"La UE es un gigante econ¨®mico y un enano estrat¨¦gico"
Un amplio equipo de cient¨ªficos dirigidos por Bertram trabaja en la Fundaci¨®n Ciencia y Cultura para asesorar al Gobierno y al Parlamento federal con an¨¢lisis de la realidad social y de pol¨ªtica internacional. En su despacho de Berl¨ªn, el ta?ido de dos viejos relojes interrumpe cada media hora sus reflexiones sobre el futuro de Alemania y Europa.
Pregunta. Siempre se dec¨ªa de Alemania que era un gigante econ¨®mico y un enano pol¨ªtico. ?Vale esto tambi¨¦n para la UE?
Respuesta. Yo lo dir¨ªa de otra manera. Creo que la UE es un gigante econ¨®mico y un enano estrat¨¦gico. Hay muchos ¨¢mbitos en la pol¨ªtica en los que la UE tiene una influencia muy grande: en pol¨ªtica de comercio, de medio ambiente y financiera. Tambi¨¦n en la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas de sus miembros. Todo esto no se puede despreciar, pero no est¨¢ preparada para decidir con rapidez y actuar con eficacia ante una crisis estrat¨¦gica. ?ste es su verdadero y permanente punto d¨¦bil.
"Una uni¨®n de Estados hist¨®ricos y orgullosos no es la adecuada para actuar con rapidez y eficacia. Esto constituye la debilidad permanente de la Uni¨®n Europea"
"Aunque exista un ministro de Exteriores europeo, ?aceptar¨¢n los se?ores Aznar, Chirac, Schr?der o Blair renunciar a las decisiones de sus pa¨ªses sobre la guerra y la paz? No"
"Una gran ventaja de una integraci¨®n europea verdadera ser¨ªa que Europa empezase por fin a gastar de manera eficaz el mucho dinero que se destina a la defensa"
"La divisi¨®n del trabajo en la que Am¨¦rica hace lo militar y Europa el resto no se corresponde con la realidad. Hace falta un consenso sobre el objetivo, y sin ¨¦l se produce la divisi¨®n"
"La ampliacion ser¨¢ positiva con la condici¨®n de que se cree un procedimiento de decisi¨®n eficiente. Si no se consigue, ser¨¢ peligrosa por motivos estrat¨¦gicos"
"No creo que Polonia vaya a ser el caballo de Troya norteamericano en Europa. Si otros Estados se preocupan por ella, Polonia ya no tendr¨¢ la impresi¨®n de que s¨®lo interesa a EE UU"
P. ?Esto es un problema estructural o ideol¨®gico?
R. Es estructural. Los Estados de la UE no se fundir¨¢n de una forma tan estrecha como para poder decidir con la rapidez con que lo puede hacer un Estado nacional tradicional o Estados Unidos. Esta fusi¨®n estrecha no se dar¨¢ en cuestiones estrat¨¦gicas. En muchas otras cuestiones la UE ganar¨¢ en libertad de acci¨®n y eficacia, incluso en lo militar. Creo que en unos 10 o 20 a?os estar¨¢ disponible una fuerza de intervenci¨®n europea con reglas comunes de actuaci¨®n y de tratar los problemas. Pero, de momento, a la hora de llegar al meollo del asunto, cuando hay que decidir con rapidez cuestiones de estrategia, una uni¨®n de Estados hist¨®ricos y orgullosos no es adecuada para actuar con rapidez y eficacia. Esto constituye la debilidad permanente.
P. ?Y eso no cambiar¨¢ con la nueva Constituci¨®n europea?
R. Creo que no. Me parece muy ¨²til lo que se intenta en el proyecto de Constituci¨®n. Espero que Gobiernos y bur¨®cratas no lo ag¨¹en demasiado. Es un peligro que ya se puede prever. Pero, incluso si existiera un ministro de Exteriores europeo, ?los se?ores Aznar, Chirac, Schr?der o Blair aceptar¨¢n renunciar a las decisiones de sus pa¨ªses sobre la guerra y la paz? No. ?Dejar¨¢n que otros pa¨ªses dicten el comportamiento de sus Estados ante las crisis internacionales? No. El ministro de Exteriores europeo puede ocuparse de que la pol¨ªtica exterior europea se interrelacione cada vez m¨¢s, de que en muchas cosas se act¨²e de forma conjunta, sobre todo cuando se disponga de mucho tiempo, pero ante una crisis estrat¨¦gica esa unidad no resistir¨¢.
