El Valencia CF ensue?a un gran 'mestallazo'

Mientras que en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, de Valencia, se ha venido desarrollando esta semana un seminario sobre la corrupci¨®n y sus formas, notablemente vinculadas al tr¨¢fico urban¨ªstico, la prensa diaria, a modo de ejercicios pr¨¢cticos, se ha ocupado de airear episodios actual¨ªsimos y pertinentes. La venta de la antigua sede de la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana, efectuada aparentemente con nocturnidad o casi nula transparencia; la crisis municipal de N¨¢quera como epifen¨®meno de una vasta recalificaci¨®n de terrenos destinados a segundas residencias y al inevitable campo de golf; los vecinos del Portet de Moraira en pie de guerra contra la invasi¨®n de adosados y, sin agotar la n¨®mina de ejemplos, el proyecto intermitente de Gran Mestalla, objeto de estas l¨ªneas.

A este respecto, y seg¨²n fuentes acreditadas, se ha desestimado definitivamente la superficie ocupada por los cuarteles de la Alameda. La alcaldesa Rita Barber¨¢ y su equipo t¨¦cnico se han negado en redondo a demoler ese paisaje urbano. Confiemos en que el ministro Federico Trillo, acuciado por la necesidad de hacer caja para renovar el arsenal, no les obligue a enmendarse. Por ahora, pues, se frustra parcialmente el prop¨®sito acariciado por el promotor Bautista Soler, segundo accionista del Valencia CF. La alternativa a este solar es la Pista de Adem¨²z, donde el ayuntamiento dispone de suelo suficiente, si bien se trata todav¨ªa de una opci¨®n aleatoria.

No obstante esta indeterminaci¨®n, ya se est¨¢ trabajando en el dise?o de lo que ser¨¢ el nuevo campo -?y por qu¨¦ no un estadio?- de Mestalla. La tarea le ha sido encomendada al arquitecto de Valencia Francisco Nebot, desde?ando la vitola de renombrados creativos internacionales. Y ya se est¨¢ en ello, lo que delata que se tiene prisa en concluir la operaci¨®n que permitir¨¢ liberar y recalificar el solar deportivo de la Avenida de Arag¨®n y levantar las torres necesarias -no menos de ocho- que permitan financiar la iniciativa y, sobre todo, tapar el agujero econ¨®mico del club, estimado en una cifra que ronda los 150 millones de euros, o 25.000 millones de las pesetas antiguas. O sea, lo que se llama el mestallazo, un tratamiento de choque para sanear la desmadrada gesti¨®n realizada por los administradores de la entidad blanquinegra.

Sin datos suficientes ni pericia para ello, declinamos escudri?ar ese escandaloso d¨¦ficit. Pero como meros espectadores del deprimente trance y vecinos de una ciudad que ha de contribuir con su patrimonio p¨²blico a enmendar el entuerto, nos preguntamos: ?Por qu¨¦ hemos de sacarle colectivamente las casta?as del fuego a una sociedad an¨®nima, por m¨¢s deportiva que se porf¨ªe, siendo as¨ª, adem¨¢s, que nada ni nadie garantiza que, al cabo de unos pocos a?os, no se repita la quiebra econ¨®mica antes aludida? No es malquerencia hacia unos colores o hacia unos directivos, pero los precedentes nos aleccionan acerca del f¨¢cil remedio que consiste en echar mano del suelo p¨²blico municipal para sanear vicios privados. Tambi¨¦n es cierto que despu¨¦s de Adem¨²z, el pr¨®ximo campo de f¨²tbol habr¨ªa que ubicarlo en la comarca de Los Serranos. Ya no quedar¨¢ un palmo libre en el marco del ¨¢rea metropolitana del cap i casal.

Y una nota m¨¢s. A nadie se le oculta que este magno proyecto no puede ser tutelado por otros que no sean los principales y determinantes accionistas de la mercantil valencianista. Nos referimos al citado Bautista Soler y a Francisco Roig, tan cauto ¨²ltimamente. Pero tal l¨®gica falla porque resulta impensable que sus propuestas coincidan y sus talantes sean compatibles. Son dos gallos avezados a decidir por ellos solos. Esto quiere decir que sobra uno. Para el ex presidente Roig la maniobra le puede suponer un retiro fabuloso, efecto colateral del mestallazo. Pero tambi¨¦n puede obstinarse que resistir con el fin de vender cara su piel. Los pr¨®ximos meses han de depararnos despliegues t¨¢cticos amen¨ªsimos con un Consejo de Administraci¨®n valencianista en plan de tartufos que no pinchan ni cortan. Bueno, pinchar ya han pinchado en el gobierno de la entidad.

Por cierto, la compra de acciones sigue abierta al precio que se viene pagando. De la oferta ¨²nicamente quedan excluidos algunos consejeros por haberse excedido en sus comentarios. ?Esas lenguas!