Entre Dios y la patria

Peque?o libro imprescindible para entender lo que ocurre en el interior del mundo nacionalista vasco y c¨®mo se gesta la buena conciencia de sus integrantes en medio de la barbarie. No s¨®lo por el ¨¦xito alcanzado, tres ediciones en dos meses, o por la personalidad pol¨ªtica del autor, sino sobre todo por la claridad con que expone los planteamientos y la estrategia del discurso de un clero comprometido indirecta pero apasionadamente con la causa nacionalista bajo el manto de un magisterio fundado en la doctrina social y pol¨ªtica de la Iglesia.

"Antes de hacer una valoraci¨®n o de emitir un juicio sobre la realidad es necesario conocerla", advierte Seti¨¦n a sus colegas espa?oles de la Conferencia Episcopal. No es seguro, sin embargo, que a estas alturas el conocimiento de la realidad se obtenga como es el caso mediante el encadenamiento de preguntas, objeciones y deducciones al servicio de postulados producto de la ideolog¨ªa del autor. Seti¨¦n brilla en el arte de la disputatio, en la combinaci¨®n de argumentaci¨®n, distinci¨®n y r¨¦plica, ante los obispos espa?oles en el ars opponendi et respondendi, y eso debe embelesar a sus seguidores, al mismo tiempo que les traslada a ese mundo tan poco frecuentado por el conocimiento cient¨ªfico actual como es la l¨®gica escol¨¢stica.

El objetivo principal del librito consiste en inmunizar al nacionalismo en general, y de modo especial al independentista, respecto de ETA, cuya condena Seti¨¦n tampoco aprecia demasiado por poco "novedosa". Silogismo a silogismo, vamos a parar en que si ETA es parte del Movimiento de Liberaci¨®n Vasco, ¨¦ste es el todo y no puede ser condenado por lo que haga la parte. Seti¨¦n no proporciona dato alguno. Le basta con su autoridad y el h¨¢bil uso de su t¨¦cnica de argumentaci¨®n. Tampoco juzga l¨ªcito que se condene sin m¨¢s la colaboraci¨®n con ETA, ni que todos los dem¨®cratas se unan frente al terrorismo, ni que de la existencia de v¨ªctimas del terrorismo pueda sacarse una consecuencia pol¨ªtica.

Hay que matizar, son temas complejos, desv¨ªa una y otra vez. En cambio no hay matices a la hora de suscribir el planteamiento nacionalista de que hay un Pueblo Vasco, con may¨²sculas, que debe ejercer la autodeterminaci¨®n. La cosa es clara: si un Estado tiene una composici¨®n plural, las partes tienen derecho a separarse. M¨¢s claro, agua.

Resulta comprensible, en fin,

que Seti¨¦n rechace la identificaci¨®n de ETA, guiada nada menos que por el "marxismo", con el "nacionalismo radical", seg¨²n ¨¦l, perfectamente democr¨¢tico, tal y cmo lo defini¨® su fundador, Sabino Arana, quien para el ex obispo plantea alcanzar la independencia "por v¨ªas exclusivamente pol¨ªticas", sin relaci¨®n alguna con la lucha armada. Acab¨¢ramos: Seti¨¦n pontifica sobre el nacionalismo vasco sin haber le¨ªdo siquiera Bizkaya por su independencia, o habiendo le¨ªdo las obras de Sabino oculta su contenido en un punto crucial, lo cual ser¨ªa grave para su conciencia si no estuviera convencido de que tal actuaci¨®n se encuentra al servicio de una causa superior.