Defraudado y desamparado

El motivo de esta carta es, de alguna manera, una petici¨®n p¨²blica de amparo. Yo soy un joven trabajador del ramo del metal que ten¨ªa una ilusi¨®n, una ilusi¨®n que a muchos quiz¨¢ les parezca banal y materialista, pero al fin y al cabo no perjudica a nadie y a m¨ª me hace feliz.

Quer¨ªa tener y conducir un buen coche, un autom¨®vil bonito y potente. Trabaj¨¦ lo m¨ªo y finalmente reun¨ª un buen dinero. Este buen dinero lo di a cambio de un coche Peugeot 406 Coup¨¦ y desde hace un a?o y tres meses, es decir, desde que lo poseo, se ha acabado la ilusi¨®n: todo va mal, se aver¨ªa continuamente, todo son problemas, tanto en el motor como en los sistemas el¨¦ctricos, las puertas y las lunas.

Un desastre. En este tiempo he acudido al concesionario oficia de L'Hospitalet m¨¢s de 12 veces y nunca me han dejado el coche en las condiciones en que debe estar un autom¨®vil nuevo que cuesta 26.000 euros.

He reclamado por escrito dos veces a Peugeot Espa?a y ni se han dignado contestarme.

En fin, yo he pagado un dinero bueno y quiero un autom¨®vil igual, que me lo cambien o que me devuelvan lo pagado y se lo queden. Pero, de momento, a m¨ª han abandonado con una chatarra nueva que me hace sentir defraudado y desamparado.