P. Tal como ha ocurrido en el caso de Irak.
R. S¨ª, aunque eso fue una crisis especial. Aqu¨ª no se trataba de si esta Europa iba a mantenerse unida frente Am¨¦rica. Esto creo que deber¨ªamos quit¨¢rnoslo de la cabeza. No habr¨¢ una Uni¨®n Europea que se mantenga en pie ante Am¨¦rica, no se mantendr¨¢ unida contra Am¨¦rica, no la habr¨¢.
P. ?Entonces usted cree que lo que escribi¨® [el fil¨®sofo alem¨¢n J¨¹rgen] Habermas de que el 15 de febrero [d¨ªa de las manifestaciones contra la guerra de Irak] surgi¨® una nueva opini¨®n p¨²blica mundial se sit¨²a en el ¨¢mbito de la ciencia-ficci¨®n?
R. Yo creo que esto se anticipa mucho en el tiempo. Yo mismo soy partidario de la integraci¨®n europea y quisiera que avanzase m¨¢s r¨¢pido. Creo que ahora los Estados deber¨ªan unirse en una integraci¨®n militar real. Me parece que el paso correcto ser¨ªa que dos o tres, cuatro o cinco Estados digan: nosotros unimos nuestras capacidades militares, creamos un presupuesto conjunto, una superficie conjunta, una autoridad conjunta, una comisi¨®n parlamentaria com¨²n, que vigile lo que ocurre. No tanto para superar ese d¨¦ficit del que acabo de hablar, sino para que no sea tan f¨¢cil crear divisiones. Y la otra gran ventaja de una integraci¨®n europea verdadera as¨ª ser¨ªa que Europa empiece por fin a gastar de una manera eficaz el mucho dinero que se destina a la defensa. Gastamos el dinero para defensa de un modo altamente ineficaz. Lo tiramos por la ventana. Lo dispersamos en 15 o 16 instalaciones militares, ej¨¦rcitos, fuerzas a¨¦reas, escuelas, campos de entrenamiento, bases. Cada uno tiene una estructura militar propia, y esto es el m¨¢ximo grado de despilfarro. La integraci¨®n nos permitir¨ªa que no nos dividieran en una situaci¨®n de crisis, y adem¨¢s utilizar nuestros medios de una forma m¨¢s eficaz. Eso ya ser¨ªan dos grandes ventajas.
P. Y todo eso ?dentro o fuera de la OTAN?
R. Yo creo en la integraci¨®n en la OTAN, ?por qu¨¦ no? Si dos Estados dicen unamos nuestro comando de la fuerza a¨¦rea, nuestro comando de transporte a¨¦reo, y ahora juntemos nuestra marina, en este caso no hay ning¨²n problema en realizar eso dentro o fuera de la OTAN. Creo que ¨¦sta es una diferenciaci¨®n artificial que depende de la evoluci¨®n de la misma OTAN. De momento, el gran problema de la OTAN no es la falta de colaboraci¨®n t¨¦cnica, que hay cada vez m¨¢s. El problema es que ya no va apoyada sobre un consenso pol¨ªtico, sobre la cuesti¨®n de d¨®nde hay que intervenir, con qu¨¦ medios y cu¨¢ndo. El consenso pol¨ªtico no existe, lo que significa que la OTAN, si esto no se arregla, caer¨¢ en una crisis cada vez m¨¢s profunda. La oposici¨®n UE-OTAN me parece muy artificial. Ya hoy en d¨ªa se produce el hecho de que la mayor¨ªa de los miembros de la OTAN lo son de la UE. Tras la ampliaci¨®n de la UE el a?o que viene, seremos 25 miembros de la UE y 22 de ellos lo ser¨¢n tambi¨¦n de la OTAN. La OTAN no puede decir: no pod¨¦is hablar unos con otros. Al rev¨¦s, eso es precisamente lo que deber¨ªan aprender los europeos: a tener sus propias ideas ante los desaf¨ªos estrat¨¦gicos. Tienen que aprender a disponer de los recursos para estos retos. No se les puede proponer que ese debate no se realice en la OTAN.
P. Entonces usted no ve nada malo en el intento de Francia, Alemania, Luxemburgo y B¨¦lgica que en Washington gener¨® tanta desconfianza.
