Terminales codiciados

Una de las principales preocupaciones de las compa?¨ªas de m¨®viles a la hora de hacer un contrato es asegurarse la fidelidad del abonado, es decir, que no se va a cambiar de operador en un plazo prudencial.

Y es que las compa?¨ªas subvencionan los terminales que ofrecen a sus clientes con contratos, es decir, aplican notables descuentos sobre el precio al que se lo ofrecen los fabricantes, al entender que el consumo de los clientes en un determinado plazo compensar¨¢ ese descuento. Sin embargo, una pr¨¢ctica muy habitual es suscribirse a una compa?¨ªa con el objeto de hacerse con un terminal a bajo precio (liber¨¢ndolo posteriormente) o, simplemente, de revenderlo.

Las compa?¨ªas ya han comenzado a denunciar a los clientes que suscriben un contrato s¨®lo para hacerse con un terminal.

Esta pr¨¢ctica se generaliz¨® entre 1997 y 2000, en la ¨¦poca del boom de la telefon¨ªa m¨®vil, cuando las compa?¨ªas, con tal de atraer nuevos clientes, subvencionaban hasta el 75% del precio del terminal.

La venta de m¨¢s de 15 millones de terminales al a?o provoc¨® un fen¨®meno de exportaci¨®n ilegal de aparatos a otros mercados como Hong Kong, Italia o Marruecos. Este fen¨®meno ha disminuido notablemente en los ¨²ltimos a?os, debido a que Espa?a es ya un mercado maduro en el que m¨¢s del 80% de la poblaci¨®n dispone de m¨®vil.

Sin embargo, con la aparici¨®n de los terminales de gama alta capaces de enviar mensajes multimedia (mensajes con fotos e im¨¢genes) se ha vuelto a reproducir este fen¨®meno.