Ul¨ªa
Siempre hab¨ªamos pensado, cuando solicit¨¢bamos un pescado "a la espalda", que era necesario un m¨ªnimo tama?o de pez para que el dorso del animal -su piel- pudiese soportar la embestida de calor que emiten las brasas debajo de la parrilla. Hab¨ªa que ver en los grandes asadores norte?os el despliegue del cocinero y de los pinches arrojando, con tino, pero casi "a rebato", el sofrito de los ajos y guindillas, junto con algunas -nada m¨®dicas- cantidades de vinagre, sin las cuales parec¨ªa imposible trasladarnos al Pa¨ªs Vasco y sus tradiciones. Pero he aqu¨ª que por una sutil -y ahora comprensible- arte de magia, pueden adquirirse unos m¨ªnimos boquerones, y despu¨¦s de bien limpiados y desespinados, podemos arrojarlos al fuego de Sat¨¢n, en la razonable seguridad de que sus cuerpos no ser¨¢n engullidos en los infiernos -pasto de las llamas-, sino que con una razonable dosis de atenci¨®n podremos rescatarlos de ese abismo cal¨®rico con las pieles casi intactas y los cuerpos sonrosados por la brisa incendiaria que emana de las brasas.
A partir de este prodigio -sin duda obra del cuidado en la asadura y de los favores que alg¨²n santo nos tiene concedidos-, podemos ali?ar los boquerones con unas m¨ªnimas dosis de aceite y alg¨²n ajo laminado, aunque extremando el cuidado con los fr¨ªos derivados del vino, o sea, ajustando al tama?o del pescado la cantidad de ac¨¦tico a derramar.
As¨ª logran hacerlo en Benidorm, m¨¢s concretamente en el Ul¨ªa, donde nos sorprenden con esta espalda suav¨ªsima. Terminada la sorpresa pasan -si no existe inconveniente por parte del comensal- a endosarle una sepia encebollada, tambi¨¦n ella prodigio de dulzura en la cocci¨®n: ni dura ni blanda, ni pastosa ni seca, ni ¨¢cida o amarga: buena para comer, que dir¨ªa Marvin Harris en caso de que nos la ofreciesen los nativos de Nueva Guinea Pap¨²a o adyacentes.
Podr¨ªamos seguir, pero no parece necesario. El tono general de las tapas que se ofrecen en el local se adecua a los intereses de los consumidores, los cuales var¨ªan por horas y por temporadas. Ubicado como est¨¢ frente al mar, en la Playa de Poniente, la clientela se distribuye, seg¨²n estaciones, entre los conocedores, que frecuentan el paraje desde hace largos a?os y hacen del lugar su centro de trabajo a la vez que satisfacen los apetitos m¨¢s nobles, y los visitantes fortuitos -playeros- que con liviana indumentaria desean hacer del acto de comer no una pesadilla envuelta en acres toneladas de aceite sino un ejercicio de honestidad para sus cuerpos.
Como remate -necesario- una raci¨®n del producto del d¨ªa, individual, reci¨¦n preparada, que si por ventura es el arroz marinero, nos har¨¢ olvidar hasta las horas que nos esperan despu¨¦s de tan saludable interrupci¨®n.
Datos del local. Avenida Vicente Llorca Al¨®s. La Cala- Benidorm. Tel¨¦fono: 965 85 68 28. Cierra domingo noche y lunes todo el d¨ªa.
EL FAVORITO
Arroz "La Barra".
Se prepara un sofrito de at¨²n y sepia en las proporciones que se desee. Se sofr¨ªen ?oras, las cuales mezclaremos con tomate, perejil y ajos, todos ellos crudos, someti¨¦ndolos a picado en un mortero. Se unen al sofrito inicial durante unos minutos.
Se a?ade arroz, que tambi¨¦n se sofr¨ªe, y luego un caldo de pescado que previamente se habr¨¢ confeccionado hirviendo pescados de roca en abundante agua, a fuego lento, dejando reducir el l¨ªquido para concentrar el sabor hasta el punto que deseemos. Cuando hierve se a?aden gambas y chirlas, dejando cocer el conjunto durante veinte minutos.
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