R. Eso s¨®lo muestra lo susceptibles que est¨¢n los americanos. Altamente susceptibles. Pero yo no veo nada malo en ello, a no ser que una vez m¨¢s todo se quede en palabras. ?se es el modo europeo de creer que la pol¨ªtica se hace con palabras, con comunicados. Mi preocupaci¨®n es que en Bruselas, a finales de abril
[en la reuni¨®n para un proyecto de uni¨®n militar entre esos pa¨ªses] de nuevo s¨®lo se hayan producido palabras sin que despu¨¦s pase nada, pero un mando conjunto en el que la UE se obligue a planificar juntos ser¨¢ cada vez m¨¢s necesario en un mundo en el que EE UU y Europa no coinciden en muchas cuestiones estrat¨¦gicas. Y m¨¢s en una OTAN que los americanos consideran como una caja de herramientas. Por tanto, yo desear¨ªa que Francia y Alemania se pusieran en serio a integrar sus recursos militares. Y temo que lo dejen en palabras. No hay nada malo en las palabras, pero s¨ª en la falta de acci¨®n. Esto siempre ha sido el problema de Europa.
P. ?Esa falta de actuaci¨®n tambi¨¦n implica gastar menos en defensa?
R. No lo s¨¦. Los miembros de la UE gastan en defensa en un a?o 160.000 millones de euros, y eso sin que exista un enemigo avasallador. Su aliado m¨¢s importante, EE UU, gasta el doble. Es decir, Europa y EE UU juntos gastan tres veces 160.000 millones. Gastamos cada d¨ªa 500 millones de euros en defensa. Esto no es demasiado poco, pero malgastamos ese dinero. No lo concentramos. Lo gastamos de una manera ineficiente. ?Qu¨¦ hacemos con esos 500 millones que gastamos cada d¨ªa? Con eso no mantenemos un ej¨¦rcito conjunto, una fuerza ¨¢erea conjunta, una academia de oficiales conjunta, sino 15 diferentes. ?ste es, en realidad, el punto d¨¦bil de los europeos. No que no pongan a disposici¨®n suficiente dinero, sino que lo malgastan, lo tiran por la ventana, lo despilfarran.
P. ?No queda aguada la UE con la ampliaci¨®n al Este?
R. No necesariamente. Naturalmente, las decisiones se dificultan. Por eso es tan importante que se ampl¨ªe el ¨¢mbito de las decisiones por mayor¨ªa. Ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil poner bajo un mismo techo a 25 Estados si cada uno tiene derecho a veto. La Convenci¨®n hizo unas propuestas muy interesantes y se podr¨ªan ampliar. En este sentido no se aguar¨ªa. Esto ocurrir¨ªa si se mantuviera el derecho a veto incluso del Estado m¨¢s peque?o.
P. Por ejemplo, si Malta pudiera bloquear todo.
R. S¨ª, pero yo presiento que los Estados que entran en la UE tienen el deseo de ser buenos jugadores de equipo. La idea de que Europa est¨¢ formada por viejos y nuevos europeos, como lo ha concebido [el ministro de Defensa de EE UU Donald] Rumsfeld, es una tonter¨ªa. Espa?a es vieja Europa, y Dinamarca, e Italia. Polonia tambi¨¦n es Europa vieja, aunque sea un nuevo miembro. Pero ser miembros de la UE conducir¨¢ a que todos esos Estados tendr¨¢n un procedimiento com¨²n de toma de decisiones, una deliberaci¨®n conjunta, estar comunicados entre s¨ª continuamente. Y s¨®lo por el hecho de esos intereses comunes se producir¨¢ una interrelaci¨®n m¨¢s estrecha. Por eso me parece que la ampliaci¨®n de la UE es positiva, si se crea un procedimiento de decisi¨®n eficiente. Si esto no se consigue, si ahora las propuestas de la Convenci¨®n se destruyen de nuevo, entonces la ampliaci¨®n ser¨¢ peligrosa por motivos estrat¨¦gicos.
P. Usted critica lo que dijo Rumsfeld, pero ?no existe de hecho esa divisi¨®n en Europa, tal como puso de manifiesto la carta de los ocho
[de Aznar, Blair y otros a favor de EE UU]?
