El Che
Un tribunal de Par¨ªs ha prohibido a Reporteros Sin Fronteras el uso de una imagen del Che. RSF quer¨ªa hacer una campa?a recordando a los 120.000 franceses que veranean en Cuba las cosas que est¨¢n sucediendo en ese pa¨ªs, mientras ellos chapotean en pl¨¢cidas playas o incluso admiran mit¨®mana y so?adoramente esa revoluci¨®n cubana de plexigl¨¢s que el R¨¦gimen ofrece a los turistas, a modo de Disneylandia pol¨ªtica. RSF dise?¨® unos anuncios que reproduc¨ªan el famoso cartel del 68 de un polic¨ªa enarbolando una porra, y cambi¨® su rostro por el del Che, dibujado a partir de una foto de Korda. Debajo dec¨ªa: "Bienvenidos a Cuba, la mayor c¨¢rcel del mundo para los periodistas". Lo cual, por cierto, no es m¨¢s que la verdad. Pero la cubana Diana D¨ªaz, hija y heredera de Korda, present¨® una demanda.
No deja de ser curioso que a RSF le hayan censurado el uso de la imagen, cuando el rostro del Che se ha reproducido hasta la n¨¢usea en todo tipo de objetos de consumo o para publicitar cualquier clase de eventos y bochinches. No hay iconos m¨¢s t¨®picos y malgastados que las caras del Che y de Marilyn, que han servido y sirven para imprimir camisetas, carteles y gorras, para anunciar chicles, coches, libros, tiendas de ropa o bares. Son como una peste en el grafismo. La imagen del Che se ha convertido en un cromo ornamental sin el menor significado, o bien, para otros, en una estampita de santo laico en la que cada cual ve lo que quiere, sin tener en cuenta al personaje real. Durante la lamentable guerra del Golfo vi en Madrid a una adolescente vestida de arriba abajo con un modelito de estilo militar, que es el ¨²ltimo grito de la moda este a?o; y su camiseta caqui de boutique llevaba impreso el rostro del Che (la foto de Korda) y varias pegatinas que dec¨ªan: "Guerra no, paz s¨ª". Teniendo en cuenta que el Che fue un guerrillero, y que adem¨¢s se empe?¨® en entrar en Bolivia, un pa¨ªs ajeno, para liberar por las armas a unos campesinos que se resist¨ªan a ser liberados (?por qu¨¦ me recordar¨¢ todo esto a Irak?), la proclama pacifista resultaba algo rara. Sin duda Diana tiene derecho a controlar las fotos de su padre, pero quiz¨¢ deber¨ªa controlar esas absurdas camisetas en vez de impedir una campa?a con sentido.
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