El 'caso contra Irak' sigue sin pruebas

Los Gobiernos de EE UU y Reino Unido, con el apoyo de aliados como el Ejecutivo espa?ol, construyeron durante meses lo que se llam¨® "el caso contra Irak" para justificar la invasi¨®n del pa¨ªs. Pero, tres meses despu¨¦s de la ca¨ªda de Sadam, la "pistola humeante", la prueba definitiva, no ha aparecido. La Casa Blanca ha reconocido que, al menos una de las acusaciones, era falsa.

- Sadam quiso comprar uranio en N¨ªger. Fueron 16 palabras en un discurso de 5.400; pero han desatado las cr¨ªticas contra la Casa Blanca. "El Gobierno brit¨¢nico ha sabido que Sadam Husein ha intentado comprar recientemente cantidades significativas de uranio en ?frica", dijo Bush en el discurso del estado de la Uni¨®n, el 28 de enero de 2003. Tras una serie de rocambolescas revelaciones, la Casa Blanca tuvo que reconocer que nunca debi¨® incluir esa afirmaci¨®n en el discurso del presidente. La historia de esta frase ha sido minuciosamente investigada. El Gobierno italiano recibi¨® en 2001 una serie de documentos sobre intentos de Sadam de comprar uranio en N¨ªger, informaci¨®n que comparti¨® con estadounidenses y brit¨¢nicos. El vicepresidente Dick Cheney pidi¨® a la CIA que investigase el asunto y la agencia envi¨® a N¨ªger en marzo de 2002 al diplom¨¢tico Joseph Wilson quien, a la vuelta, calific¨® la historia de "irreal". Los documentos con los que todo arranc¨® eran falsificaciones, seg¨²n descubri¨® el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica en marzo. Pero despu¨¦s de 25 borradores, las palabras permanecieron en el discurso de Bush. S¨®lo cuando Wilson narr¨® las conclusiones de su viaje en The New York Times el 6 de julio, la Casa Blanca reconoci¨® el error. El Reino Unido, sin embargo, mantiene que todo es cierto porque se basa en fuentes diferentes.

- Laboratorios m¨®viles para fabricar armas qu¨ªmicas. La acusaci¨®n aparece en un documento de septiembre de 2002 de la Casa Blanca titulado Una d¨¦cada de mentiras y desaf¨ªos. "Sadam continua con sus intentos de procurarse laboratorios m¨®viles de armas biol¨®gicas y qu¨ªmicas", se?alaba. En su intervenci¨®n del 5 de febrero de 2003 ante la ONU, el secretario de Estado Colin Powell mostr¨® gr¨¢ficos de estos laboratorios y dijo: "Sabemos c¨®mo han sido construidos, sabemos c¨®mo funcionan, c¨®mo todos los elementos encajan".

El problema est¨¢ en que los camiones descubiertos en Irak en mayo no han encajado en absoluto con la descripci¨®n de Powell. El Departamento de Estado reconoci¨® en junio que los dos remolques hallados en Irak no eran "laboratorios m¨®viles". Casi todos los indicios muestran que se trata de veh¨ªculos para producir hidr¨®geno con fines civiles.

- Misiles bal¨ªsticos Scud. La CIA se?al¨® que Sadam ten¨ªa hasta 12 misiles Scud, cuya posesi¨®n significar¨ªa una violaci¨®n de la resoluci¨®n 1.441. Los servicios secretos brit¨¢nicos se?alaron que el n¨²mero ascend¨ªa a 20. No han aparecido. Un Scud mide entre 10,3 y 12,29 metros, seg¨²n Jane's.

- Irak dispone de toneladas de productos letales. En una hoja informativa del 27 de febrero de 2003, titulada Arsenal de terror. Las armas escondidas de Irak, el Departamento de Estado daba cuenta de los arsenales que escond¨ªa Sadam: 26.000 litros de antrax, 38.000 litros de toxinas del botulismo, 1,5 toneladas del gas nervioso VX, 1.000 toneladas de gas nervioso, 550 municiones cargadas con gas mostaza. Adem¨¢s, Sadam estaba preparado y dispuesto a utilizar todo este material letal. Un informe del Gobierno brit¨¢nico de septiembre de 2002 se?alaba: "Irak tiene planes militares para utilizar armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas. Algunas de estas armas pueden ser desplegadas en 45 minutos".

En las tres semanas que dur¨® la guerra de Irak, el Ej¨¦rcito iraqu¨ª no utiliz¨® armas qu¨ªmicas ni biol¨®gicas. Tampoco han aparecido ni los productos, ni sus rastros, ni las municiones. En cuanto a los "45 minutos", el Parlamento brit¨¢nico asegur¨® que el Gobierno no invent¨® el dato, pero agreg¨® que la acusaci¨®n no deb¨ªa haberse introducido por falta de fundamentos.

- Relaci¨®n entre Sadam y Bin Laden. Durante toda la construcci¨®n del caso, uno de los argumentos fundamentales fue que Sadam y Bin Laden colaboraban estrechamente. "Fuentes de los servicios de espionaje, comunicaciones secretas y declaraciones de personas bajo custodia revelan que Sadam ayuda y ampara a terroristas, incluidos los miembros de Al Qaeda", dijo Bush en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n. "Sabemos que existen v¨ªnculos entre Al Qaeda e Irak", reiter¨® Blair al d¨ªa siguiente. En su intervenci¨®n ante Naciones Unidas, Powell dio nombres y apellidos: los de Abu Musab Zarqawi, presunto miembro de la red de Bin Laden establecido en Bagdad.

Sin embargo, los hechos se han mostrado muy tozudos. Tras tres meses de ocupaci¨®n no se ha encontrado ning¨²n documento, ni ning¨²n testimonio que pruebe esta acusaci¨®n. El periodista brit¨¢nico Jason Burke escribe en su libro Al Qaeda. Casting the shadow of terror, que acaba de ser publicado: "Las acusaciones sobre las relaciones entre Sadam y Al Qaeda est¨¢n basadas en un error de base sobre la naturaleza de la militancia isl¨¢mica". Seg¨²n Burke, Zarqawi trabajaba para una red "opuesta" a Bin Laden. Muchos otros especialistas en terrorismo, como un Comit¨¦ de la ONU, han negado esta relaci¨®n.