El canon sobre los CD y DVD trae cola

El acuerdo entre seis entidades de gesti¨®n de derechos -la SGAE entre ellas- y los fabricantes de soportes inform¨¢ticos para cobrar un canon por cada CD y DVD virgen vendido est¨¢ provocando un terremoto. En Internet proliferan las inciativas de combate a la medida. En las tiendas, el cobro del canon, en vigor desde primeros de mes, es irregular. Hay grandes superficies que ya lo aplican y otras no. La explicaci¨®n para no cobrar el canon es que todav¨ªa est¨¢ a la venta material almacenado antes de que entrara en vigor la medida. Los fabricantes de CD temen que el canon haga caer las ventas.

El BNG pidi¨® la semana pasada al Gobierno que se oponga a este acuerdo porque el canon penaliza a todos los compradores de un CD o DVD virgen aunque luego piensen usarlo para albergar sus fotograf¨ªas o un programa inform¨¢tico y no m¨²sica. La propia Ley de Propiedad Intelectual admite la copia privada de un disco por parte de su leg¨ªtimo propietario y, al mismo tiempo, reconoce el derecho del autor a ser remunerado por esta copia. Pero excluye los programas de ordenador de esta remuneraci¨®n.

El movimiento Sincanon remiti¨® en agosto una carta al Defensor del Pueblo para que intervenga y haga intervenir al Gobierno contra un acuerdo de subidas de precio en el que no ha participado ning¨²n representante p¨²blico. En la carta se recuerda que los soportes CD-R y DVD-R se utilizan en el sector inform¨¢tico para realizar copias de seguridad, distribuir programas, etc¨¦tera. M¨¢s de una docena de entidades, desde CCOO a Madrid Wireless, muchas de ellas vinculadas al software libre impulsan un manifiesto contra "un impuesto recaudado por una instituci¨®n privada" que perjudica el despliegue del software libre

La Asociaci¨®n de Internautas aconseja a los consumidores pedir una factura desglosada al comprar un CD o un DVD en el que figure el rcargo del canon, documento imprescindible para eventuales reclamaciones. Incluso algunos socios de Asimelec han manifestado, privadamente por ahora, su discrepancia con el canon porque temen que se pueda ampliar a otros soportes inform¨¢ticos -todo tipo de memorias flash- que permiten igualmente guardar m¨²sica y que en cuatro pa¨ªses eurpeos tambi¨¦n ya est¨¢n sometidos a canon. Aplicando al extremo este argumento, que ha sido defendido ya en alguna ocasi¨®n por miembros de la SGAE, la mera contrataci¨®n de un servicio de ADSL podr¨ªa esta sometido a un canon porque tambi¨¦n se trafica con material audiovisual por este canal de conexi¨®n a Internet.

La t¨¦cnica de aplicaci¨®n del canon ofrece alguna paradoja. En principio se fija su cuant¨ªa en 0,13 c¨¦ntimos por hora. Es decir, un CD que pueda albergar 74 minutos de m¨²sica deber¨¢ soportar un canon de unos 0,17 euros. Pero la capacidad de albergue de este CD depende de los archivos que se usen. Los sistemas de compresi¨®n permiten incrustar archivos musicales de mucha mayor duraci¨®n.

