Los placeres del antiimperialismo
La Fundaci¨®n T¨¤pies presenta la segunda parte de la exposici¨®n 'Representaciones ¨¢rabes contempor¨¢neas'. Comisariada por Catherine David, en esta ocasi¨®n est¨¢ dedicada al arte egipcio contempor¨¢neo. Nueve artistas nacidos o ligados a El Cairo a trav¨¦s de su trabajo dan una muestra del complejo entramado de esa sociedad que lucha para lograr simult¨¢neamente la libertad individual y la liberaci¨®n pol¨ªtica.
En ocasiones, la realidad por entregas que publicita la televisi¨®n en forma de coleccionables es un impedimento para el arte. Descubre el apasionante Egipto, Monedas del mundo o Mu?ecas de porcelana condensan una enorme imaginer¨ªa popular acerca de los misterios de Oriente -que muestra a los ¨¢rabes como jeques opulentos y danzarinas de vientres nerviosos- o son la evocaci¨®n m¨¢s genuina de la grandeza colonial en lugares ex¨®ticos y antiguos donde los europeos pueden desplegar sus exhibiciones de fuerza.
La identidad egipcia de Aida, con su teatro levantado por Ismail para Verdi -destruido por el fuego hace s¨®lo treinta a?os y m¨¢s tarde reconvertido en un garaje de varios pisos-, fue s¨®lo la careta europea de El Cairo, y los recuerdos ba?ados en l¨¢grimas de Terenci del Nilo entre los desiertos quemados de Alejandr¨ªa y los trazados sinuosos del canal de Mahmudia han llevado a la literatura una antig¨¹edad y un aura amordazada en clich¨¦s ¨²nicamente para la audiencia europea. La realidad externa que se basta a s¨ª misma y el caleidoscopio de lo narrativo dispuesto a penetrarla: ¨¦ste ha sido el binomio que ha permitido reemplazar el imperialismo de la mirada por las seducciones de lo ex¨®tico.
REPRESENTACIONES ?RABES CONTEMPOR?NEAS. EL CAIRO
Fundaci¨®n T¨¤pies
Arag¨®n, 255. Barcelona
Del 19 de septiembre
al 23 de noviembre
"Queremos plantear las complejas dimensiones de lo est¨¦tico con relaci¨®n a las situaciones sociales y pol¨ªticas"
El proyecto que propone Catherine David para la Fundaci¨®n T¨¤pies -la segunda etapa de una itinerancia que comenz¨® este verano en el Witte de With de Rotterdam y que, tras su paso por Barcelona, ir¨¢ al Bildmuseet de Suecia y al Jos¨¦ Guerrero de Granada- busca escapar de los egregios atractivos que proporciona la historia, ya que descubre para el p¨²blico del museo las muchas posibilidades que ofrecen las nuevas narrativas contempor¨¢neas al abordar situaciones y contextos heterog¨¦neos, a veces antag¨®nicos y conflictivos, para adquirir as¨ª un conocimiento m¨¢s profundo de lo que ocurre actualmente en varias zonas del mundo ¨¢rabe. "Queremos plantear las complejas dimensiones de lo est¨¦tico con relaci¨®n a las situaciones sociales y pol¨ªticas y ser un instrumento de reflexi¨®n abierta sobre el papel que hoy representan las pr¨¢cticas culturales en nuestros propios pa¨ªses y en nuestras circunstancias". David a?ade que, "a diferencia del resto de Oriente Pr¨®ximo -Siria, L¨ªbano, Israel/Palestina, Jordania-, Egipto es muy consciente de su continuidad, con una tradici¨®n profundamente arraigada desde el punto de vista geogr¨¢fico, social e hist¨®rico. La identidad pol¨ªtica y geogr¨¢fica no es un tema relevante en el debate actual, pero la experiencia literaria y art¨ªstica puede considerarse una lucha para lograr simult¨¢neamente la libertad individual y la liberaci¨®n pol¨ªtica".
La primera parte del ciclo Re-
presentaciones ¨¢rabes contempor¨¢neas estuvo dedicada a L¨ªbano; se desarroll¨® en la misma Fundaci¨®n T¨¤pies, en mayo de 2002, en colaboraci¨®n con la Universidad Internacional de Andaluc¨ªa (Unia) y Arteleku; recal¨® finalmente en la Bienal de Venecia de Francesco Bonami, en un formato m¨¢s medi¨¢tico y menos propicio para la reflexi¨®n que el propuesto por Nuria Enguita en Barcelona.
