Venus y Ca¨ªn en la prehistoria

Tras exhibirse en el Museo de Aquitania, de Burdeos, y, antes de que lo haga en el Museo de Bellas Artes de Qu¨¦bec, de Canad¨¢, se puede visitar en Santillana del Mar la exposici¨®n titulada Venus y Ca¨ªn. Nacimiento y tribulaciones de la prehistoria en el siglo XIX (1830-1930), una interesante muestra que ha sido concebida y ejecutada por especialistas franceses, con la colaboraci¨®n del Museo Nacional y Centro de Investigaci¨®n de Altamira, encargado de adaptar sus contenidos a nuestro pa¨ªs. Se trata, as¨ª, pues, de un proyecto internacional con colaboraci¨®n multi-institucional, que permite contemplar, cerca de las cuevas de Altamira, una apasionante reflexi¨®n sobre los or¨ªgenes del hombre prehist¨®rico. Por la naturaleza del empe?o, el material expuesto es variopinto, aunque b¨¢sicamente referido a pinturas, esculturas, fotograf¨ªas, libros, piezas prehist¨®ricas y documentos, a trav¨¦s de los cuales se reconstruye el debate de la "invenci¨®n" de la prehistoria seg¨²n se produjo en la segunda mitad del siglo XIX.

Aparte de la ficci¨®n actual por el espect¨¢culo de la recreaci¨®n virtual de cualquier escenario m¨ªtico y la creciente fascinaci¨®n por la paleontolog¨ªa, la prehistoria y la antropolog¨ªa, todo conduce hoy a reconstruir, en t¨¦rminos novelescos, la vida cotidiana del pasado, pero sin dejar de desmontar los hilos romancescos que previamente cortaron su patr¨®n. El episodio elegido por la presente exposici¨®n es quiz¨¢ uno de los m¨¢s atrayentes, pues relata visualmente no s¨®lo c¨®mo se fund¨®, hace relativamente poco, la ciencia prehist¨®rica, sino su influencia en la fabricaci¨®n de la imagen legendaria de nuestros primeros antecesores.

Dividida en tres salas -la primera de las cuales est¨¢ dedicada a los inicios y consolidaci¨®n de esta nueva ciencia; la segunda, al estudio de la evoluci¨®n humana hasta el arte paleol¨ªtico, y la tercera, a los primeros poblados humanos, el trabajo y la guerra-, la muestra distribuye muy bien el material art¨ªstico-documental disponible, destacando, sobre todo, las recreaciones art¨ªsticas del mundo prehist¨®rico por parte de pintores y escultores de fines del siglo XIX, algunos tan c¨¦lebres como los franceses Alfred Cormon y Leon Maxime Faivre o los escultores Fr¨¦miet y Mascr¨¦, que modelaban al dictado de los hallazgos arqueol¨®gicos recientes y con los consejos t¨¦cnicos de los especialistas.

De manera que nos encontramos

con una triple perspectiva para reflexionar sobre el pasado humano m¨¢s remoto, pero sin renunciar en el razonamiento a las influencias ideol¨®gicas del siglo XIX, pues fueron ellas las que contribuyeron m¨¢s notablemente a la configuraci¨®n de nuestra imagen de la prehistoria. Esta sugestiva exposici¨®n se enmarca en cierta manera en la misma corriente que ha permitido el ¨¦xito de otras empresas semejantes, como la del autor de best sellers Auel y, ni que decir tiene, un ingente material cinematogr¨¢fico.