura, dijo Aznar al comit¨¦ ejecutivo de su partido antes de irse de bolos a Am¨¦rica, seg¨²n cuenta una excelente informaci¨®n de Pilar Marcos (domingo, este peri¨®dico). Algunos de los suyos se habr¨¢n quedado aterrados creyendo que se les obliga a conjeturar el resto del a?o. Ser¨¢ entre septiembre y octubre cuando Aznar nombre, ¨¦l solo, al candidato; y ser¨¢ ¨¦l quien dirija la campa?a. Y ¨¦l quien mantenga la direcci¨®n del partido, del que el nuevo jefe de Gobierno ser¨¢ un militante. O no. No s¨¦ si cuando gane un socialista tendr¨¢ tambi¨¦n que obedecerle, mediante una serie de pactos oportunos como los que lleva con Zapatero, que quiso ser de una izquierda amable y se lo est¨¢ zampando el ogro de los cuentos.
(Punto redondo: siempre los he visto redondos, excepto en los cantorales y en algunos manuscritos de monjes arcaicos, que los pon¨ªan romboides. Y dice la Academia que es la expresi¨®n que se usa para responder al que quiere zanjar con su dictamen una discusi¨®n. Una burla, una mala contestaci¨®n).
(Blas: no debi¨® existir nunca. Iribarren, en su famoso diccionario, dice que existe la leyenda de un se?or medieval llamado Blas que resolv¨ªa los pleitos entre sus vasallos; era de horca y cuchillo y, por tanto, ten¨ªa siempre raz¨®n).
(Ah, tambi¨¦n habla de ¨¦l Hartzenbusch en sus F¨¢bulas y dice que era de Elizondo. Tengo la sospecha de que era un manera f¨¢cil de encontrar la rima con "punto redondo". Un ripio, que se dec¨ªa cuando se hac¨ªan versos).
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