El Cairo protagoniza esta segunda entrega. Nueve artistas de dos generaciones diferentes que han nacido en Egipto o en Europa y Estados Unidos -pero que por diversas razones trabajan en El Cairo- ofrecen unas propuestas cr¨ªticas que se acercan o se enfrentan a las m¨²ltiples y desconcertantes complejidades del contexto egipcio contempor¨¢neo, a la vez que rechazan la estandarizaci¨®n y reduccionismo producido por lo que Edward Said ha llamado ir¨®nicamente los "placeres del imperialismo".
Seminarios, publicaciones, acciones y obras de artistas pl¨¢sticos, arquitectos, escritores, poetas e intelectuales, evocar¨¢n el Egipto actual como contrapunto a la producci¨®n acad¨¦mica auspiciada por las clases dirigentes. Anna Boghiguian (1946), conocida sobre todo en su pa¨ªs por haber ilustrado las portadas de las ediciones de los libros de Naguib Mahf¨¹z, muestra en una serie de dibujos en tinta negra la mirada del fl?neur que deambula por la Ciudad de los Muertos, las Pir¨¢mides, el downtown cairota y los callejones que describi¨® magistralmente el premio Nobel, aquellos "hermosos empedrados que llevaban directamente a la hist¨®rica calle de Sanadiqiya, con el caf¨¦ de Kirsha y sus muros adornados de abigarrados arabescos". Las alegor¨ªas de Boghiguian empatizan con las metamorfosis de Hani Rashed (1975), en las que la humanidad queda reducida a un peque?o poblado de cris¨¢lidas y moscas. El trazo de este joven dibujante recuerda a las figuras de Egon Schiele, y son de una irreverencia que consiguen descarnar al personaje, figuras de autoridad religiosa en posturas comprometidas, sin cabezas o con el cuerpo en proceso de fragmentaci¨®n, solas, en un espacio limpio y opresivo. Golo (1948), destacado dibujante de c¨®mic que habitualmente publica en The Cairo Times, describe la efervescente ciudad en perpetua mutaci¨®n. Con un gran sentido del humor, habla de la capacidad del egipcio para transformar las tribulaciones diarias en historias divertidas. "Pinto con mis pies", afirma. El dibujante camina, se intoxica de lo que ve, vuelve a casa y dibuja gestos, gente y situaciones en los espacios intersticiales de esa realidad que transforma en tiras de c¨®mic.
Sherif el Azma (1975) analiza
el lenguaje contempor¨¢neo de las pel¨ªculas y documentales de su pa¨ªs. Su v¨ªdeo, Entrevista a una ama de casa, es un autorretrato ("ella es mi madre, ella soy yo", afirma) enternecedor. En ¨¦l, una voz mon¨®tona explica que arreglar la casa y preparar la comida para la familia es suficiente (para ella). Todo lo que vemos m¨¢s all¨¢ del escenario -una cocina- penetra en nuestro consciente como un gusano en la pulpa de un fruto. Tambi¨¦n los v¨ªdeos de Hassan Khan (1975) exploran el poder de significaci¨®n del retrato, en su caso, en relaci¨®n con la geograf¨ªa urbana. Randa Shaath (1963) plasma lo mundano y la intimidad de la vida cotidiana en la ciudad en bell¨ªsimas fotograf¨ªas de las calles y azoteas de El Cairo, sus tres islas olvidadas en el coraz¨®n del Nilo -los pescadores y campesinos de Qursaya- y retratos de gente que van desde directores de cine hasta encargados de aparcamiento. La suya es una lectura abierta, alejada del miserabilismo. Los rostros que captura son reflejo de una dignidad que continuamente pretenden robarles las estructuras sociales de un pa¨ªs estancado por culpa de la escasa formaci¨®n acad¨¦mica. Son hombres y mujeres que contemplan la vida m¨¢s all¨¢ de la estrecha celda de su calamidad. Las im¨¢genes de Shaath son una forma de expresar el despertar moral de un pueblo, de una ciudad que, como sostiene Catherine David, a pesar de proporcionar numerosas im¨¢genes fotogr¨¢ficas a Occidente, "parad¨®jicamente sufre de algo que cabr¨ªa analizar como un d¨¦ficit de representaci¨®n".
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