Pinchazo final

Ante cinco lituanos que parec¨ªan diez, amorrada pero ciega ante el muro defensivo que se le puso delante, Espa?a se fundi¨® y perdi¨® con una claridad meridiana la final del Europeo. Un varapalo de ¨®rdago para un equipo que hab¨ªa jugado un campeonato fant¨¢stico y que no hac¨ªa sospechar semejante pinchazo. Son ya cinco las finales europeas que lleva disputadas Espa?a y las cinco las ha perdido, todo un r¨¦cord.

En la de ayer, sencillamente, no tuvo ninguna opci¨®n. Entr¨® en el ¨²ltimo cuarto pidiendo ox¨ªgeno (62-48) y continu¨® en ca¨ªda libre. La partida la perdi¨® porque no supo solventar la oposici¨®n defensiva de los lituanos, tan intensa como podr¨ªa ser la italiana, pongamos por caso, pero mucho m¨¢s r¨¢pida y ¨¢gil en los ajustes y con una variedad de recursos a la altura de su ya consabido torbellino atacante.

La cobertura lituana tuvo una variedad de recursos a la altura de su torbellino atacante

El equipo espa?ol se super¨® para maquillar al menos el marcador. Fue un esfuerzo plausible

Probablemente fuera el partido en que menos tuvo que decir Espa?a desde qque cuenta con la maravillosa generaci¨®n de los j¨²niors de oro. Desde luego, como seniors, no han alcanzado todav¨ªa el sobresaliente. Ayer dejaron escapar una magn¨ªfica ocasi¨®n despu¨¦s del notable campeonato que hab¨ªan realizado.

El traj¨ªn fue de a¨²pa en el primer cuarto. Un puro toma y daca. Los dos equipos pusieron a prueba su capacidad para encajar y anotar sin resuello. A cara descubierta, podr¨ªa pensarse que no se iba a caer en las sutilezas de los enredos t¨¢cticos que se llevaban entre manos. Ambos estuvieron a la altura, sin perder el hilo a pesar de que en el frenes¨ª sucedieron detalles de importancia. La segunda falta de Jasikevicius le llev¨® al banquillo a los dos minutos y medio. A Navarro le sucedi¨® casi dos cuartos de lo mismo. El equipo espa?ol explot¨® a fondo la superioridad de Gasol sobre el gigante pero tosco Eurelijius Zikauskas, pero la r¨¦plica de Siskaukas y Songaila, que refrescaron al cinco inicial rival, les dio mayor vuelo a los lituanos.

La velocidad en los ajustes estrat¨¦gicos fue tan vertiginosa como la velocidad en el juego. Lituania fren¨® a Pau Gasol a partir de una zona. Cuando entr¨® el hombre que potencialmente deb¨ªa romperla, Alberto Herreros, volvi¨® a cambiar a marcaje individual.

Moncho L¨®pez maniobr¨® para frenar la primera embestida seria de Lituania, reci¨¦n iniciado el segundo cuarto, cuando Jasikevicius retom¨® las riendas de la situaci¨®n. Un triple suyo abri¨® el primer agujero relevante en el marcador (32-23). Espa?a decidi¨® meter m¨¢s le?a al horno presionando en toda la pista para perturbar el ritmo que impon¨ªa el ex base del Barcelona. Una buena racha de Juan Carlos Navarro y el marcaje de Rodrigo De la Fuente a Saras alivi¨® la situaci¨®n (34-30).

Pero la rapidez de movimientos defensivos de los lituanos confundi¨® a los espa?oles. Acumularon tal cantidad de faltas en ataque, hasta siete antes del descanso, que llegaron a un punto de desesperaci¨®n. Perdieron posibilidades de lanzamiento. Entre las faltas, las p¨¦rdidas de bal¨®n y un ligero d¨¦ficit en el rebote, Espa?a acab¨® lanzando nueve tiros menos que Lituania. Todo un mundo. Dej¨® de sumar el equipo espa?ol, volvi¨® a perder estela (40-30) y a ver como se les acumulaban los deberes para la segunda parte.

No trajo mejores noticias la reanudaci¨®n, en la que los lituanos subieron un punto en su agresividad defensiva y en el que los espa?oles continuaron sin ver aro. Lituania, con varios jugadores en estado de gracia como Macijauskas, Siskaukas, Songaila y Eurelijius Zukauskas, se escap¨® (47-33). Espa?a arremeti¨® a base de triples pero los lituanos contestaron con la misma medicina (53-39) en cuatro jugadas consecutivas. El equipo espa?ol, que rebusc¨® en el banquillo para enmendar la plana, empez¨® a derretirse, a ver c¨®mo Lituania le superaba en todos los frentes y abr¨ªa diferencias de hasta 21 puntos (72-52). Faltaban cuatro minutos. Estaba todo dicho.

El equipo espa?ol se super¨® para maquillar cuanto menos el marcador final. En los minutos de la basura, con la defensa lituana aflojada ya porque todo estaba dicho, Espa?a se dispar¨® y cerr¨® el ¨²ltimo cuarto nada menos que con 36 puntos que cerraron en 93-84 el marcador. Fue un esfuerzo plausible para marcharse de Suecia con la cabeza alta, como merec¨ªa, de un campeonato en el que, el ¨²ltimo, fue su peor d¨ªa. Con diferencia.