Catalu?a se encuentra a la cola en atenci¨®n domiciliaria en Espa?a

La atenci¨®n domiciliaria para ancianos no arranca en Catalu?a. Este servicio, que permite seguir viviendo en su casa a las personas con discapacidades leves, s¨®lo beneficia al 1,3% de los mayores catalanes, cuando la media espa?ola supera el 2%. Ninguna otra comunidad aut¨®noma espa?ola tiene un ¨ªndice de cobertura tan bajo. Tambi¨¦n es dif¨ªcil encontrar una situaci¨®n parecida en Europa, donde en Dinamarca, por ejemplo, se presta este servicio al 24% de los ancianos.

El mill¨®n largo de ancianos que viven en Catalu?a, el 17,3% de su poblaci¨®n total, lo tienen dif¨ªcil para acceder a los servicios de atenci¨®n domiciliaria si caen enfermos o sufren situaciones de dependencia. La Generalitat y los ayuntamientos no alcanzan a cubrir las necesidades de este sector de poblaci¨®n y en estos momentos s¨®lo 13.900 personas pueden disponer de alguna ayuda externa en su domicilio pagada por la Administraci¨®n. As¨ª lo recoge un estudio presentado en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo y coordinado por el catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Vicen? Navarro.

Todos los agentes sociales reconocen que la atenci¨®n domiciliaria es la mejor alternativa a las caras y poco atractivas residencias geri¨¢tricas, algo que tambi¨¦n defiende el Gobierno catal¨¢n. Sin embargo, s¨®lo el 1,3% de los ancianos catalanes tienen acceso a este servicio, frente al 2,1% de la Comunidad Valenciana, el 3,02% de Navarra y o el 2% de Andaluc¨ªa.

Los servicios de asistencia domiciliaria consisten en una visita diaria o semanal al anciano efectuada por trabajadores sociales que ayudan al usuario a realizar algunas tareas dom¨¦sticas, a hacer la colada o la compra, o en su higiene personal. En el informe de Vicen? Navarro se destaca que "los pa¨ªses escandivanos son los pioneros en este tipo de atenci¨®n" y que Catalu?a se encuentra "muy por debajo de los niveles de cobertura de los pa¨ªses con Estado de bienestar m¨¢s desarrollados". El catedr¨¢tico no duda, pues, en afirmar que "en Espa?a, y especialmente en Catalu?a, existe un d¨¦ficit en la protecci¨®n social de las personas mayores dependientes".

Pero ?cu¨¢ntas son realmente las personas que necesitan este servicio? ?Requieren todas ellas el mismo grado de atenci¨®n? Esto es lo que trata de averiguar el catedr¨¢tico de la UPF en el estudio que ha realizado conjuntamente con la investigadora ?gueda Quiroga. Si se toman como referencia las cifras del Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso), el 19,3% de la poblaci¨®n espa?ola de m¨¢s de 64 a?os sufre alg¨²n tipo de dependencia o incapacidad. Si este porcentaje se proyecta sobre la poblaci¨®n catalana, resulta que 209.541 personas no pueden valerse por s¨ª mismas. "Ahora bien, no todas las personas tienen el mismo grado de dependencia", puntualiza Navarro, quien utiliza datos de la Encuesta Nacional de Salud para concluir que el 5,6% de la poblaci¨®n mayor de 64 a?os s¨ª presenta un nivel de dependencia considerable.

Seg¨²n los trabajadores sociales, estas personas requerir¨ªan al menos seis horas de asistencia semanales y muchas de ellas incluso deber¨ªan poder ser ingresadas en una residencia geri¨¢tria p¨²blica. Las cifras son todav¨ªa m¨¢s desoladoras al analizar cu¨¢ntas personas tienen niveles de incapacidad graves: el 9,3% de los ancianos. Esto se traduce en que m¨¢s de 100.000 ancianos catalanes no pueden realizar actos tales como vestirse o salir a comprar.

As¨ª pues, si la Administraci¨®n no llega a cubrir este d¨¦ficit, ?qui¨¦n se encarga de hacerlo? Las mujeres, ya sean las hijas de la persona que requiere cuidados o su esposa. Seg¨²n datos del Imserso, las hijas son las principales cuidadoras de sus madres (el 36,6%) y las esposas hacen lo mismo con los hombres mayores dependientes (44,6%). Un reciente estudio del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas sobre la materia afirmaba que el 37% de los espa?oles consideran que el Estado es el responsable de la atenci¨®n a los ancianos dependientes. El 29% cree que la responsabilidad recae sobre el Estado y la familia, y otro 29% que s¨®lo ¨¦sta debe cuidar a sus ancianos.