Medio d¨ªa sin agua

En Calasparra (Murcia) hay agua para cultivar arroz, pero no para beber. Cada d¨ªa, a las seis de la tarde, se corta el suministro de los grifos y el agua no vuelve a correr hasta las seis de la ma?ana siguiente. Una medida que tambi¨¦n toman a diario otros 20 municipios de Murcia y dos de Albacete -que suman m¨¢s de 250.000 habitantes (que se elevar¨ªan a 447.808 si se incluyen Cartagena y Lorca, que s¨®lo tienen cortes parciales)- porque el r¨ªo Taibilla, que hasta ahora les proporcionaba el agua, se ha secado. A menos que llueva, todo apunta a que las restricciones continuar¨¢n durante el invierno.

Los primeros cortes se iniciaron a las 22.00 del pasado 21 de agosto. Pero pronto se vio que ser¨ªan insuficientes para reducir el consumo un 20%, cuenta Isidoro Carrillo, director de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, y por eso se ampliaron. Aunque esta entidad p¨²blica gestiona ahora todos los abastecimientos al "por mayor" de Murcia, Albacete y Alicante con agua del trasvase del Tajo, en los a?os cuarenta y cincuenta se limitaba a distribuir el agua que tomaba del r¨ªo Taibilla, un afluente del Segura, entre los 23 municipios afectados por las restricciones. Las 53 localidades que dependen del trasvase del Tajo -entre otras las capitales de Alicante y Murcia- no tienen problemas de suministro. Pero s¨ª los tiene, y muy graves, la red que depende del Taibilla, que no est¨¢ conectada a la del trasvase Tajo-Segura.

Si no 'diluvia' pronto, los cortes en el suministro continuar¨¢n durante todo el invierno

El agua de ese r¨ªo ha gozado siempre de buena fama por su calidad. Proporcionaba anualmente entre 60 y 65 millones de metros c¨²bicos de caudal, aunque desde hace una d¨¦cada el volumen de agua no ha hecho m¨¢s disminuir. En el a?o hidrol¨®gico que est¨¢ a punto de concluir (de octubre a septiembre) no superar¨¢ los 40. Y el embalse que almacena su escorrent¨ªa para los abastecimientos de la Mancomunidad durante el verano se ha secado antes de tiempo.

Ante la grave situaci¨®n, Carrillo viaj¨® a Madrid el pasado jueves para reunirse con la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodr¨ªguez. Le pidi¨® adem¨¢s que se aceleren los an¨¢lisis de impacto ambiental de varios proyectos pendientes de ejecuci¨®n, que podr¨ªan aliviar las restricciones y, sobre todo, las p¨¦rdidas en sectores claves de la econom¨ªa regional.

Como en Calasparra, donde dos tercios de las 2.000 mujeres que trabajan en las empresas conserveras se han visto forzadas a quedarse en casa. En plena temporada alta, cuando lo habitual es que las conserveras contraten tres turnos seguidos de trabajo, en este momento s¨®lo hay uno, asegura Jes¨²s Navarro Jim¨¦nez, alcalde del municipio por el PSOE. "Se ve¨ªa venir desde hace al menos 20 a?os, desde que el Taibilla comenz¨® a reducir su caudal. De momento estamos aguantando y la gente est¨¢ calmada. Pero no los industriales, que se est¨¢n poniendo nerviosos. Tienen compromisos firmados con multinacionales para entregarles determinadas cantidades de fruta y, al no poderlos cumplir, se arriesgan a sufrir una sanci¨®n econ¨®mica o a perder grandes clientes extranjeros", a?ade.

Archena, Ceheg¨ªn, Bullas, Mula, Alhama, Totana, Mazarr¨®n y varias pedan¨ªas de Lorca y de Cartagena, la segunda mayor ciudad murciana, comparten las restricciones de 12 horas diarias. Incluso Caravaca de la Cruz, donde este a?o se celebra el a?o santo jubilar.

El acontecimiento religioso ha atra¨ªdo a este municipio de 23.000 habitantes a 350.000 peregrinos. Y su alcalde, Domingo Aranda, del PP, conf¨ªa en que sean el doble a finales de a?o. Pero las restricciones no favorecen a la hosteler¨ªa. A¨²n as¨ª, Aranda opina que el impacto es menor en Caravaca, donde las industrias disponen de pozos propios y la mayor¨ªa de las viviendas y establecimientos tienen dep¨®sitos, donde almacenan el agua que no corre por los grifos durante las restricciones. "En 1995 tambi¨¦n atravesamos una situaci¨®n de sequ¨ªa y restricciones que cre¨ªamos coyuntural. Ahora se ha acentuado con el aumento del turismo".

El alcalde deposita sus esperanzas en el trasvase del Ebro. Carrillo sostiene que el incremento del consumo es inferior al previsto en el plan de la cuenca del Segura, del 2,2% anual. Otra cosa es que las previsiones de nuevos desarrollos urban¨ªsticos y la ordenaci¨®n del territorio de Murcia se ajusten a la disponibilidad de recursos h¨ªdricos para sostenerlos. Nadie la considerada ajustada.

En todo caso a ¨¦l le toca hacer filigranas con el agua disponible. Ha adquirido a regantes caudales a cuenta de lo que llueva, para devolv¨¦rselos cuando pueda. Para aliviar la situaci¨®n, la Mancomunidad ha conectado la potabilizadora de Lorca que recibe agua del trasvase del Tajo para inyectar 100 litros por segundo a los Canales del Taibilla. Y ha pedido al Ministerio que acelere la Declaraci¨®n de Impacto Ambiental (DIA) de la extracci¨®n de agua del sinclinal de Calasparra, un acu¨ªfero que en situaciones de sequ¨ªa puede proporcionar siete millones de metros c¨²bicos de agua al mes.

Existen otros proyectos en marcha, pero en tanto se tramita el trasvase del Ebro, los abastecimientos de la regi¨®n cada vez van a depender m¨¢s de las desaladoras.