Pende de un hilo
Dos atentados suicidas palestinos en menos de una hora han acabado con seis semanas de calma relativa y multiplicado los interrogantes sobre las probabilidades de supervivencia del incipiente plan de paz entre israel¨ªes y palestinos. A Abu Mazen, los actos terroristas -reivindicados por Ham¨¢s y M¨¢rtires de Al Aqsa, dos de los grupos extremistas implicados en la tregua con Israel iniciada el mes pasado- le han obligado a regresar precipitadamente de una gira por el Golfo. El primer ministro palestino ha condenado los atentados, pero ha recordado que las incesantes incursiones armadas israel¨ªes a la caza de militantes en ciudades palestinas acarrean este tipo de respuestas.
Ariel Sharon ha sido m¨¢s contundente. El l¨ªder israel¨ª ha suspendido la anunciada liberaci¨®n de 76 prisioneros y asegura que no habr¨¢ un Estado palestino independiente, como prev¨¦ para 2005 la maltrecha Hoja de Ruta auspiciada por EE UU, si persisten los atentados.
Aunque nada irremediable ha sucedido todav¨ªa, todo pende de un hilo. Los radicales palestinos aseguran que, pese a los atentados de ayer, mantienen la tregua; y que los actos suicidas de sus dinamiteros son una mera retribuci¨®n de la violencia enemiga. Pero este juego de palabras no puede esconder que ning¨²n alto el fuego, por bien intencionado que sea - y ¨¦ste no lo es-, puede sobrevivir en un clima de odio atrincherado y desconfianza insuperable.
Abu Mazen reafirma su empe?o por hacer respetar la tregua a los grupos radicales, aunque el jefe del Gobierno palestino depende en la pr¨¢ctica de la buena voluntad de Ham¨¢s, la Yihad isl¨¢mica o las bandas obedientes a Al Fatah para mantener una calma relativa hasta finales de septiembre. Sharon controla todas las palancas del poder israel¨ª, pero, fiel a sus inclinaciones expeditivas, est¨¢ cada vez m¨¢s inc¨®modo con un alto el fuego que, dice, utilizan sus enemigos para rearmarse. Uno y otro conocen que, si no ponen toda la carne en el asador, este precario itinerario hacia la convivencia ser¨¢ recordado muy pronto como el en¨¦simo intento por llegar a ninguna parte.
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