Lula adelanta la votaci¨®n de las reformas para evitar protestas

Acosado por varios flancos, con el d¨®lar de nuevo por encima de los tres reales y los rumores sobre la dimisi¨®n del ministro de Econom¨ªa, el presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, decidi¨® no esperar ni un d¨ªa m¨¢s para que la C¨¢mara de Diputados votase el pol¨¦mico proyecto de reforma de la Seguridad Social. Su idea era que el texto fuera aprobado ayer mismo, incluso durante la noche, para evitar que dicha votaci¨®n coincidiera hoy con la marcha de los 40.000 funcionarios p¨²blicos sobre Brasilia convocada para protestar contra las reformas sociales.

Para conseguir su prop¨®sito, Lula mantuvo fren¨¦ticas reuniones con los l¨ªderes de los aliados del Gobierno y con varios ministros hasta muy entrada la noche para resolver las ¨²ltimas reivindicaciones de tirios y troyanos, es decir, de los que, como los jueces, quieren mantener viejos privilegios y los que le piden que mejore la situaci¨®n, en el proyecto, de los m¨¢s desprotegidos, subiendo el techo de las jubilaciones m¨¢s bajas. La noche del lunes acab¨® sin acuerdo y ayer por la ma?ana continuaron de forma fren¨¦tica toda una serie de reuniones, mientras el Parlamento fue convocado en sesi¨®n plenaria para comenzar a discutir el proyecto ya aprobado por el Gobierno incluso sin a¨²n haber decidido sobre las ¨²ltimas posibles correcciones.

Entre ellas figura el empecinamiento del poder judicial, que no acepta la propuesta del Gobierno de que los jueces estatales no puedan ganar ni tener como jubilaci¨®n m¨¢s del 75% del sueldo actual de un magistrado del Tribunal Supremo, el cual ya gana casi el doble que el mismo presidente de la Rep¨²blica. Los jueces exigen seguir ganando no menos del 90,25% de sus compa?eros del Supremo.

Los funcionarios, convocados para hoy en Brasilia por los sindicatos, al saber que el presidente Lula hab¨ªa adelantado la fecha de la votaci¨®n en el Parlamento, comenzaron a llegar ayer mismo. Muchos de ellos esperaban en el aeropuerto a los diputados que aterrizaban desde todo el pa¨ªs para asistir a la votaci¨®n, intentando convencerles para que votaran en contra. Manifestaciones de protesta estaban teniendo lugar ayer en varios Estados. En las fronteras de Brasil con Paraguay y Argentina centenares de camiones ten¨ªan bloqueado el tr¨¢fico.

La dura nota del Gobierno desmintiendo las dimisiones de su ministro de Econom¨ªa, Antonio Palocci, figura clave del actual Gabinete, la firme voluntad de Lula de conseguir la votaci¨®n cuanto antes en el Parlamento y los rumores de que no estaba dispuesto a rendirse ante las exigencias del Poder Judicial, consiguieron frenar la subida del d¨®lar aunque en la tarde de ayer estaba a¨²n por encima de los tres reales.

Aunque el Gobierno sabe que la simple aprobaci¨®n por parte de la C¨¢mara de la reforma de la Seguridad Social no asegura su ¨¦xito, ya que habr¨¢ batalla tambi¨¦n el Senado, para Lula ser¨ªa ya una gran victoria este primer paso, algo que no hab¨ªan conseguido nunca sus antecesores. Contra el proyecto de reforma de la Seguridad Social, presentado por el ex presidente Cardoso en 1999, hab¨ªan votado en contra varios de los l¨ªderes de su mismo partido, impidiendo su aprobaci¨®n. Baste recordar que uno de los puntos, al parecer con consenso de la nueva ley, prev¨¦ que los 40 millones de trabajadores urbanos que hoy no tienen derecho a la Seguridad Social ni a una jubilaci¨®n en el futuro, podr¨¢n conseguirlo con s¨®lo aportar a partir de ahora un 8% del salario base, que es de 80 euros.

Ayer tarde, el Gobierno negociaba con la oposici¨®n la posibilidad de dar la palabra en la C¨¢mara s¨®lo a los 10 primeros inscritos. El Ejecutivo estaba convencido de que podr¨ªa contar en el Parlamento con 380 votos a favor de la reforma. El m¨ªnimo necesario es de 308. Del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula, s¨®lo tres votar¨¢n al parecer en contra, en cuyo caso ser¨ªan inmediatamente expulsados del partido.