La 'tercera v¨ªa' no ha muerto
El pasado fin de semana, una constelaci¨®n de dirigentes y expertos pol¨ªticos se reunieron en Londres para celebrar una cumbre de tres d¨ªas dedicada a la llamada tercera v¨ªa y al modelo de Gobierno progresista. All¨ª estaban Tony Blair, primer ministro del Reino Unido; Lula, presidente de Brasil; Helen Clark, de Nueva Zelanda, y otros muchos jefes de Gobierno de centro-izquierda de todo el mundo. Tambi¨¦n estaban presentes unos 500 especialistas en pol¨ªtica de diferentes pa¨ªses. ?sta no ha sido la primera reuni¨®n de este tipo. Cumbres progresistas similares se celebraron en a?os anteriores en Florencia, Berl¨ªn y Estocolmo. Sin embargo, la reuni¨®n de Londres ha sido la mayor y m¨¢s ambiciosa hasta la fecha. Fue organizada por uno de los gabinetes de asesores m¨¢s en boga en Londres, Policy-Network.
Los recientes ¨¦xitos de la derecha no han sido resultado del establecimiento de una ideolog¨ªa pol¨ªtica que pueda rivalizar con las ideas de la 'tercera v¨ªa'
Los cr¨ªticos afirman que la 'tercera v¨ªa' carece de contenido, que es una invenci¨®n de los publicistas pol¨ªticos. La conferencia de Londres ha demostrado exactamente lo contrario
Los progresistas no s¨®lo deben responder a las cuestiones planteadas por la derecha populista, sino tambi¨¦n a los cambios m¨¢s amplios que se producen en la situaci¨®n mundial
El centro-izquierda necesita defender los bienes y los intereses p¨²blicos con mayor firmeza que la conseguida por el pensamiento progresista actual
En los ¨²ltimos cuatro meses particip¨¦ en la preparaci¨®n de la cumbre. Unos expertos en pol¨ªtica prepararon siete art¨ªculos en profundidad, que fueron estudiados exhaustivamente en los debates que mantuvimos durante ese per¨ªodo. Los art¨ªculos fueron la base de las largas sesiones de debate celebradas durante la cumbre. Los temas tratados fueron la econom¨ªa, la reforma de los servicios p¨²blicos, la ciudadan¨ªa y la reforma del sistema asistencial, entre otras ¨¢reas. Los l¨ªderes pol¨ªticos que asistieron a los debates plenarios tambi¨¦n participaron en algunos de los seminarios de expertos.
A seis a?os vista
Cuando se iniciaron las cumbres, hace unos seis a?os, la composici¨®n pol¨ªtica de Estados Unidos y Europa era bastante distinta a la actual. En aquel momento, Bill Clinton estaba en la Casa Blanca y fue uno de los partidarios m¨¢s entusiastas de dichos encuentros. Trece de los 15 pa¨ªses de la UE estaban gobernados por partidos o coaliciones de centro-izquierda. La tercera v¨ªa -socialdemocracia modernizada- parec¨ªa triunfar en casi todas partes. Ahora, esta situaci¨®n parece haber cambiado casi por completo. Los republicanos mandan en Estados Unidos, mientras que la UE est¨¢ dominada por la derecha. ?Estaban los dirigentes de centro-izquierda reunidos en Londres clamando en el desierto? Por decirlo de otra manera, ?est¨¢ la tercera v¨ªa acabada?
Yo responder¨ªa con un no rotundo a ambas preguntas y los animados debates en las reuniones han demostrado por qu¨¦. Los partidos de centro-izquierda quiz¨¢ hayan perdido terreno en los pa¨ªses de la UE, pero han alcanzado ¨¦xitos en otras zonas. En los ¨²ltimos tiempos, Gobiernos de centro-izquierda han subido al poder en la Rep¨²blica Checa, en Hungr¨ªa y en Polonia (los tres primeros ministros estaban presentes en la conferencia). Los socialdem¨®cratas han sido reelegidos en Suecia y en Alemania. Todos ellos siguen programas revisionistas fuertemente influenciados por las ideas y las pol¨ªticas de la tercera v¨ªa. Lo mismo puede decirse del nuevo Gobierno brasile?o. Lula ha abandonado la ret¨®rica izquierdista m¨¢s tradicional de su primera ¨¦poca por una posici¨®n que se asemeja mucho a la de los partidos socialdem¨®cratas modernizadores de Europa. Sus contribuciones al evento causaron una enorme impresi¨®n.
