Lee Chun Soo, agente doble
El surcoreano de la Real se present¨® en p¨²blico soltando tacos como un 'guiri' al uso y acab¨® despidiendose de Montju?c con reverencias
Lee Chun Soo no es alto (172 cent¨ªmetros), ni es guapo, seg¨²n el gusto occidental, pero en su pa¨ªs, Corea del Sur, es un ¨ªdolo, un jugador medi¨¢tico, al estilo Beckham, que deshace por igual a las adolescentes reci¨¦n llegadas al balompi¨¦ como a los aficionados que se fijan m¨¢s en lo que pasa con el bal¨®n que en los futbolistas. Cuando tom¨® el avi¨®n que le trasladaba a San Sebasti¨¢n, en verano, sab¨ªa que detr¨¢s quedaba una larga estela solo superada por el seleccionador nacional, Guus Hiddink y por un par de futbolistas que hab¨ªan hecho las maletas antes que ¨¦l para iniciarse en el f¨²tbol europeo, algo as¨ª como un visado de solemnidad deportiva. Hoy tendr¨¢ su bautismo oficial en Anoeta, ante el Celta (21.45, Auton¨®micas y La 2).
El fichaje m¨¢s ex¨®tico de la Real ha encontrado en Karpin, Kovacevic y De Pedro a sus cicerones
En la pretemporada tuvo habitaci¨®n individual y aprendi¨® sus primeros 'tacos' en espa?ol
Cuando lleg¨® la pretemporada en el Tirol austr¨ªaco, Lee Chun Soo tuvo tiempo para meditar. Como la expedici¨®n de futbolistas era impar, el surcoreano, nacido en la localidad de Incheon hace 22 a?os, disfrut¨® de una habitaci¨®n individual. Con el coreano como ¨²nico idioma, ni los m¨¢s avispados en el lenguaje gestual le habr¨ªan sacado del silencio. Su int¨¦rprete, Min Park, era su ¨²nica conexi¨®n con el mundo exterior. Tiempo de silencio para un muchacho de 22 a?os que cambia de continente, de cultura y de negocio futbol¨ªstico y aparece en las cartujanas concentraciones veraniegas de los equipos europeos sin saber el nombre de sus compa?eros.
Los m¨¢s veteranos, los m¨¢s desenvueltos, acudieron en su ayuda. Kovacevic, Karpin -que hab¨ªan vivido situaciones similares hace a?os- y De Pedro, todo un cicerone deportivo y social, le zambullieron en la realidad. "Min me ense?aba el espa?ol tradicional y en la mesa aprend¨ªa las palabrotas", lecci¨®n inexcusable en cualquier aprendizaje de espa?ol. La banda de los tres fue m¨¢s all¨¢. En plena broma, le dijeron al joven Lee Chun Soo que cuando el preparador f¨ªsico le indicara alg¨²n ejercicio le respondiera, en se?al de gratitud, con un sonoro "tranquilo, t¨ªo", que Julen Masach encaj¨® con deportividad, aunque Denoueix le reconvino de inmediato.
Como cualquier extranjero, Lee Chun Soo comenz¨® su aprendizaje de espa?ol por el cap¨ªtulo de los tacos, pero, sin duda, el adoctrinamiento de los ilustres de la Real, en especial de Javier De Pedro -con el que habla por tel¨¦fono con alguna soltura-, ha significado mucho en la adaptaci¨®n del futbolista surcoreano a la vida europea y a una nueva ciudad, San Sebasti¨¢n. Entre los tres le ense?aron a re¨ªrse de s¨ª mismo, primera lecci¨®n de cualquier curso de adaptaci¨®n. Durante un tiempo, Lee Chun Soo respond¨ªa a todo, fuera lo que fuese, con un estruendoso "de puta madre". Ahora va m¨¢s lejos. "Es un chico listo, muy vivo, que ya sabe hacerse entender y sobre todo entiende m¨¢s de lo que se podr¨ªa pensar por el poco tiempo que lleva en San Sebasti¨¢n", explica el jefe de Relaciones Externas de la Real, Andoni Iraola.
El lenguaje del f¨²tbol -un t¨®pico- es internacional y Lee sabe hacerse entender en el terreno de juego, con gestos y con palabras. Afuera, sigue tirando de su int¨¦rprete, Min Park, convertido en una especie de guardaespaldas que le acompa?a a todas partes, m¨¢s all¨¢ de la necesaria comunicaci¨®n deportiva con el entrenador, Raynald Denoueix.
Lee ya tiene casa propia. Esta semana se ha instalado en un piso de San Sebasti¨¢n, donde le acompa?an su madre y su hermano, presentes el s¨¢bado en Barcelona para presenciar su deb¨² oficial en la Liga espa?ola.La nueva vida de Lee Chun Soo dio un giro radical en Montju?c. Hab¨ªa salido en televisi¨®n recitando tacos como un guiri al uso y se despidi¨® del estadio del Espanyol con dos reverencias a la grada, propias de la educaci¨®n oriental; celebr¨® su gol, que en realidad fue de Kovacevic, y todos sus compa?eros se fueron hacia ¨¦l en prueba de solidaridad con el reci¨¦n llegado; su madre no movi¨® un m¨²sculo, fiel a la m¨¢xima de Joaqu¨ªn Sabina de que "las mejores procesiones son las que van por dentro", mientras su hermano conten¨ªa las l¨¢grimas a duras penas; Denoueix, su entrenador, le felicit¨® por el partido, "a sabiendas de que es un hombre de pocas palabras" (dijo Lee Chun Soo) y Clemente, con su estilo cheli, dijo aquello de que "?Puaff, el chinito ese parece que ha venido de los mundiales esos de atletismo!" Y ¨¦l sin enterarse de nada, pero con una idea muy clara, tras el primer codazo recibido en la Liga espa?ola: "Creo que debo enfrentarme a los defensas con m¨¢s fuerza". No hay constancia de que dijera ning¨²n taco, ni cuando crey¨® que marc¨® el gol. Ha pasado a segundo curso de espa?ol. Y de f¨²tbol. Ya es el sucesor de Nihat. Por algo Karpi le apoda Chafka (comil¨®n, en ruso). No es s¨®lo por los espaguetis. Tiene hambre de gol.
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