R. Yo me he planteado muchas veces la pregunta. La cuesti¨®n b¨¢sica es si lo que hemos visto en el conflicto de Irak es un hecho ¨²nico o algo t¨ªpico, y yo creo que se trata de algo ¨²nico. Imag¨ªnese que Gran Breta?a no se hubiera unido de inmediato con Am¨¦rica, sino que se hubiera mantenido en una posici¨®n europea. Imag¨ªnese que Chirac hubiese aprobado una segunda resoluci¨®n
[del Consejo de Seguridad] que tambi¨¦n hubiese posibilitado a Gran Breta?a dejar m¨¢s tiempo a los inspectores de la ONU en Irak. En Europa no estar¨ªan enfrentados unos con otros. Imag¨ªnese que los alemanes y los franceses no hubiesen actuado de una forma tan arrogante como ocurri¨® en enero en Versalles [con motivo del 40? aniversario del Tratado del El¨ªseo], cuando actuaron como si hubieran querido decir a los otros por d¨®nde hay que ir. Imag¨ªnese que se aprendi¨® la lecci¨®n de lo ocurrido y los Estados grandes de Europa se preocupan en serio de los peque?os. Todo eso es posible. Nada de lo ocurrido durante el conflicto de Irak fue inevitable, sino resultado de la miop¨ªa pol¨ªtica, de la mala diplomacia, pero Europa no tendr¨ªa que haberse dividido. Espero que hayamos aprendido de esta crisis lo importante que es hablar de los conflictos a tiempo. La UE no habl¨® del conflicto de Irak en el nivel ministerial hasta agosto de 2002; antes, no. Antes est¨¢bamos todos sentados en espera de lo que hicieran los americanos. No hubo ning¨²n esfuerzo serio de coordinaci¨®n en la UE. S¨®lo a comienzos de este a?o hubo un Consejo Europeo que redact¨® una vez m¨¢s un comunicado que intentaba sacar a flote una postura com¨²n de donde no la hab¨ªa. Esto ocurri¨® bastante tarde. No nos hemos puesto manos a la obra a tiempo. Los Gobiernos no se esforzaron por lograr a tiempo una postura com¨²n. Despu¨¦s, cuando se mostr¨® lo dif¨ªcil que era obtener una postura com¨²n, adem¨¢s los Gobiernos actuaron de una manera torpe en el trato de unos con otros. Por eso estoy muy confiado en que no nos veremos otra vez ante tal divisi¨®n, que es una disputa entre Gobiernos y no entre los pueblos.
P. ?No responde esto a una especie de divisi¨®n impl¨ªcita del trabajo seg¨²n la cual EE UU asume la responsabilidad por todo lo militar y Europa se orienta m¨¢s hacia lo social?
R. No, ya estamos viendo que no. Vemos ahora que la poderosa Am¨¦rica necesita con urgencia la ayuda de tropas en Irak, que necesita polic¨ªas y soldados. La poderosa Am¨¦rica no s¨®lo pide a sus aliados europeos que env¨ªen tropas, sino que querr¨ªa una divisi¨®n de soldados de la India que podr¨ªa actuar en el norte de Irak. Am¨¦rica busca otros ej¨¦rcitos que puedan apoyarla. Esa divisi¨®n de trabajo, que Am¨¦rica hace lo militar y los europeos el resto, no se corresponde con la realidad. Tampoco ser¨ªa posible en una alianza. Y por una raz¨®n del todo clara: para obtener una divisi¨®n de trabajo que no lleve a una ruptura hace falta un consenso sobre el objetivo. Y si ese consenso no se da, que uno hace una cosa y el otro hace otra, se produce con rapidez la divisi¨®n. Por eso es correcto que EE UU aprenda ahora algo que antes se ha negado a aprender: nation building, es decir, la reconstrucci¨®n de Estados destruidos, la ayuda para volver a levantar sociedades, la tarea m¨¢s dif¨ªcil que pueda existir. Esto es lo que tienen que aprender los americanos, y los europeos tambi¨¦n tienen que mejorar en esto. Todos sabemos desde Kosovo lo dif¨ªcil que resulta esta tarea. Y lo sabemos tambi¨¦n por Afganist¨¢n. Si aqu¨ª los americanos y los europeos no act¨²an juntos, esta dif¨ªcil tarea no tendr¨¢ ¨¦xito.
P. Volvamos al tema de la ampliaci¨®n. ?No cree usted que Estados Unidos tiene la tentaci¨®n de utilizar a Polonia como el caballo de Troya en Europa?
R. Yo pregunt¨¦ esto a un periodista polaco y me dijo: "Si vosotros, si Europa se ocupa de nuestra seguridad de forma suficiente, no necesitamos a los americanos; pero mientras Europa no pueda y mientras que nosotros en Polonia tengamos la sensaci¨®n de que nuestra seguridad sigue siendo un problema, por supuesto que acudiremos a los americanos". Me parece muy claro. En la medida en la que se vea que la ampliaci¨®n tambi¨¦n significa fortalecer Europa, la dependencia de EE UU disminuir¨¢. En la medida en que otros Estados europeos se preocupen por Polonia, los polacos ya no tendr¨¢n la impresi¨®n de que s¨®lo los americanos hablan, se interesan y se preocupan por ellos. Esta cr¨ªtica no va s¨®lo contra Francia y Alemania, sino tambi¨¦n contra Espa?a e Italia y otros Estados grandes en la UE. Por desgracia, es habitual que los grandes hablen entre ellos, pero no con los peque?os, aunque el voto de ¨¦stos tambi¨¦n es necesario para las decisiones por mayor¨ªa. Espero que esta arrogancia sea algo del pasado y que tambi¨¦n los Estados que acabo de nombrar empiecen a mantener un dialogo m¨¢s estrecho con los m¨¢s peque?os y pregunten m¨¢s qu¨¦ quer¨¦is, hasta qu¨¦ punto apoy¨¢is lo que hacemos, c¨®mo podemos desarrollar posiciones comunes. Ha habido muy poco de esto, por parte de Francia y de Alemania, pero no s¨®lo de ellos.