Los cr¨ªticos afirman que la tercera v¨ªa carece de contenido, que es una invenci¨®n de los publicistas de los pol¨ªticos. Pero la conferencia ha demostrado exactamente lo contrario. Las ideas de la tercera v¨ªa est¨¢n movidas por la innovaci¨®n pol¨ªtica y la necesidad de reaccionar ante el cambio social. Los principales esquemas de la tercera v¨ªa siguen siendo tan importantes como siempre: la reestructuraci¨®n del Estado y del Gobierno, para hacerlos m¨¢s democr¨¢ticos y responsables; una remodelaci¨®n de los sistemas asistenciales, para adaptarlos mejor a los principales riesgos a los que hoy en d¨ªa se enfrenta la gente; hacer hincapi¨¦ en la consecuci¨®n de niveles elevados de creaci¨®n de puestos de trabajo, sumados a una reforma del mercado laboral; el compromiso con la disciplina fiscal; la inversi¨®n en servicios p¨²blicos, pero s¨®lo cuando vaya unida a una reforma profunda; la inversi¨®n en capital humano, algo crucial para el ¨¦xito en la econom¨ªa del conocimiento; el equilibrio entre los derechos y responsabilidades de los ciudadanos; y un enfoque multilateralista de la globalizaci¨®n y de las relaciones internacionales.
Conservadurismo compasivo
Concluimos que los recientes ¨¦xitos electorales de la derecha no han sido resultado del establecimiento de una ideolog¨ªa pol¨ªtica que pueda rivalizar con las ideas de la tercera v¨ªa. El conservadurismo compasivo quiz¨¢ haya permitido a George Bush ara?ar el poder, pero dif¨ªcilmente se puede considerar una filosof¨ªa pol¨ªtica avanzada. En Europa, la derecha ha llegado al poder a lomos de una oleada de populismo de extrema derecha. Esta revuelta populista presenta en todas partes los mismos temas. Hace referencia a la preocupaci¨®n que los ciudadanos sienten por la inmigraci¨®n, el multiculturalismo y la delincuencia. Est¨¢ en contra del orden establecido, refleja la desconfianza hacia los mecanismos democr¨¢ticos ortodoxos y conecta con las preocupaciones por la p¨¦rdida de identidad nacional en la Uni¨®n Europea y, de forma m¨¢s general, por el impacto de la globalizaci¨®n. Las preocupaciones y los intereses que favorecen a la extrema derecha son compartidos por sectores de poblaci¨®n mucho m¨¢s amplios que aquellos que en realidad le votan. Esencialmente, el centro-derecha ha normalizado algunos de estos temas populistas y los ha incorporado a sus propias perspectivas. Sus ¨¦xitos han sido en gran medida oportunistas.
Por tanto, el centro-izquierda mantiene una posici¨®n firme. Pero ninguno de los presentes dudaba de que en estos momentos es necesario replantearse muchas cuestiones. Los progresistas no s¨®lo deben responder a las cuestiones planteadas por la derecha populista, sino tambi¨¦n a cambios m¨¢s amplios en la situaci¨®n mundial. El mundo ha seguido avanzando desde las formulaciones originales de la tercera v¨ªa, a comienzos de los noventa. Por aquel entonces, el ambiente mundial parec¨ªa relativamente propicio, con el final de la guerra fr¨ªa y la aparente perspectiva de un crecimiento continuado y duradero de la econom¨ªa mundial. Tras el 11-S, y despu¨¦s de los conflictos en Afganist¨¢n y en Irak, con un crecimiento econ¨®mico titubeante en todas partes, protestas masivas y continuadas contra la globalizaci¨®n, los mercados de valores en ca¨ªda libre y esc¨¢ndalos empresariales ocupando los titulares informativos, las cosas parecen mucho m¨¢s dif¨ªciles.
Nuestros debates tuvieron un car¨¢cter firmemente comparativo, analizando las experiencias de los Gobiernos y partidos de centro-izquierda de toda Europa, Norteam¨¦rica y Asia. El objetivo era reunirlos para generar un nuevo marco pol¨ªtico, una aspiraci¨®n que, en mi opini¨®n, hemos logrado alcanzar. El centro-izquierda necesita defender la esfera p¨²blica, los bienes y los intereses p¨²blicos con mayor firmeza que la conseguida por el pensamiento progresista actual. Es posible volver a impulsar la confianza en el Gobierno y deber¨ªamos trabajar para lograr este fin. El programa pol¨ªtico debe incluir entre sus objetivos prioritarios el establecimiento de nuevos modelos de gesti¨®n empresarial. Tambi¨¦n debe darse prioridad a las formas de reducir de forma radical las desigualdades, que todav¨ªa est¨¢n aumentando en muchos pa¨ªses y a escala mundial.
Algunos cr¨ªticos tienden a considerar que tales eventos distraen de la "pol¨ªtica real", de la dedicaci¨®n a los problemas pol¨ªticos de la vida real. Pero yo creo que nuestras discusiones tendr¨¢n un impacto pr¨¢ctico directo y moldear¨¢n la forma de concebir y poner en pr¨¢ctica el centro-izquierda en los pr¨®ximos a?os.
Anthony Giddens es director de la Londos School of Economics y autor de La tercera v¨ªa. Traducci¨®n de News Clips.
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