La iniciativa de la SGAE est¨¢ amparada por una serie de sentencias judiciales contra fabricantes o distribuidores de ced¨¦s. Los jueces avalaron el cobro de las tarifas que estipula la ley para "materiales de reproducci¨®n sonora". Las citadas sentencias no atendieron al hecho de que un CD o un DVD no tiene como uso exclusivo la grabaci¨®n de m¨²sica. En febrero de 2002, un juez de Barcelona conden¨® a Traxdata al pago de un canon a la SGAE por todos los CD-R que fabricara y hubiese fabricado desde 1997. Traxdata ya pagaba el canon por los CD formateados para grabar audio pero se negaba a abonarlo para los CD-R v¨ªrgenes alegando que serv¨ªan para el almacenamiento de datos. Pero el juez fue contundente: "Es evidente que el CDR Inform¨¢tico o Data es un medio id¨®neo para la reproducci¨®n de fonogramas (...) es bien sabido cu¨¢l es el h¨¢bito del consumidor espa?ol, el de grabar mediante ordenador (aparato ya com¨²n en casi todos los hogares) los CDs legalmente adquiridos por otras personas, o grabar m¨²sica y otros materiales directamente de Internet, y si as¨ª se hace es porque se puede, es decir, porque los soportes, los CDR, lo permiten, siendo esta circunstancia responsabilidad de quienes los fabrican o los importan y distribuyen conociendo sus caracter¨ªsticas".

Las tarifas fijadas en el acuerdo son: para CD (data) 0,13 euros por hora; CD (audio), 0,30; Minidisk, 0,30; DVD (data), 0,30; DVD (v¨ªdeo) 0,70. El acuerdo prev¨¦e un aumento de las mismas en 2005.

El acuerdo convierte a los fabricantes en recaudadores de una tasa para terceros. Jos¨¦ P¨¦rez Garc¨ªa, director general de Asimelec justific¨® la semana pasada el acuerdo porque era inevitable. "Las sentencias judiciales nos impon¨ªan 24 c¨¦ntimos de gravamen por cada hora de CD virgen y hemos conseguido que se quede en 13 c¨¦ntimos, casi la mitad, despu¨¦s de veinte meses de negociaci¨®n con las entidades de gesti¨®n de derechos de autor". Esos 13 c¨¦ntimos, que pasar¨¢n a ser 15 a partir del a?o 2005, sit¨²an a Espa?a como el tercer pa¨ªs de Europa con menor cuant¨ªa, tras Alemania (0,07) y B¨¦lgica (0,12). Algo similar ocurre con los DVD v¨ªrgenes, cuyo gravamen se fija en 30 c¨¦ntimos/hora, informa J.M. Sarriegui.

Jos¨¦ P¨¦rez no pudo precisar si todos los fabricantes en Espa?a van a aplicar ese gravamen, dado que alguno podr¨ªa optar por agotar las opciones que ofrece la v¨ªa judicial. No le pareci¨®, sin embargo, algo conveniente, dado que "las posibilidades son escasas y hasta ahora no hemos podido ganar ni un solo pleito sobre esta materia en los juzgados". Seg¨²n el director general de Asimelec, la mayor¨ªa de los fabricantes ya ha empezado a tomar medidas para que se aplique el gravamen. Pese a todo, los fabricantes se mostraron bastante desesperanzados por la nueva situaci¨®n. "Estamos desolados", expres¨® Seraf¨ªn P¨¦rez, director general de TDK, "ante unas ¨²ltimas sentencias que son demoledoras". En esa misma l¨ªnea abund¨® Antonio Fern¨¢ndez, director general de la firma espa?ola Bocsa, para quien podemos encontrarnos con una retracci¨®n de la demanda por parte de los consumidores, lo que puede conllevar la desaparici¨®n de empresas, y el surgimiento de bolsas de fraude, como ya ha ocurrido en el pasado con otros soportes de grabaci¨®n, a base de trasegar ilegalmente hacia Espa?a grandes cantidades de material fabricado en otros pa¨ªses.

Seg¨²n las cifras aportadas por Asimelec, en 2002 se vendieron en Espa?a 200 millones de unidades de CD regrabable para datos, con destino al mercado dom¨¦stico o profesional y dejando la pirater¨ªa aparte. La previsi¨®n para este a?o es alcanzar los 250 millones de unidades. Teniendo en cuenta que en Francia, cuando hace dos a?os se empez¨® a aplicar el gravamen la demanda se contrajo en torno al 50%, Jos¨¦ P¨¦rez teme que en nuestro pa¨ªs ocurra algo similar en los pr¨®ximos meses y las cifras de ventas disminuyan en 2004.