Desmantelado en Alicante un taller clandestino en el que un matrimonio chino explotaba a 14 compatriotas

No sal¨ªan del garaje ni de d¨ªa ni de noche, dorm¨ªan hacinados en literas, por turnos, rodeados de colas, pegamentos, 10 m¨¢quinas de coser, pieles y cueros. La Guardia Civil descubri¨® un taller clandestino que fabricaba zapatos a destajo en el garaje de un chal¨¦ en la urbanizaci¨®n Montesol de Aspe, una localidad de 17.000 habitantes de la comarca del Vinalop¨® Mitj¨¤, en Alicante.

En el interior fueron sorprendidas 14 ciudadanos chinos con edades comprendidas entre 18 y 42 a?os, y se detuvo a un matrimonio de la misma nacionalidad y a un empresario espa?ol que colaboraba con ellos.

Seg¨²n una nota de la Guardia Civil de Alicante difundida ayer, el matrimonio detenido manten¨ªa encerrados a 16 compatriotas, que fabricaban calzado en el garaje "en condiciones infrahumanas". Los trabajadores, explotados laboralmente, viv¨ªan "hacinados en el garaje, del que nunca sal¨ªan y en el que desarrollaban su vida privada y laboral realizando turnos de trabajo y descanso consecutivo", con lo que la actividad en el taller clandestino no cesaba.

De los trabajadores, 11 carec¨ªan de documentaci¨®n y se les ha aplicado la Ley de Extranjer¨ªa. Otros tres, con permiso de residencia, quedaron en libertad tras comprobarse su documentaci¨®n. La vivienda, alquilada por el matrimonio detenido, cuyos nombres corresponden a las iniciales Y. L. y S. C., de 35 y 34 a?os, respectivamente, se encuentra en una zona residencial de las afueras de la poblaci¨®n alicantina.

La Guardia Civil tambi¨¦n detuvo a un empresario local, J. P. C., de 51 a?os, que proporcionaba la materia prima para fabricar el calzado y estaba al corriente de la situaci¨®n de los trabajadores. El ¨²nico contacto que los 16 chinos ten¨ªan con el exterior era en el momento de recibir materiales o entregar los art¨ªculos manufacturados.

Ruidos y olores

La investigaci¨®n policial se inici¨® a principios de agosto, siempre seg¨²n la nota oficial, cuando los agentes de la Guardia Civil fueron alertados de la posible existencia de un taller clandestino regentado por orientales en un chal¨¦ de Aspe. Agentes del instituto armado localizaron la vivienda y comprobaron los ruidos, olores y molestias que ocasionaban las actividades il¨ªcitas.

Tras d¨ªas de vigilancia, comprobaron c¨®mo una furgoneta cargaba y descargaba diverso material. Se escuchaba el t¨ªpico ruido de un taller de calzado, voces y ruido de m¨¢quinas de coser.

Cuando los agentes se decidieron a irrumpir en la vivienda descubrieron a siete personas que trabajaban y a otras tantas que dorm¨ªan en las literas. El matrimonio responsable del tinglado vigilaba. Sin condiciones higi¨¦nicas o sanitarias, el local carec¨ªa de ventilaci¨®n y luz natural y guardaba productos t¨®xicos e inflamables, como colas y pegamentos.

Los trabajadores hab¨ªan improvisado una cocina con bombonas de butano junto a dos literas que ten¨ªan para descansar. La instalaci¨®n el¨¦ctrica era artesanal, con el cableado entre restos de pieles y colillas.