Consumo selectivo

Carr¨ªcola es un municipio de apenas 81 habitantes. Ubicado en la Vall d'Albaida, su actividad agraria est¨¢ dirigida principalmente al cultivo ecol¨®gico. Juan Ch¨¢fer dio sus primeros pasos en esta actividad hace 30 a?os. Corr¨ªan los a?os setenta cuando Joan Martorell, jefe de promoci¨®n comarcal de Agricultura de Valencia, le habl¨® por primera vez de la agricultura respetuosa con el medio ambiente. En la actualidad Ch¨¢fer es presidente de la Cooperativa Vall-Bio de Carr¨ªcola, fundada hace una d¨¦cada y en la que trabajan alrededor de 40 agricultores de este municipio y de los vecinos de B¨¨lgida y Atzeneta d'Albaida. Cada a?o salen de esta cooperativa m¨¢s de mil toneladas de frutas y hortalizas que se comercializan principalmente en Inglaterra y Alemania aunque tambi¨¦n en otros pa¨ªses europeos, sobre todo en los n¨®rdicos. Un peque?o porcentaje de esa producci¨®n queda para el mercado dom¨¦stico. El consumo ecol¨®gico en el mercado valenciano, en este caso, est¨¢ a¨²n casi en mantillas.

"Que la agricultura ecol¨®gica tenga un despegue importante depende del consumo interno", asegura Jes¨²s Sanchis, agricultor ecol¨®gico valenciano y responsable del ¨¢rea de Agricultura Ecol¨®gica de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos). Por el momento, la exportaci¨®n es el principal destino de estos productos y absorbe algo m¨¢s del 80% de la producci¨®n. Mientras, el consumo interno crece despacio.

La opini¨®n es generalizada. Jaume Aguado, t¨¦cnico responsable de Agricultura ecol¨®gica en la Asociaci¨®n Valenciana de Agricultores (AVA) considera que este sector est¨¢ todav¨ªa "subdesarrollado" para sus posibilidades porque el consumo interno es bajo. Desde el sector agrario se destaca la falta de concienciaci¨®n social hacia este tipo de productos. Tambi¨¦n reconocen que en muchas ocasiones a¨²n no son f¨¢ciles de encontrar. Un sondeo realizado por el Ministerio de Agricultura indica, por ejemplo, que tres de cada diez supermercados consultado vende productos ecol¨®gicos, mientras que ¨²nicamente el 4,5% de los restaurantes entrevistados usaban este tipo de productos. El sector agrario considera importante que las distintas administraciones realicen campa?as de informaci¨®n al consumidor sobre los beneficios de estos productos. Campa?as espec¨ªficas que potencien el consumo que en estos momentos no realiza la Consejer¨ªa de Agricultura. El Ministerio de Agricultura, por su parte, prepara un Plan Estrat¨¦gico de Agricultura Ecol¨®gica que prev¨¦ aplicar entre 1994 y 1996 y con el que pretende, entre otras cuestiones, estimular la producci¨®n, la industria que rodea esta actividad y el consumo interno. El Ministerio espera presentar el plan definitivo en diciembre de este a?o. La Uni¨® de Llauradors, por su parte, est¨¢ impulsando la creaci¨®n de una cooperativa valenciana de comercializaci¨®n de productos ecol¨®gicos dirigida principalmente al mercado auton¨®mico. La organizaci¨®n agraria estima que la cooperativa empezar¨¢ a funcionar el pr¨®ximo mes de noviembre.

La formaci¨®n de los agricultores en las pr¨¢cticas ecol¨®gicas es otro punto fundamental para su evoluci¨®n. El temor de los productores a que las plagas arruinen las cosechas es una de las preocupaciones que detecta el responsable de AVA. Miedos, explica, que se deben eliminar con formaci¨®n y a trav¨¦s de cursos que solicitan a la Administraci¨®n. Jaume Aguado comenta que en el segundo semestre de a?o hay previstos once cursos de agricultura ecol¨®gica en la Comunidad Valenciana.