P. ?Cree usted que Turqu¨ªa deber¨ªa entrar en la UE?
R. S¨ª, pero no lo va a conseguir. Hay muchas razones a favor de que Turqu¨ªa, ante la perspectiva de entrar a la UE, se transforme, se convierta en un pa¨ªs diferente y reciba un empuj¨®n considerable para reformarse. Se puede imaginar que Turqu¨ªa al final de este proceso se convertir¨¢ en un pa¨ªs moderno que pueda estar a la altura de los otros europeos. Hoy tenemos 25 Estados. Los nuevos miembros tendr¨¢n que tomar decisiones dif¨ªciles. Si Turqu¨ªa estuviese a las puertas de la UE, los ciudadanos de muchos pa¨ªses de la UE exigir¨ªan un refer¨¦ndum. Bastar¨ªa con que s¨®lo un pa¨ªs, ya sea Chipre o Grecia, o Espa?a o Italia, diga que no para impedirlo. La posibilidad de que Turqu¨ªa sea miembro de la UE es muy baja.
"La integraci¨®n europea es el supremo inter¨¦s nacional"
CHRISTOPH BERTRAM, DE 65 A?OS, dirige en Berl¨ªn desde abril de 1998 la Fundaci¨®n Ciencia y Pol¨ªtica, cuyos informes ayudan a formar la opini¨®n y la toma de decisiones de los pol¨ªticos alemanes. Bertram ha realizado una extensa carrera en el campo del an¨¢lisis pol¨ªtico y el periodismo.Entre 1974 y 1982 fue director del Instituto de Estudios Estrat¨¦gicos de Londres.
?l cree que no existe ninguna base para temer que Alemania vaya a seguir un camino especial para buscar una alianza con Rusia. Sostiene Bertram: "Los alemanes no estamos locos. Sabemos que una estrecha integraci¨®n europea es nuestro supremo inter¨¦s nacional. Por eso, en los 54 a?os de existencia de la Rep¨²blica Federal ha habido una continuidad sorprendente. No importa si era la CDU
[Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana] la que estaba en el poder o el SPD [Partido Socialdem¨®crata de Alemania]
. No importa si estaba [el democristiano Konrad] Adenauer, o [el socialdem¨®crata Willy] Brandt, o
[el democristiano Helmut] Kohl o Schr?der. O Helmut Schmidt".
El otro pilar de la pol¨ªtica exterior de Alemania es la relaci¨®n transatl¨¢ntica con EE UU, que, seg¨²n Bertram, "tambi¨¦n es un inter¨¦s nacional claro y prioritario, tanto como la integraci¨®n europea. Todo lo dem¨¢s es secundario o de un tercer grado. Por supuesto, todos los Gobiernos alemanes, desde que la URSS ya no se presenta como un enemigo represivo, han intentado encontrar una buena relaci¨®n con Rusia. Nadie ha buscado y encontrado una relaci¨®n m¨¢s estrecha que Helmut Kohl. No es un secreto que Schr?der y el presidente ruso han desarrollado una buena qu¨ªmica. Esto no quiere decir que habr¨¢ un cambio en los cimientos de la pol¨ªtica exterior alemana, porque estos cimientos siguen por completo el inter¨¦s nacional de Alemania".
Las perspectivas de la UE con una econom¨ªa alemana enferma son un problema grave. Seg¨²n Bertram, "si s¨®lo se estancara Alemania, el problema ser¨ªa menor. Pero es una larga cadena de pa¨ªses que va de Alemania a trav¨¦s de Francia, Italia y hasta el Reino Unido que se enfrentan a un estancamiento de la econom¨ªa. La UE puede, y esto es lo bueno de esta uni¨®n solidaria, aguantarlo si uno de los Estados no tiene tanta capacidad como los dem¨¢s, incluso si es un Estado grande. Pero la UE tiene que soportar un gran peso si toda la zona del euro se estanca.
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