La costa vive su peor temporada tur¨ªstica con tarifas de 16 euros la pensi¨®n completa

El sur de la Costa Brava y el norte del Maresme viven la peor temporada tur¨ªstica de los ¨²ltimos a?os. Los malos resultados del mes de julio, en el que la ocupaci¨®n hotelera descendi¨® entre el 15% y el 20%, ha obligado a muchos hoteleros a plegarse a las exigencias de los operadores tur¨ªsticos, que controlan el 80% de la demanda. El resultado ha sido un aumento de la ocupaci¨®n en agosto, pero a costa de reducir los precios. La pensi¨®n completa ha llegado a bajar en algunos establecimientos hasta los 16 euros.

Mejorar la calidad y bajar los precios parecen t¨¦rminos contrapuestos. Pero esta es la exigencia que deben afrontar los hoteleros del sur de la Costa Brava y el norte del Maresme, que tienen en conjunto una oferta de 90.000 camas. La ca¨ªda de los precios no s¨®lo compromete la viabilidad del negocio, sino que atrae a turistas cada vez con menor poder adquisitivo, lo cual repercute negativamente en todos los establecimientos del sector, que han visto c¨®mo este verano han disminuido sus ventas.

Antoni Pla regenta un hotel de tres estrellas en Malgrat de Mar. Aunque a¨²n faltan tres meses para terminar la temporada, Pla prev¨¦ que ¨¦sta va a ser una de las peores de los ¨²ltimos a?os. En julio, una ¨¦poca en la que el hotel estaba lleno, s¨®lo consigui¨® ocupar el 30% de sus habitaciones. Aunque aclara que este a?o ha decidido trabajar sin ning¨²n contrato de garant¨ªas con mayoristas de viajes. "Con estos pactos, me aseguraban llenar todas las camas, pero con una rebaja de entre el 20% y el 25% del precio, y eso crea problemas. Si un cliente que ha venido por su cuenta se entera de que hay otro que paga mucho menos, se enfada. Adem¨¢s, se producen paradojas porque te llega un autob¨²s de jubilados que buscan tranquilidad y otro de j¨®venes con ganas de fiesta", explica Pla.

La decisi¨®n de este hotelero no es, sin embargo, la habitual. La mayor¨ªa de hoteles ceden ante la presi¨®n de los mayoristas de viajes. Varios hoteleros del norte del Maresme se?alan que durante el mes de julio algunos establecimientos se plegaron a tarifas entre 16 y 22 euros diarios la pensi¨®n completa.Los hoteleros del norte del Maresme advierten de que no podr¨¢n seguir ofreciendo servicios de calidad si se mantienen las presiones de los operadores extranjeros. "Para el a?o que viene est¨¢ previsto un aumento de los sueldos de los trabajadores del 3,2%, pero los operadores esperan que los precios bajen. No puede ser que estas empresas siempre ganen en todo, porque llegar¨¢ un momento en el que los precios ser¨¢n tan bajos que no seremos capaces de dar servicios de calidad puesto que no podemos hacer milagros", afirm¨® el presidente del Gremio de Hoteleros del Maresme, Manuel Vila.

A falta de un estudio exhaustivo sobre los motivos de esta mala temporada, el sector se?ala la crisis econ¨®mica alemana como uno de los principales factores de esta recesi¨®n. La consolidaci¨®n de otros destinos tur¨ªsticos en el Mediterr¨¢neo tambi¨¦n ha favorecido la disminuci¨®n del n¨²mero de visitantes. Pero una de las principales razones que esgrime el sector es el aumento de plazas hoteleras a pesar del descenso de visitantes, por lo que hoy la oferta es muy superior a la demanda.

"Algunos municipios sufren el envejecimiento de sus plazas, lo cual ocasiona que se fortalezcan otros destinos m¨¢s competitivos. Ahora el cliente quiere aire acondicionado, televisi¨®n en las habitaciones, animadores y guarder¨ªas, y no todos los hoteles lo tienen. Por este motivo, la valoraci¨®n del cliente sobre el producto sigue siendo superior en otros destinos", afirma el presidente de Agencias Receptivas Asociadas de Catalu?a, F¨¦lix Aguilar.

Los bajos precios atraen sobre todo a turistas con un bajo poder adquisitivo y a j¨®venes interesados en la vida nocturna. Para captar a un turismo m¨¢s familiar, los ayuntamientos est¨¢n adecuando los espacios naturales y organizando ferias y actividades culturales, aunque las soluciones deben ser m¨¢s dr¨¢sticas. "Ya estamos trabajando en cerrar y reformar hoteles viejos y en adecuar el resto a las exigencias de los turistas. Se trata de impulsar planes de calidad para buscar una clientela con m¨¢s nivel econ¨®mico aunque pueda bajar la ocupaci¨®n", asegur¨® la concejal de Turismo, Anna Maria Gallart.

Liberarse de la dependencia

La mayor¨ªa del sector coincide en que es necesario no abrir nuevas plazas hoteleras hasta que se cierren las antiguas y, sobre todo, dejar de depender de los mayoristas de viajes para llenar los hoteles. Los responsables locales de turismo consultados sostienen que esta medida conducir¨ªa a dos a?os de crisis en los que la ocupaci¨®n caer¨ªa, pero en los que los precios se recuperar¨ªan.

"Estamos hablando de dignificaci¨®n econ¨®mica de todo un sector, porque no debemos olvidar que el hotelero tambi¨¦n tiene una responsabilidad con el resto de los negocios tur¨ªsticos, y est¨¢ claro que esta guerra de precios no les favorece en nada. Por ejemplo, a principios de temporada, las ventas de los comercios de Malgrat cayeron entre el 30% y el 40%", explica la presidenta en funciones del Consorcio Tur¨ªstico del Maresme y alcaldesa de Malgrat, Conxita Campoy.

El debate se centra ahora en la puesta en pr¨¢ctica de estas propuestas. Los escasos beneficios que obtienen los hoteleros no les permiten efectuar demasiadas reformas. Los ayuntamientos se esfuerzan para presentar alternativas al turismo de sol y playa y mantener limpias las poblaciones, pero los recursos disponibles son a¨²n demasiado escasos. "La ¨²ltima vez que hicimos balance vimos que el ¨¢rea de turismo supone un d¨¦ficit de unos 660.000 euros para las arcas municipales", lamenta Campoy.

El sector espera ahora que el Gobierno central y la Generalitat se impliquen en este proyecto dotando a la zona de mejores infraestructuras y espacios de ocio. Los ayuntamientos tambi¨¦n esperan una mayor financiaci¨®n. "Si se presume tanto de las divisas que entran a trav¨¦s del turismo, las administraciones deber¨ªan colaborar en los gastos que tienen los ayuntamientos", concluye Campoy.